A finales del próximo mes de agosto Andrea González y Javier Ausín se darán el 'sí, quiero' en Cantabria. Este verano la pareja de influencers anunció su compromiso en redes sociales, plataformas en las que, sumando los datos de sus cuentas de Instagram y Tiktok, aglutinan más de 800 mil seguidores que estarán pendientes de su boda. Aquel vídeo, en el que mostraban el anillo de compromiso y cambiaban su estatus de novios a prometidos, se convirtió en uno de los más reproducidos de sus perfiles, pero nos confiesan que eso no está haciendo que se sientan presionados con la organización. Hablamos con ellos sobre la boda, el vestido de novia de Andrea, el chaqué de Javier y cómo imaginan su vida tras este paso.
Su historia de amor
Andrea y Javier se conocieron, como la mayoría, por unos amigos comunes. Pero la vida, en ese momento, tenía otros planes para ellos. Había que crecer y madurar, conocer a otras personas, vivir muchas experiencias... Hasta que un día, gracias a las redes sociales, sus caminos se cruzaron de nuevo. Aquello fue hace cuatro años y, desde entonces, no se han separado. "Creo que desde el minuto uno lo tuvimos muy claro. Los dos queríamos tener una vida juntos y siempre hablábamos de boda. Era algo que nos hacía ilusión, porque una celebración así nos parece como muy especial", asegura Andrea. Lo que ella no sabía es que, un año antes de proponerle matrimonio, Javier ya tenía el anillo.
"La historia detrás del anillo es una historia bastante bonita. Mi familia es joyera, son los propietarios de la joyería Del Páramo Vintage. Un día, estando mi primo en una feria de antigüedades en Miami, me llamó y me dijo: 'He encontrado el anillo perfecto para Andrea. Ahora te mando una foto'. En cuanto me mandó la foto me enamoré completamente del anillo. Lo que tiene de especial es que este anillo ha estado un año guardado en la caja fuerte de nuestra joyería hasta que realmente encontré el momento perfecto para pedirle matrimonio".
El momento perfecto lo encontró el pasado verano, en Formentera, un lugar muy especial para ellos. La creadora de contenido nos explica que su primer viaje juntos, al poco de empezar a salir, fue allí. "Él no se acuerda, pero me dijo: 'algún día te voy a pedir en este lugar que te cases conmigo'; yo tomé nota, pero no sabía que iba a ser este verano". Pero fue.
Por las mañanas, mientras ella dormía, Javier recorría la isla buscando un lugar con encanto y unas vistas bonitas. Nos cuenta que lo encontró al lado del restaurante Molí de Sal. Aquel día, a las cinco de la tarde, le empezó a decir a su novia que quería grabar la puesta de sol. "A las seis ya estaba listo y me decía: 'venga, vamos, vamos, que hay que grabar la puesta de sol'. Y era porque al final me lo iba a pedir y él estaba nervioso y quería como acelerarse".
Así será la boda de Andrea y Javier
Después de la pedida, Andrea y Javier empezaron con los preparativos. Lo primero que decidieron fue dónde sería el enlace. "Javi es de Cantabria, yo soy de Madrid y tengo mucho vínculo también con esa zona porque mi familia lleva veraneando allí desde hace dos generaciones. Tenía mucho sentido hacerlo allí", asegura la influencer. Se casarán en el Santuario de la Aparecida, un lugar con unas vistas increíbles que los cautivó desde el primer momento.
Lo segundo que decidieron fue que no querían una influboda. "El tema de las redes sociales está creando que todo el mundo quiera cada vez más y más y más. Y esa sensación de 'yo soy el mejor porque pongo esto'. Creo que desde el primer momento los dos hemos ido en el mismo camino en cuanto a lo que queríamos y creo que no nos estamos sobrepasando, sino que estamos priorizando que la gente lo disfrute, que haya buena música y que todo esté muy cuidado", nos explica Andrea.
Ambos insisten en que no buscan monetizar su enlace ni llenarlo de colaboraciones. "Buscamos hacer una boda nuestra de verdad. Sí que es verdad que algún comentario de esos hemos recibido, y me da rabia porque lo estamos haciendo como todo el mundo, de cero, con mucho cariño y con nuestro dinero y nuestro esfuerzo. Y si notamos un poco esa presión. Tampoco queremos después, a posteriori, que la gente piense que por recomendar a una maquilladora o a un videógrafo signifique que ha sido colaboración, porque no lo ha sido. Pero a la vez me hace ilusión recomendar el trabajo de estas personas", apunta la novia.
Aunque habrá que esperar al gran día para descubrir todos los detalles, la pareja nos adelanta que su boda respirará un estilo más bien clásico, aunque con toques modernos y que María Oronoz, la wedding planner de Martina por el norte —ha llevado a cabo enlaces como el de la influencer Marta Pombo— se está encargando de coordinarlo todo. "Nos reunimos con ella y la verdad que desde el primer momento nos encantó, nos cuadró muchísimo. Conoce aquella zona y desde el primer momento nos lo ha puesto muy fácil, estamos muy contentos con ella".
El vestido de la novia y el chaqué del novio
Andrea nos explica que llevará un vestido de novia a medida que está creando Castellar Granados, una de las creativas más solicitadas de estos momentos. "Es una diseñadora que llevo siguiendo desde hace años y siempre tuve claro que la primera a la que quería visitar era ella. Y no me equivoqué: fui y me enamoré de ella. Ya estamos con las pruebas, me lo está haciendo de cero y creo que es un diseño que va a sorprender, dentro de mi estilo. Rompe un poco con lo que son los vestidos que se ven hoy en día. Tengo muchas ganas de que lo vean mis seguidoras, y todo el mundo, porque me hace mucha ilusión".
En cuanto al look de Javier, nos explica que a él también le apetecía disfrutar de la experiencia de hacerse una pieza a medida, una opción por la que apuestan muchos novios. "Desde el primer momento tuve muy claro que quería casarme con un chaqué. Me lo voy a hacer 100% artesanal con un chico, amigo mío, Adrían Seligra, un sastre de Valencia. Quería vivir la experiencia de que todo estuviera cosido a mano, de que me lo cortaran los artesanos que él tiene allí". Y aunque prefiere no desvelar el color por si luego cambia de opinión, todo parece estar bien encaminado.
Su vida después de la boda
Aunque todavía les quedan unos cuantos meses para pasar por el altar, hemos querido preguntarles cómo imaginan su vida después del 'sí, quiero'. Aunque ambos están muy felices con el momento actual, Andrea apunta que ella considera que "a la hora de casarte, de comprometerte de esa manera, sí que realmente ya pasa a ser tu familia. Y el compromiso y los planes de futuro cobran más sentido y como que te lo tomas más en serio —aunque yo me lo he tomado en serio desde el primer momento—. Lo noto como algo más fuerte, un vínculo más fuerte. Pero vamos, espero seguir igual de bien que ahora".