Diez veces en las que Olivia Palermo nos ha inspirado un 'look' de boda
A pesar de ser una 'fan' incondicional de los vaqueros, Olivia Palermo sabe desenvolverse como nadie con la mezcla de estampados en dos piezas y complementos, una regla esencial para no repetir atuendo entre las invitadas de boda
RAYAS Y RAYAS: Y lo que es más, con pantalones. Uno de los estilimos mejor pensados de Olivia Palermo, por sencillo, es este conjunto de pantalón y camisa con rayas verticales en blanco y negro, que difieren solamente en el grosor. Su beauty look, un clásico made in Palermo, con recogido a la nuca y raya partida, y uñas en rouge.
EL VESTIDO DE CUADROS: Aunque esta prenda parezca poco más que imposible de combinar fuera de la pasarela, Olivia Palermo no sólo consigue hacerla suya sino que la pone a la altura de un look de boda: el vestido, de manga larga y cuello cerrado, es blanco íntegramente y no tiene más adornos que el difícil estampado cuadrícula. La socialité se ciñe a su beauty look de rigor (recogido bajo y uñas en rouge) y añade un bolso pitón en amarillo (uno de sus favoritos) y un brazalete dorado. No hace falta más.
EL DOS PIEZAS: Con falda brocada y americana. No pocas veces nos encontraremos a una invitada de boda con este outfit. Olivia Palermo lo actualiza con una camisa con estampado dálmata, que crea un efecto óptico con los brocados laterales de la falda, y zapatos a juego con una nota de color.
EL 'LITTLE BLACK DRESS': Un vestido básico, negro, con corte por debajo de la rodilla. Más fácil imposible: los único detalles son los botones del pecho. Olivia añade tres accesorios para hacer este estilismo 100% suyo además del bolso: un cinturón de doble vuelta, un pañuelo en la muñeca y unas sandalias de Jimmy Choo con borlas multicolor.
EL ESMOQUIN FEMENINO: Una versión decontruida del esmoquin, con sólo dos prendas, chaleco y falda, en blanco y negro respectivamente. La nota de color la pone la camisa de seda interior, con estampado vegetal.
LA CAMISA BLANCA: La camisa blanca es la prenda que nunca, nunca falla, y hoy la llevamos al extremo de las bodas. Este vestido camisero es el más básico de toda la selección, y encima va combinado con unos salones en negro. La nota de color la ponen el minibolso con estampados y el collar, colocado por debajo del cuello de la camisa a modo de gargantilla.
'DRESS-COAT': Una prenda que en Europa es habitual entre la Realeza y que en Estados Unidos cuenta con su propia representante: el dress-coat no es exclusivo de la Duquesa de Cambridge, y este modelo de Matthew Williamson que lleva Olivia Palermo es buena muestra de ello. Perfecto para bodas de entretiempo o incluso invierno, se puede combinar con un little black dress, especialmente si el abrigo lleva estampados o brocados.
EL VESTIDO DE ENCAJE: Otro clásico de las bodas, el minivestido de encaje sobre gasa y alguna que otra transparencia. En este caso en color rosa chicle y con zapatos de cristales. Es de Valentino.
EL PANTALÓN NEGRO: Cortado por encima del tobillo y con camisa de encaje, también en negro. Destaca el juego de complementos, incuidas las sandalias con plumas, el bolso de mano de flecos y el cinturón tipo cordón: tres tendencias en una.
LA CHAQUETA 'SPORT': Una duda frecuente en las bodas de invierno: ¿qué prenda de abrigo es aceptable? En este caso, la chaqueta es más de sport que el resto del conjunto pero aún así funciona con el efecto piel de pelo exterior y el corte por encima de la cadera, más cercano a una torera.