Con pocas horas de diferencia, la New York Bridal Week ha cogido el relevo a la pasarela Atelier Couture, que inició el carrusel de pasarelas nupciales la semana pasada con propuestas de prêt-à-couture elaboradas en España; un año más, Nueva York ha dado rienda suelta a las colecciones, pensadas para 2017, que llevarán las novias americanas, pero que al mismo tiempo sitúan el listón con el que iremos midiendo las tendencias del resto de vestidos de novia que desfilarán las próximas semanas en Barcelona, Londres y Madrid.
Lo más destacado: la vuelta del vestido con bordados-joya, una tendencia que se puso de moda en 2010 y que repite la misma fórmula de entonces (irradiar luz y dirigirla hacia el rostro de la novia con destellos de cristales y piedras), además de los que cambian el blanco nupcial por un lavado de color, muchos de ellos incorporando ramilletes de flores bordadas.
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