Con la llegada de la primavera, las bodas en plena ebullición y un horizonte de fiestas populares por venir, muchas desempolvan un complemento que, en realidad, es apto para todas las estaciones del año y no entiende de modas. El mantón de Manila, el accesorio más costumbrista y uno de los más representativos de nuestro país, recupera su carácter de joya y lujo atemporal para acompañar a las invitada s a bodas. Más allá de la Feria de Abril, esta pieza promete revolucionar la temporada de las flores en los eventos que se avecinan.
Pero, ¿cómo elegir y saber llevar correctamente los mantones bordados? Hablamos con el equipo de la reputada firma sevillana Foronda y buceamos en las propuestas de otras grandes casas dedicadas a este arte para descubrir las claves y tendencias de un fenómeno estético apto para todas las edades.

La colorimetría influye
La primera decisión es escoger un color para completar ese look de invitada. Este tono estará siempre cercano al rostro (al igual que estarían un collar o unos pendientes), por lo que conviene conocer qué es lo que más nos favorece. Ya sea un diseño comprado o un mantón heredado, es importante contar con herramientas que nos ayuden a distinguir si es apto para el tono de piel y si encaja con el resto de piezas del estilismo. La colorimetría es clave, apuntan desde Mantones Foronda: "Las personas con piel clara se benefician de colores que crean un contraste suave con su tono de piel y les favorecen. Colores vivos como el rojo, el azul, el verde o el morado. Las de piel media optan por los colores que complementan su tonalidad cálida, como el coral, el amarillo y el marrón y para la piel de tono oscuro resaltan los colores más intensos como el amarillo, el fucsia y el turquesa y los tonos cobre. Elige uno que complemente tu tono de piel", aconsejan.

El color y la ocasión, ingredientes destacados
Otros factores a tener en cuenta para decantarse por uno u otro mantón bordado pasan por entender las combinaciones de color para el estilismo a diseñar y las ocasiones en las que pretende lucirse la pieza (que, normalmente, es tan versátil que puede llevarse hasta con unos pantalones vaqueros). Es cierto que hay tonos más fáciles de complementar, como los neutros, pero el abanico cromático en este accesorio artesano es tan amplio, que compensa considerar todas las opciones. "Si llevas un vestido sencillo y con tonos neutros, puedes optar por un mantón que contraste completamente y pueda tener bordados florales y colores alegres, como rojos, amarillos, verdes, fucsias etc. Para un evento más formal ,un mantón con tonos más discretos como el marfil, el negro o un bordado al mismo tono del fondo, puede ser ideal, dándole a tu estilismo elegancia y sencillez", recomiendan.

7 formas de llevarlo
¿Cuántas formas hay de llevar un mantón de Manila o bordado? Los expertos de Juan Foronda nos explican las opciones disponibles. Desde 1923 esta casa sevillana (uno de los 16 establecimientos distinguidos, más emblemáticos, de la capital andaluza) está dedicada a la artesanía, especialmente e en los sectores de la joyería, el mantón y la mantilla. Con su bagaje es fácil desvelar las diversas maneras de lucir esta pieza:
1. Sobre los hombros: "esta es la forma clásica y más común. Se cuadra el mantón en rectángulo y se coloca sobre los hombros a modo de chal, asegurándote de que caiga simétricamente por ambos lados de tu cuerpo. Si se quiere estilizar la figura, se puede colocar en forma de triángulo dejándolo caer levemente y agarrándolo con los antebrazos"
2. Sobre un hombro: "para esta forma de llevar el mantón, se dobla y se coloca sobre un hombro, siendo muy favorecedora pues complementa cualquier look sin restar protagonismo al vestido de invitada.Para ello son ideales los mantones más pequeños (de tamaño 115 centímetros)".
3. Cruzado: "otra opción es tomar ambos extremos del mantón y cruzarlos por delante o por detrás, dejando que caigan libremente a los lados. Este estilo es perfecto si buscas algo más relajado, pero igualmente elegante".
4. Estilo asimétrico: "dejando un lado más largo que otro para obtener un look más desenfadado".
5. Como falda: "para usarlo así, es recomendable también un mantón de tamaño más pequeño, de unos 115 cms. para evitar que los flecos rocen el suelo".
6. Como un top, acompañado de un pantalón.
7. A lo “Macarrona”: "en honor a la bailaora que solía utilizarlo de esta manera. Esta es una forma muy favorecedora e ideal para lucir el cuerpo femenino con un estilo a las mujeres que pintaba Julio Romero de Torres. Coloca el mantón en forma de rectángulo o pico por encima del pecho, crúzalo por la espalda y lleva la parte sobrante, los picos, a los hombros asegurándolos con dos alfileres o dos bonitos broches".
8. Como un vestido de fiesta: "para lo que se pueden colocar de formas muy diferentes quedando un look muy elegante y muy favorecedor. Anudando los flecos al cuello, con un hombro descubierto siempre procurando adaptar el mantón al cuerpo por la zona del enrejado o los flecos para no dañar el tejido ni el bordado. Para este uso necesitarás un mantón grande de aproximadamente 1,40 m".

Planchar el mantón
¿Debe plancharse un mantón de Manila? La respuesta es sí. Aseguran desde Juan Foronda que es casi obligatorio si queremos que el accesorio se muestre en sus mejores condiciones. Pero, como para todo, existe una técnica que evitará hacerle daño alguno. "Hay que comenzar por el fleco, dándole varias veces hasta que se alise (con los mismos dedos se pueden ir peinando los flecos a la vez que se planchan) cogiendo el mantón por el enrejado, no por la tela. Para planchar la tela es recomendable hacerlo por el revés para que realce el bordado y a la tela no le salga brillo", recuerdan.

Una joya familiar
Como sucede con las tiaras de novia o las obras de arte, los mantones de Manila antiguos, realizados en seda natural, especialmente los isabelinos, suelen ser piezas que han pasado de generación en generación. Joyas heredadas que son un reflejo de la exclusiva artesanía de antaño. Tratando de reproducir las técnicas artesanales de antaño, firmas como Artesanía Nava ponen en valor la elegancia atemporal y el trabajo que hay detrás de cada una de estas piezas.

Mantón de Manila + vestido liso
El mantón de Manila reclama su hueco en las bodas de la temporada, pero también es una gran inversión si tu intención es acudir a alguna de las ferias y romerías de Andalucía y no vas a ir vestida de flamenca. Cada vez más firmas sacan ediciones limitadas y colecciones especiales de vestidos y trajes pensados para acudir a estos eventos. Una de las fórmulas más repetidas en estos casos es la de un vestido liso con un mantón bordado con flores a color. Un estilismo que, sobre estas líneas, representan a la perfección un diseño naranja de Victoria Colección y un mantón bordado de Artesanía Nava.

Mantones antiguos vs mantones bordados nuevos
Desde Vestir Arte, firma ubicada en Barcelona, con gran conocimiento en la historia, cuidado y legado del mantón de Manila, nos explican las diferencias clave entre los diseños antiguos y los nuevos. Los primeros son piezas únicas, aunque han de ser de segunda mano, mientras que los segundos ofrecen colores más vivos, pues están en perfecto estado. "Un mantón antiguo suele tener un precio superior a un mantón actual, porque suele estar más elaborado que uno nuevo, pero sobre todo porque se vende en un mercado de coleccionistas e indumentaristas altamente especializado. El precio de mantón de Manila antiguo suele ser más alto que el de un mantón nuevo. Los tipos de bordado antiguos y la seda antigua son muy difícil de replicar y en eso se basa el valor de la prenda.
Hay una amplia oferta de mantones de Manila nuevos hechos en España, tanto a mano como a máquina, que están en perfecto estado. Pueden realizarse a máquina o mano, siendo estos últimos los más cotizados y por lo tanto los más caros. Para distinguir los de mano de los de máquina, hay que mirar el reverso del mantón. Si este es igual que la parte de delante, lo más probable es que estemos ante un mantón realizado a mano. Por el contrario, en el reverso de los de máquina podrás encontrar entremezclado entre los hilos de colores, un hilo blanco que pertenece a la canilla de la máquina de coser. Los bordados suelen presentar mayor rigidez que los antiguos. Los mantones mecánicos suelen estar hechos de seda sintética", exponen.

Cómo conservalo
Ante la duda de cómo cuidar y tratar, frente al paso de tiempo, este tipo de piezas, en Vestir Arte nos exponen que se trata de piezas delicadas en seda y no es fácil su conservación. Lo importante, reconocen, es nunca guardar doblado el mantón. "Si lo doblamos, estamos provocando que las líneas de doblez se marquen e incluso lleguen a rajar la seda. Cuanto más tiempo esté el mantón doblado, más daño se hará a la prenda. Lo recomendable es "dejar caer" el mantón de modo natural. Se toma el mantón más o menos del centro y se va depositando en el cajón, de modo que sea él el que decida cómo arrugarse y posteriormente se envuelve en un papel de seda. Si no se puede hacer así, por falta de espacio, se colgaría en una percha, sin dobleces y metido en una funda de tela, de plástico. Habría que airearlo dos o tres veces al año", concluyen.

Otros tipos de mantones
Dentro del universo del mantón y el mantoncillo (más pequeño), hay también firmas que ofrecen acabados novedosos y que crean moda con los mismos. Es el caso de Altermanila, la firma fundada por Covadonga Jaquete que pretende ser una alternativa al mantón de Manila tradicional y que presume de diseños propios estampados sobre seda natural y con fleco corto.

Un complemento que eligen las influencers
Los mantones son prendas que han crecido en popularidad entre las celebrities e influencers. Si anteriormente este complemento era más habitual entre la realeza, ahora también se cuela en los looks más virales de las redes sociales. Con un mantón de seda de Altermanila, Margarita de Guzmán, la prescriptora tras el perfil de Invitada Ideal, posa en la Plaza de España de Sevilla con una falda a todo color con fleco blanco. Un look que inspirará a numerosas invitadas de primavera.

El mantón más allá de su formato clásico
Lejos de la versión más tradicional del complemento, las firmas que mejor conocen su historia saben cómo transformarlo o inspirarse en el mismo para crear prendas y complementos a partir de sus bordados. Lo vemos en las propuestas de Lina, donde un conjunto de blusa y falda, con el clásico enrrejado manual y ligeros bordados florales, forman un elegante dos piezas en un intenso rojo. Un look con aires orientales que une la estética del mantón o mantoncillo con la fluidez de un kimono oriental.

Imprescindible en nuevas colecciones
El mantón de Manila y también los tejidos inspirados en el mismo se han convertido en elemento clave en las nuevas colecciones de primavera. Y es que este complemento tan nuestro está de moda, dentro y fuera de nuestras fronteras, pues hasta diseñadores de alcance internacional han optado por hacer de esta pieza la protagonista de sus desfiles. Para entender los mantones bordados y su alcance basta con introducirse en el mundo de la diseñadora sevillana Lina, cuya firma, capitaneada por su familia, se ha convertido en mucho más que un emblema de la moda flamenca, gracias a todo tipo de prendas y complementos y una forma muy característica de renovar el mantón.