Los vestidos más icónicos de Diana de Gales

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Una imagen temprana, antes del nacimiento de su primogénito, Guillermo, vestida de rojo y con clutch color plata.

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Con vestido azul celeste y fajín plateado.

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Diana luciendo la tiara Spencer, una de sus piezas de joyería favoritas, y que luciría en su boda junto a Carlos de Inglaterra.

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El rojo se convertía rápidamente en una de las tonalidades favoritas de Lady Di, especialmente en sus primeros años de matrimonio junto al príncipe Carlos. La moda de la época, en los tempranos años 80, marcaba tendencia en las siluetas, más holgadas que las de hoy en día, y los detalles, con volantes y lentejuelas.

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Uno de los primeros guiños de Diana a la elegancia que convertiría en su sello personal fue este espectacular vestido-joya de color blanco, con escote asimétrico, que combinó con zapatos y bolso de mano en plata.

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El negro se convirtió en otra de las prendas angulares de su armario de fiesta, que solía apostar por los looks monocolor, combinando la mayoría de complementos con la tonalidad del vestido.

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Detalle de escote a la espalda en un vestido de terciopelo, con collar de perlas trasero. Pocas veces, al menos hasta la fecha de su separación de Carlos de Inglaterra, la princesa se decidiría a enseñar algo de piel, apostando por vestidos más recatados en esta primera etapa.

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Un original look años 20, con vestido color zafiro y tiarra Belle Époque.

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La tiara Spencer, y vestido de cóctel negro con hombros caídos. La princesa, orgullosa de sus brazos y hombros torneados, solía apostar por este tipo de cortes, que dejaban la zona superior del brazo al descubierto.

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Otro look muy sexy de la princesa durante sus años de matrimonio, con conjunto dos piezas en color rojo, botonadura trasera, y medias de seda bordadas, coronadas con dos pequeños lazos encima del talón.

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Con gesto serio, la princesa posaba con este espectacular conjunto color block en rosa fucsia y rojo, con botones dorados y tocado a juego.

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Otra de las tiaras predilectas de Lady Di: la tiara de los enamorados de Cambridge, con una grusa hilera de perlas en forma de gota, y que combinaría en numerosas ocasiones con modelos monocolor, como este vestido con torera en color blanco, con detalles de perlas.

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El vestido que lo cambió todo: el denominado como 'vestido de la venganza' fue el primero con el que Diana se dejó ver, después de su separaciión, y de que su aún entonces esposo reconociese su infidelidad en una entrevista.

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Con un dos piezas inspirado en Jackie Kennedy, en rosa chicle con tocado a juego y zapatos en color negro.

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Minivestido-joya en color rojo, el color que le acompañaría durante dos décadas, a juego con los zapatos y el bolso de mano.

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Diana no sólo volvía a recuperar la sonrisa tras el anuncio de su separación: la princesa renovaba completamente su armario, incluyendo modelos mucho más sugerentes y arriesgados, como este traje cóctel en azul, con cuello halter y pronunciado escote en uve.

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De largo, en morado, con complementos a juego.

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Una imagen poco frecuente de la princesa, luciendo pantalón y abrigo brocado, en tonos achampanados.

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Una de sus últimas apariciones antes de sufrir el accidente que le quitaría la vida, vistiendo un icónico vestido en color rojo, con cuerpo de strass.

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Las pocas veces que Lady Di no optaba por un look monocolor lo hacía por un conjunto a dos colores, como este modelo estilo navy en blanco y negro, con maxibotones, franjas horizontales en la falda, y puños vueltos.

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Otro conjunto en rosa chicle, con abrigo al muslo y falda a juego. Este tipo de abrigos se convertirían, diez años después, en una de las piezas fundamentales en el fondo de armario de Catherine Middleton.

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Junto a su hijo menor, el príncipe Harry, de blanco y con sombrero bicolor.

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Lady Di, con un vestido ajustado de color negro, muy escotado y de cuello redondo.