A principios de abril, la Gran Manzana se convierte cada año en el epicentro de la moda nupcial. La New York Luxury Bridal Week es un momento clave dentro del calendario y una cita de la que estar pendiente si te vas a casar y estás buscando inspiración para tu vestido o, simplemente, eres una apasionada de este sector. Ya sea en formato desfile o exposición, los diseñadores muestran sus propuestas para la próxima temporada y adelantan muchas de las tendencias que, durante los próximos meses, llevarán las novias en sus bodas. Aunque las flores en tres dimensiones y los lazos se siguen colando en muchos de los diseños y los escotes que dejan los hombros al aire siguen siendo protagonistas, los corsés y las faldas de princesa estarán más presentes que nunca.
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No es ninguna novedad que el corsé se ha convertido en la pieza estrella de muchos vestidos de novia. Este elemento, que moldea la figura, dándole forma de reloj de arena, se utiliza cada vez más en los trajes nupciales, logrando diseños muy femeninos, con marcada inspiración royal, que conquistan a mujeres con gustos muy diferentes entre sí. Esta temporada hemos visto como algunas de las novias más virales, como Carlota, recurrían al corpiño. Y firmas como Justin Alexander Signature, Viktor & Rolf o Rita Vinieris lo incluyen en sus propuestas para 2026.
El corsé seguirá presente en los vestidos de novia de 2026 y lo hará en clave más sexy. Este elemento se mezcla con escotes palabra de honor o corazón, que dejan a la vista los hombros y la clavícula. Se llevan con faldas llenas de volumen, de inspiración princesa, pero también con otras opciones más estrechas e incluso ceñidas. Algunos son limpios y minimalistas, mientras que otros se decoran con flores en tres dimensiones, pliegues e incluso se dejan a la vista los cordones que sirven de cierre.
Vestido de novia con cintura a la vasca de Galia Lahav
Cintura a la vasca
La cintura a la vasca es un tipo de diseño estructural en prendas (especialmente en vestidos, chaquetas o tops) que se caracteriza por una forma entallada en la cintura y una extensión o pieza añadida en forma de faldón corto, que se abre ligeramente sobre las caderas. Suele ser redondeado y, como podríamos imaginar por su nombre, viene de los trajes tradicionales vascos. Un detalle que se cuela en los diseños nupciales, tanto en los confeccionados a medida como en los de colección.
Firmas como Galia Lahav o Julie Vino proponen esta estructura en muchos de sus vestidos; un acabado que casi siempre se une a los corsés, aunque no es necesario hacerlo para que funcione. Eso sí, unirlo a faldas con volumen (aunque no excesivo) sí es importante para que consiga su objetivo: estilizar y favorecer la figura de la novia, algo que buscan casi todas las prometidas que apuestan por este tipo de cinturas.
Cuerpo drapeado de un vestido de novia de Hera Couture
Cuerpo drapeado
El drapeado es una técnica de costura que consiste en realizar pliegues a un tejido para darle forma y movimiento. De ese modo se consigue que se adapte al cuerpo de la novia y se cree una estructura diferente en función de sus necesidades. Es decir, puede interesar crear volumen en una parte para afinar o compensar otra. Gracias a sus beneficios, el drapeado es común en los vestidos de invitada y, desde hace algún tiempo, muchos diseñadores nupciales lo utilizan también en sus creaciones.
Aunque el drapeado se puede utilizar en puntos concretos o en zonas más amplias, firmas como Anne Berge, Ouma o Hera Couture prefieren llevarlos a todo el cuerpo. Con esta decisión favorecen el busto de la novia y ayudan a proporcionar su silueta. ¿Lo mejor? Su versatilidad, ya que se pueden incluir en todo tipo de diseños.
Hay cortes y siluetas que siempre están presentes en los vestidos de novia y que ganan protagonismo cada cierto tiempo. Si hace algunas temporadas vimos como los diseños sirena eran muy elegidos, en 2026 llega el turno a los vestidos de corte princesa. Si venimos de un momento en el que la silueta columna era una de las más demandas, los trajes llenos de volumen cobran protagonismo en las colecciones de Zuhair Murad, Justin Alexander Signature o Ines Di Santo, entre otras muchas.
Para ganar movimiento y liviandad, se eligen tejidos ligeros como tules o gasas, aunque también hay opciones mucho más estructuradas, confeccionadas en mikados o tafetán. Lo más característico de la próxima temporada es que estas faldas se combinan con cuerpos encorsetados y palabra de honor, que dejan los hombros a la vista. También se decoran con pedrería, flores en tres dimensiones o bordados que dan un aire más romántico al conjunto.
La tendencia bohotiene su origen en el movimiento bohemio del siglo XIX, vivió un renacimiento entre 1960 y 1970 gracias a la contracultura de la época y ahora vuelve con fuerza gracias a firmas como Chloé, Etro o Isabel Marant. Y como el mundo nupcial bebe directamente de la moda, diseñadores como Ines Di Santo no han dudado en reinterpretarlo en sus colecciones y proponer para 2026 novias que abrazan con fuerza esta corriente.
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