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La boda en Madrid de Ana recién casados© Carol García – Conde

Boda viral

Un vestido de novia sencillo y una capa de terciopelo, la elección de Ana para su boda en Madrid

María Gadea confeccionó para este enlace celebrado en noviembre un diseño con mezcla de texturas


10 de abril de 2025 - 18:25 CEST

Aunque anunciar una boda es ilusionante y toda una revolución para quienes rodean a la pareja, hacerlo siendo esa primera novia del grupo que se casa puede suponer un reto y una auténtica revolución, pues esta persona será novata, tendrá menos conocimientos y, por tanto, más indecisión ante la elección de proveedores y resultados esperados. Es lo que Ana, una novia madrileña cuyo look ha cosechado numerosos piropos en la red, nos explica que experimentó cuando tuvo que buscar el atelier que confeccionara su vestido nupcial. Su primera y definitiva visita fue a María Gadea, quien desde el inicio se mostró atenta y paciente e inspiró confianza a nuestra protagonista. Esto se tradujo en un look sencillo, con notas románticas, que presentaba escote cuadrado, unas mangas abullonadas con volante asimétrico y una bonita capa que hacía contraste y que ha terminado por traspasar fronteras.

Boda de invierno en Madrid maría gadea© Carol García – Conde

Un vestido de novia con toques románticos 

En un primer momento, Ana se abrumó ante la simple idea de escoger qué quería para su diseño nupcial y quién debía ser el creador adecuado para darle forma. “Me sentía un poco perdida en el mundo de las bodas, era la primera de mis amigas cercanas en casarme y tampoco tengo hermanas mayores que pudiesen guiarme un poco, por lo que era algo que me asustó al principio. A veces parece que todo el mundo lo tiene claro desde el momento cero, y algunas desde incluso antes de casarse y no era para nada mi caso”, señala.

Boda en Madrid en noviembre con velo© Carol García – Conde

Por suerte, nuestra protagonista acertó de lleno en su primera opción, que fue con la que escogió quedarse. En el taller de María Gadea le abrieron las puertas y escucharon sus dudas con interés a la par que le explicaron todas las opciones. “María tuvo muchísima paciencia conmigo, me enseñó un montón de telas y me las fue poniendo encima para ver cuáles me gustaban o me favorecían más, para ver la textura, la caída de cada una de ellas, etcétera”, reconoce. Esta experiencia reconfortó a Ana, le permitió tener más claridad y le aportó tranquilidad. Al fin estaba disfrutando del proceso de hacerse un vestido a medida: “lo que antes me daba miedo pasó a ser algo que me ilusionaba un montón. Me quedé supercontenta y ¡tuve claro que quería hacérmelo con ella!”.

La boda de Ana en Madrid novios© Carol García – Conde

Con esta primera toma de contacto, descubrió una cuestión que, apunta, resulta imprescindible para toda novia: abrirse con sinceridad a ese diseñador que hará el vestido nupcial permitirá que exista un entendimiento entre las partes y logrará que este pueda proponer algo en sintonía con lo que la prometida espera. “Con María todo fue superfácil, es tan buena y te hace sentir tan a gusto que disfrutas muchísimo cada prueba. Se nota el cariño y el cuidado con el que Rita y ella hacen todo. En todo momento sentí que estaba en las mejores manos y confié en ellas al 100%”, destaca.

Ana novia viral preparativos© Carol García – Conde

"Lo único que tenía claro es que el vestido tenía que llevar hombreras o manga algo abullonada, porque suelo llevarlos en mi día a día y sabía que con eso me sentiría cómoda", nos cuenta Ana.

La boda de Ana en Madrid capa de novia© Carol García – Conde

Ana sabía que debía pensar en qué piezas le identificaban y qué detalles le gustaban para poder orientar a María Gadea. Tenía claro que buscaba algo sencillo, pues no quería no reconocerse en un día tan señalado. La suya fue una boda de noviembre en Madrid y por eso también decidió que el vestido debía tener algún detalle más especial que le diera ese toque propio de boda en meses de frío. "Siempre me imaginé casándome en primavera o verano, pero por circunstancias de la vida, al final me casé en noviembre. Me acabó encantando la idea de boda invernal, creo que me pega y quería aprovechar la época para llevar un vestido acorde con la estación del año", desvela.

La boda en Madrid de Ana con mangas abullonadas© Carol García – Conde
Boda de otoño en Madrid mangas especiales© Carol García – Conde

Mangas con importancia

En las primeras citas, María presentó a Ana un sinfín de tejidos de diferentes texturas. Debían elegir el acabado deseado no solo para el vestido, sino para esa segunda pieza (que sería capa o chaleco, aún por definir) que pondría la nota invernal. El problema era que nada convencía a nuestra protagonista, no se sentía identificada con esas primeras propuestas. Pero todo cambio casi al final de la reunión: "me propuso una idea de una capa, pero con apoyo en el hombro por delante, que hacía un poco efecto chaleco, que me pareció muy original. También creo que fue clave la tela, para el vestido utilizamos un crepé sencillo, y para la capa un terciopelo arrugado superespecial, que daba una luz preciosa y encajaba perfectamente".

Ana novia viral con capa© Carol García – Conde

A las pruebas le acompañaron su madre, su abuela y algunas de sus mejores amigas. Confiesa Ana que esos momentos fueron emocionantes y muy agradables, instantes que les permitieron ver en directo la evolución del look. Además, estos encuentros le facilitaban desconectar del estrés de la boda. Junto a ellas pudo definir las mangas del estilismo, un diseño romántico que se convirtió en lo más característico de su traje nupcial. "Yo gesticulo muchísimo y María me dio la idea de unas mangas con volante asimétrico, que daban un movimiento que me encantó", admite.

Boda en Madrid en noviembre peinado© Carol García – Conde
La boda en Madrid de Ana maquillaje© Carol García – Conde

Trenza desmontable y en tendencia

La sencillez fue la máxima en cuanto al maquillaje de novia, puesto que la madrileña no suele maquillarse y buscaba un resultado natural. Ángela Blanco comprendió a la perfección qué quería e hizo a Ana sentirse verdaderamente cómoda, en sus propias palabras. "No era consciente de lo importante que es tener gente a tu alrededor en el momento de los preparativos que te calmen y ayuden a quitar los nervios. En mi casa somos todo chicos menos mi madre y yo y contar con Ángela para los últimos detalles de colocar el velo, el vestido y calmar los nervios fue clave, le estoy muy agradecida", sostiene. A este look de belleza limpio y atemporal, se sumó un peinado de tendencia: una trenza desenfadada que era desmontable, un recurso al que recurrió en el momento del baile y que le permitía cambiar y quedarse con un semirrecogido.

La boda de Ana en Madrid joyas© Carol García – Conde

Joyas de novia con historia

Nuestra protagonista no quería incurrir en complementos excesivos, así que decidió completar el estilismo con joyas con gran significado. Primero, los pendientes que le prestó su suegra: "me hizo mucha ilusión llevarlos, Pablo no tiene hermanas y me pareció muy bonito ser yo la que llevase algo de su familia". Y en segundo lugar, dos regalos de Pablo: el anillo que le regaló para pedirle matrimonio y en su pedida de mano. Una pieza, esta última, que él mismo diseñó junto con un joyero. "Pablo es muy detallista y le hizo mucha ilusión participar tanto en la elección del anillo", apunta. 

Ana novia viral © Carol García – Conde

Un ramo de novia silvestre

Para acompañar un vestido con matices románticos, detalles atemporales y un aspecto de ligereza, nada mejor que un ramo de novia silvestre. Ante todo, Ana recuerda que no quería que fuera cursi y que buscaba una propuesta con los tonos propios del otoño. Fue Bukka la floristería encargada de darle forma y la novia no supo qué se encontraría hasta la mañana de la boda. Lo suyo fue confianza plena: "lo vi el propio día de la boda por la mañana y me encantó. Mis mejores amigas me regalaron una medalla de la Virgen que llevé atada en el ramo. Además, del ramo hicimos unas réplicas idénticas que dimos a nuestras madres y amigas". 

Boda de invierno en Madrid ceremonia© Carol García – Conde

Sobre el velo nupcial, a nuestra protagonista le surgieron muchas dudas, pues lo había visto en otras novias y le parecía precioso, pero en ella le resultaba extraño, se sentía disfrazada. No obstante, las circunstancias, en su última prueba la convencieron a llevar este accesorio tan espectacular. "Cuando el vestido estaba prácticamente terminado, probamos un velo de seda orgánica, una tela superfina y delicada que encajaba completamente con el vestido y conmigo. Al probármelo y ver la reacción de mis amigas y mi madre y abuela, decidí que no podía no ir velada", recuerda.

La boda de Ana en Madrid vestido novia© Carol García – Conde

Ana optó por no llevar un look más, con el primero y único le bastaba: "no llevé un segundo look, quería un vestido suficientemente cómodo que me permitiese aguantar todo el día. La capa era desmontable, por lo que me la quité en el momento de la comida, y el vestido tenía una pequeña cola que se recogía para que en el momento de bailar estuviese totalmente cómoda. Al quitarse la capa, la espalda del vestido tenía también detalle por detrás, respetando la simetría que hacía la capa, por lo que, aunque mantuviese el mismo vestido, tenía también un toque especial".

La boda en Madrid de Ana galapagar© Carol García – Conde

Un amor desde la infancia

La historia de Ana y Pablo es la historia de un amor de la infancia. La pareja se conoció en el colegio cuando tenía tan solo 12 años. "Empezamos a salir cuando éramos unos niños, no sabíamos dónde nos metíamos en ese momento", confiesa la novia. Su enlace llegó el pasado 2 de noviembre de 2024 en Madrid, tras 12 años de amor. "Los dos estábamos seguros que queríamos casarnos, pero yo estaba estudiando una oposición y no queríamos dar el paso hasta que no terminase".  

La boda en Madrid de Ana recién casados© Carol García – Conde
Boda de otoño en Madrid look con capa© Carol García – Conde

La petición de matrimonio fue uno de esos momentos que no se olvidan nunca. Así recuerda cómo se desarrolló la escena en el Faro Cabo Mayor de Santander. "Me pidió matrimonio en cuanto terminé la oposición. Es un sitio muy especial para nosotros, es un plan que hacíamos siempre cuando nos escapábamos un fin de semana. Me encantó que fuese algo tan sencillo y tan nuestro y que cada vez que volvamos podamos recordar aquel día", nos dice Ana. 

Boda de invierno en Madrid look de maría gadea© Carol García – Conde
La boda en Madrid de Ana ceremonia religiosa© Carol García – Conde

El 'sí, quiero' se desarrolló entre dos espacios, la ceremonia fue en la Ermita Nuestra Señora de la Paz y la celebración en Villa Saudade. A Ana le encantó la idea de casarse en este templo porque era recogido y así podía sentir más cerca a todas las personas que estaban acompañándolos en aquel momento. "La ermita tiene significado familiar para la familia de Pablo y también nos gustó mucho siempre por no ser muy grande, no me veía entrando en una iglesia enorme y con un pasillo demasiado largo", admite. 

Ana novia viral iglesia© Carol García – Conde
Boda en Madrid en noviembre ceremonia© Carol García – Conde

En lo que respecta al espacio para el banquete y la fiesta, los novios se decantaron por esta finca porque, al ser una boda de otoño, les ofrecía un plan B si llovía. Querían que, además de permitir a los invitados que se sintieran cómodos, fuera un escenario bonito no solo en sus exteriores, también en sus interiores. "Es una finca a la que no habíamos ido antes, superbonita y acogedora. Nos encantó tanto la finca como el trato que nos dieron ahí, por lo que en cuanto la conocimos, no dudamos en elegir Saudade", explica. 

Ana novia viral e invitadas© Carol García – Conde

Organización en familia

Para organizar su gran día, la pareja no contó con wedding planner. A pesar del vértigo asociado a los preparativos, apostaron por ayudarse de sus madres y sus amigos. A ello se añadió el asesoramiento y apoyo del equipo del espacio, Villa Saudade, que se adaptaron a la perfección a la visión de la pareja. "Estuvieron muy pendientes el día de la boda para que todo saliese bien. Saber que todo está controlado es algo que en el momento te da muchísima tranquilidad y te deja disfrutar del día", aconseja.

Boda en Madrid en noviembre novios© Carol García – Conde

En sintonía con esa colaboración que le prestaron sus seres queridos, surgieron detalles inolvidables. Una amiga de Ana se encargó de pintar el sobre de la invitación de boda con un dibujo del faro de Santander en el que Pablo le pidió matrimonio. "Mis amigas del cole nos regalaron unos recordatorios pintados por ellas para nuestros invitados con la virgen del colegio al que íbamos Pablo y yo", añade.

La boda en Madrid de Ana decoración© Carol García – Conde

Decoración nupcial con abundancia de verdes

Al igual que sucedió con el ramo de novia, la decoración de la boda corrió a cargo de la floristería Bukka. Desde la iglesia al espacio de celebración, todo se estudió al milímetro con su equipo para que quedara tal y como los novios imaginaban. Como el templo es colorido en su interior, los novios querían huir de lo recargado y escogieron tonalidades otoñales, granates y variedades como el brezo, en cestos junto a abundantes verdes. En lo que a Villa Saudade se refiere, dejaron la papelería de boda en manos de un íntimo amigo del hermano de la novia, quien ideó los meseros de coches y el seating plan

La boda de Ana en Madrid seating plan© Carol García – Conde
Ana novia viral boda madrid© Carol García – Conde

"En la entrada de la finca hicieron un bodegón precioso, con cestos, cajas, faroles, damajuanas y muchas flores con estos tonos. El comedor, al estar acristalado y rodeado de verde, tampoco queríamos recargarlo demasiado, queríamos combinar centros altos y bajos en las mesas siguiendo esos tonos otoñales. En la mesa presidencial nos sentamos las dos familias, con hermanos y cuñados incluidos, por lo que era una mesa muy grande y queríamos resaltarla. Pusimos también pequeños jarrones y tiras de verdes intercalados con flores y frutas y quedó precioso", indica. La pareja quedó más que satisfecha con la propuesta y el resultado que Ana, de Bukka, les ofreció.  

La boda de Ana en Madrid ceremonia© Carol García – Conde

Ana y Pablo tan solo pueden agradecer la ayuda y el empuje de sus familiares y amigos durante todo el proceso que duró su enlace. La organización y el día de la boda en sí estuvieron cargados de detalles que no podrán olvidar. "Fueron mis mejores amigas las que me ayudaron a colocar todos los detalles, mesas, etcétera, el día de antes. Fue un momento muy divertido y me encantó tenerlas tan cerca en todo el proceso", apunta.

La boda de Ana en Madrid iglesia© Carol García – Conde

Para Ana el pasado año estuvo repleto de retos y cambios en lo personal y lo profesional, que tuvo que afrontar con valor y espíritu positivo. Unos meses que culminaron con su inolvidable boda, de la cual se queda con los momentos más simbólicos, los de la ceremonia. "Para nosotros casarnos por la Iglesia y recibir el sacramento del matrimonio era lo más importante", concluye. Y con ello llegó un nuevo capítulo y una vida, a dúo, con muchas aventuras por escribir. 

Boda en Madrid en noviembre de otoño© Carol García – Conde

La boda de Ana y Pablo

Fecha: 2 de noviembre de 2024.

Lugar de celebración (ceremonia y banquete): en la Ermita Nuestra Señora de la Paz y la celebración en Villa Saudade, Madrid.

Proveedores:

  • Vestido de novia: María Gadea
  • Zapatos: Flor de Asoka
  • Maquillaje y peinado: Ángela Blanco
  • Flores: Bukka
  • Fotografía: Carol García – Conde
  • Catering: El mentidero

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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