Aunque en las bodas de 2024 y ahora en 2025 triunfan los vestidos de novia románticos, vaporosos y con tejidos fluidos, existen otras alternativas que se han popularizado en las redes sociales y que, en realidad, no son nada nuevo. Porque los diseños nupciales de corte princesa son una propuesta tradicional por la que no pasa el tiempo. El ejemplo lo vemos en este look nupcial de encaje, el que ha llevado una novia viral llamada Lorena, firmado por Francesca Miranda, y que ha gozado de un gran éxito en la red. Lo lució en su espectacular enlace, celebrado en Punta del Este, Uruguay.

El encaje y el corte princesa para un vestido de novia atemporal
Para su gran día, que tuvo lugar el 28 de diciembre de 2024, se puso en manos de la diseñadora colombiana, quien supo entender lo que buscaba nuestra protagonista. "La verdad es que estaba bastante perdida y, como vivo en Nueva York, la cantidad de opciones que hay es abrumadora”, nos cuenta. Optó por esta firma después de haberse probado más de 20 vestidos y haber deseado hacerle modificaciones a todos. “Supe que tenía que diseñarlo desde cero”, explicaba.

Para hacer su sueño realidad tuvo que coger el avión. “El trabajo me ha permitido que viaje mucho a Colombia y con el tiempo he ido conociendo lo espectacular que es su moda y también tengo muchas amigas colombianas que se han casado con vestidos hechos por Francesca Miranda y me habían hablado muy bien de ella”, nos asegura. De manera que se probó varios looks de la casa en su espacio de Nueva York y quedó encantada. Más tarde, tuvo una videollamada que le aportó mucha tranquilidad. “Me sentí tan segura con su equipo, sentí el click y tres meses después estaba en Barranquilla diseñando el vestido”, recuerda Lorena.

Durante todo el proceso e incluso antes de acudir al atelier, Lorena siempre tuvo claro que su ilusión era un vestido de encaje, de inspiración clásica y romántica y alma atemporal. En su búsqueda del diseño perfecto, antes de escoger la firma definitiva de su look, encontró una prenda de lo más inspiradora: “me probé de todo, todos los modelos que se puedan imaginar, para poder estar segura del que tenía en mente. En Nueva York me llegué a probar un vestido que era exactamente como lo había imaginado y me encantó (aunque le faltaba tener la parte de arriba removible) fue en ese momento cuando paré de probarme estilos, porque siempre volvía a esa foto”.

Como sucede con otras muchas novias, Lorena se acordó de un famoso estilismo nupcial que se convirtió en pieza clave en su elección: el de Michelle Salas. La influencer mexicana, hija del cantante Luis Miguel, se casó enfundada en un traje de Dolce & Gabbana, de encaje, con cuerpo bustier, silueta catedral y mangas largas que se parecía, y mucho al de Grace Kelly. El corte y el cuello de este look nupcial fueron iguales para nuestra protagonista. “Creo que es el vestido de novias más lindo que he visto, después del mío”, reconoce entre risas.


Cuando se puso en manos de Francesca Miranda, nuestra protagonista ya tenía todo claro, tan solo necesitaba quien lo diseñara, ejecutara y seleccionara tejidos. Se decantó por un espectacular encaje francés, que resaltaba sobre su tono de piel y que no era excesivamente transparente.

“La primera vez que fui a Barranquilla, en febrero de 2024, fue para definir el diseño. Dejamos muchas cosas en abierto como la altura de las mangas, el forro del corsé o las hombreras, con la idea de definirlas en mi primera prueba. Volví en octubre con mi madre para probármelo por primera vez. El vestido ya estaba armado, pero le faltaban todos los detalles. Al probármelo y tener a mi mamá al lado, me ayudó a tomar decisiones, decidimos que queríamos las mangas largas, que llegaran hasta mitad de mi mano; decidimos forrar el corsé para que no se vieran tanto las hebillas; los hombros los dejamos algo elevados, pero no muy agresivos, y decidí que quería que la falda tuviese más volumen”.

Su última prueba tuvo lugar en diciembre, tan solo 15 días antes del ‘sí, quiero’. Con los nervios, la novia había adelgazado y el vestido le estaba grande. En cuestión de un día hubo que meter bastante al diseño. “El sábado me lo volví a probar y me quedó algo ajustado, pero confié en el proceso y me lo llevé. Era realmente el vestido de mis sueños. Era la primera vez que me veía con el ramo, el velo todo. Yo me considero una persona realmente tranquila, pero el equipo de Francesca no me hizo dudar ni un minuto, hasta cuando no sabía nada del vestido durante meses. Sabía que estaba en buenas manos”.

El consejo de recién casada
"En términos de vestido y looks, pruébate absolutamente todo, hasta lo que no te imagines. Una nunca sabe y es mejor sacar esa duda a quedar con el 'qué hubiera pasado si...'. Y al final del día, decide tú lo que a ti te guste y te haga sentirte bien, no te dejes influenciar por lo que te digan las otras personas. Es tu día y si una se siente bien y linda, lo transmite", recomienda Lorena.


Sobre su look de belleza, Lorena admite que su peinado fue una decisión de última hora, porque siempre quiso casarse con coleta y así se vio en las pruebas. "Minutos antes de que me peinaran, cambié todo. Todas a mi alrededor me decían que por el vestido era mejor hacerme un moño, para que se apreciase el cuello y ya, una vez que me lo quitara, me podría soltar el pelo. ¡Me dejé llevar y no me arrepiento! Me parece que encajó exactamente como debería con el estilo del vestido", nos explica. La naturalidad se impuso en su maquillaje, pues no quería parecer otra, pero a última hora se inspiró en una novia que encontró en las redes sociales y el resultado le encantó.

De su ramo al segundo look de la novia
En lo que a accesorios se refiere, apostó por la sencillez, dado que el vestido ya gozaba de gran protagonismo. Llevó un largo velo clásico, unas joyas prestadas que pertenecían a su madre y unos zapatos de Jimmy Choo. “Siempre fue mi sueño casarme con unos zapatos de ellos. Como me casaba en un viñedo, el tacón era grueso y la verdad que fueron muy cómodos y los recomiendo”, añade. Por otro lado, el ramo de novia era un bouquet de rosas minimalista, porque a nuestra protagonista, a pesar de ser tendencia, no le convencen los diseños con cascada ni los de flores con caída. Escogió la seguridad de lo atemporal: “siempre me han gustado los ramos chicos y que complementan a la novia, en vez de quitarle el foco”.

Como su vestido era desmontable, la novia se transformó para el momento del baile. Se quitó la parte de arriba, como si de un chaleco o blusa se tratara y se quedó con el cuerpo palabra de honor que había debajo. Así bailó con su marido y su padre. “Duré con ese vestido unas buenas horitas, hasta que decidí ponerme el corto”, señala.


Y es que, además de su traje principal y convertible, Lorena llevó un segundo diseño, corto. Confió en el trabajo de una diseñadora brasileña a la que había recurrido en otras ocasiones para sus estilismos de invitada y de pedida. Amanda Freitas ideó para ella una pieza de encaje, de largo mini, con escote palabra de honor y una falda con volumen. “Me quité los tacones y me puse unas Converse blancas de cuero, que las diseñé yo misma. Tenían la fecha de mi matrimonio y el apellido de mi esposo”, señala.

Una boda entre viñedos en Punta del Este, Uruguay
De su inolvidable gran día, nuestra protagonista no podría quedarse con un solo momento, porque este enlace estuvo repleto de escenas especiales. Ella reconoce que la sensación de aquel día nunca podrá olvidarla. "Es una felicidad que jamás he sentido. Ver a todas las personas ahí por ti, celebrándote, queriéndote. La verdad es que los momentos más felices de la vida son para ser compartidos y este se compartió y fue el mejor día de mi vida".

Lorena conoció a Nacho en plena era COVID, durante una fiesta "clandestina" en Nueva York. "Me acerqué yo a preguntarle: '¿tú quién eres?'. El resto es historia", desvela entre risas. La petición de matrimonio llegó tras tres años de relación, en abril de 2023, en Kyoto, Japón y la boda poco después de celebrar cuatro años de amor.

Una boda entre viñedos
La pareja se lleva ocho años de diferencia. “¡Nosotros nos fuimos a vivir juntos al año de relación. ¡Nueva York medio que te empuja por ser una ciudad tan cara! Y a los dos años de relación ya se hablaba de casarse o al menos ya preguntaban amigos. Quizás la presión la sentía más él que yo", apunta. Nuestra protagonista imaginaba que su entonces novio le pediría la mano en 2024 y que el enlace llegaría en 2025. “Pero, cuando me lo pidió ese abril de 2023, yo tenía las uñas moradas y lo único que decía era: "¿quéee?” En los tres idiomas que sé… La verdad que es que quedé muy confundida, no entendía nada. ¡Me pilló por completa sorpresa y no lo cambiaria por nada!”

Su gran día llegó a finales de diciembre en Punta Este, la región de la que es natural su esposo. “Es uruguayo y parte de su familia vive ahí. Lo más chistoso es que a mí la vida también me ha llevado mucho a Uruguay. Cuando tenía 16 años hice un intercambio en Montevideo y a los 19 años volví para trabajar allá durante tres meses. Es un país con personas hermosas que se ha llevado mi corazón”, nos cuenta. Esta es una zona de costa, con más actividad durante el verano (que coincidía con la fecha de la boda), por lo que muchos invitados se quedaron y pasaron toda una semana hasta año nuevo.

Como católicos, decidieron casarse por la iglesia en la Capilla San Rafael, donde Nacho hizo la comunión y con una inolvidable ceremonia a las cinco de la tarde. Desde ahí se trasladaron a Aguaverde Wine Lodge, a unos 20 minutos del templo, donde ofrecieron un cóctel, un banquete y una posterior fiesta que duró hasta las 8 de la mañana.

"No les voy a decir que no se peleen y que no te estresen porque es imposible, pero deben confiar en el proceso. No te anticipes, piensa que todos tus proveedores y las mismas wedding planners tienen 250 bodas antes que la tuya, van a llegar hacia ti y por algo los contrataste, contigo no será diferente y todo va a salir espectacular. Lo no esperado probablemente pase, y haya momentos que dirás: '¿qué hago? Let it flow'. Repito, es tu día y si tú estás feliz y realizada, nadie se dará cuenta de que algo faltó o falló (nadie sabía que el carro se había roto y que no tire el ramo). Invierte en los detalles. Nadie se acuerda del color de las flores, pero sí de los detalles que les hiciste".

Organización a distancia y con wedding planners
Casi un año y medio antes de celebrar su enlace, los novios escogieron la fecha, con la intención de poder planificar con margen. En diciembre de 2023, 12 meses antes del gran día, se trasladaron a Punta del Este, para conocer las diferentes opciones de espacios, definir los detalles y reunirse físicamente con sus wedding planners, Marina Cook Wedding Planners: "la verdad es que no lo habría podido hacer sin ellas".


Reconoce Lorena que el proceso fue estresante y largo, pero también muy divertido. Tuvieron que organizar al milímetro los tres eventos que compusieron su boda y por eso agradece especialmente el haber contado con un servicio de wedding planning. "La verdad que tenerlas a ellas para ayudarnos con todos los terceros fue esencial. Ayudan a que uno no se vuelva loco y eso que la locura real empieza 1 o 2 meses antes de la fecha".

En lo que respecta a la decoración, la pareja quiso potenciar la belleza natural del enclave y la magia de los viñedos que los rodeaban. “El lugar hablaba mucho ya de por sí y la verdad es que agradezco mucho haberme casado ahí, porque si tuviera que decorar cuatro paredes creo que me habría vuelto loca. La decoración fue bien minimalista, todas las mesas tenían velas y arreglos en tonos blancos y verdes para que simplemente acentuasen el local”, explica.

La mejor anécdota
El matrimonio apostó por un coche clásico para su boda, pero en el último momento el vehículo falló y el novio tuvo que avisar a la novia de que utilizarían el coche de su madre. "Ante tal pronóstico no me aloqué, no me importó. Dije: "no pasa nada". Y así fue", cuenta. Además, otra anécdota divertida es que no tiró el ramo porque se le olvidó. "La verdad que lo pasé tan bien cada minuto que ni se me cruzo por la cabeza. Ahora estoy pensando en situaciones en las que podría tirar el ramo. ¿El bautizo de primer hijo cuando tenga uno? ¡Apropiado!", confiesa.
Su último consejo es una máxima a la que recurren proveedores y recién casadas: "estén presentes en cada minuto del día. Se pasa tan tan rápido que hay que aprovechar cada minuto con cada persona que te viene a hablar. Es abrumador, sí, pero vale toda la pena. Contra lo que ya está, no hay nada que puedas hacer, así que goza de cada minuto y baila hasta que te duelan los pies".

La boda de Lorena y Nacho
Fecha de la boda: el 28 de diciembre de 2024.
Lugar de celebración (ceremonia y banquete): en la Capilla San Rafael y en Aguaverde Wine Lodge (Uruguay)
Proveedores:
- Fotos: @boffanostudios
- Vestido de novia: @francescamirandabridal
- Vestido de la fiesta: @noor.atelier
- Weddings planners: @marinacookassessoria
- Lugar de celebración: @aguaverde.uy