Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu look de invitada es si se trata de una boda de día o de una de tarde, porque dependiendo del momento del día en el que se celebre el protocolo sufrirá ligeras variaciones. Una vez tengas esto claro, toca el momento de buscar un diseño que se adapte a tus gustos, necesidades y con el que te sientas cómoda. Aunque los vestidos lisos siempre son una buena alternativa, generalmente es importante elegir accesorios especiales para elevarlos, pero si prefieres reutilizar los que ya tienes, nuestro consejo es que optes por prendas especiales. Vestidos y dos piezas que gracias a sus siluetas, tejidos o estampados no necesitan grandes complementos para un resultado perfecto.
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Si eres de las que prefiere los conjuntos a los vestidos porque piensas que así les puedes dar una nueva vida más allá de las bodas, este de Cherubina es una opción diferente, pero muy estilosa. Está compuesto por la falda Leila (190 euros) y el top Nyra (110 euros), dos prendas confeccionadas en tejido tipo lino y con estampado de garzas. Gracias al print y a la lazada que incorpora el top, no es necesario incluir accesorios llamativos para conseguir un look elegante. Es más, te aconsejamos que sigas optando por tonos neutros para un acabado de diez.
Si tienes una boda en las próximas semanas (o dentro de unos meses, pero en una zona donde no suele hacer mucho calor), este diseño de manga larga podría convertirse en tu aliado. Se trata de un vestido con estampado de amebas, corte en la cintura y falda tableada; el modelo Marieta (249 euros) de Vogana. Incorpora un cinturón con hebilla confeccionado en el mismo tejido, para estilizar la silueta sin romperla demasiado visualmente hablando.
Los vestidos sueltos con manga larga y cuello ligeramente elevado no faltan en ninguna colección. Es lógico, son aptos para las bodas celebradas en meses fríos, pero también en entretiempo, sientan bien, son cómodos y, elegidos en la talla adecuada, aptos para embarazadas. Además, funcionan bien tanto con complementos llamativos como sin ellos. Un ejemplo claro lo encontramos en el modelo Oliva (59,95 euros), de Muscari.
El negro es un tono que sigue generando cierta controversia entre los expertos cuando hablamos de llevarlo a una boda. Aunque el protocolo marca que es mejor llevar otros tonos, sí sería adecuado para bodas de tarde o noche, siempre que a los novios les parezca bien. El modelo de la imagen, con una manga más larga que otra, es el modelo Paris (36,99 euros) de Basyco Jeréz y funciona genial solo con unos pendientes especiales.
El azul oscuro y el bronce son dos tonos que funcionan muy bien juntos, lo vemos en el vestido Mar (310 euros) de Amlul. Se trata de un diseño con escote halter que se adapta con suavidad a la figura. Tiene cierres decorativos en los laterales y una amplia abertura en el lado izquierdo. Está confeccionado en España con tejidos franceses y gracias a su estampado no necesita accesorios demasiado llamativos.
Los lazos se han convertido en una constante en el mundo nupcial y también se cuelan en algunas opciones para invitada. Nicolás Montenegro juega con ellos en este vestido, el modelo Bearuma (490 euros), disponible en ES Fascinante; un diseño bicolor de manga corta que sí cumple con el protocolo, aunque incluya en blanco, y resulta muy favorecedor gracias a este detalle anudado en el cuello. Además, gracias a la larga caída de la lazada, aporta movimiento y elegancia al look.
Las prendas con los hombros estructurados favorecen (y mucho), ya que ayudan a equilibrar visualmente la silueta. Un ejemplo claro lo encontramos en este vestido estampado, el modelo La Riva (60 euros), de Mariquita Trasquilá. Gracias a su dibujo, no es necesario invertir en complementos llamativos, es mejor que optes por accesorios en uno de los tonos de la prenda o, ante la duda, apuestes por el negro.
Generalmente, los total looks compuestos por faldas y blusas buscan que, aunque las prendas que los conforman funcionen bien por separado, juntas parezcan un vestido. En la imagen vemos un conjunto formado por el top Frida (110 euros) y la falda Flavia (180 euros), ambos de Martina Maletti. Aunque la parte inferior te costará más trabajo reutilizarla en un look de diario, el top podrás llevarlo con vaqueros, o pantalones de tiro alto (tanto blancos como negros). Es importante que sepas que el choker no forma parte del top.
Una de las ventajas de los vestidos de invitada es que pueden estar confeccionados en tejidos muy especiales, tanto que no sea necesario aderezarlos con accesorios llamativos. El vestido Petra (269 euros), de Redondo Brand, está elaborado en gasa roja con textura desflecada. Se trata de un diseño recto, ligeramente ajustado en la zona de la cintura, con una amplia abertura en la parte posterior de la falda para mayor comodidad. Además, incluye un escote asimétrico y una lazada que cae sobre uno de los hombros. Ideal para bodas de noche.
Los volantes son uno de esos elementos que nunca terminan de irse del todo de los diseños de invitada, pero este 2025 los veremos más que nunca. Se cuelan en escotes, mangas y faldas. Un ejemplo muy claro lo encontramos en este diseño de Coosy, un conjunto compuesto por el top Donia (80 euros) y la falda Donia (110 euros). Ambas prendas tienen un llamativo estampado de inspiración tropical. Lo mejor es que pueden llevarse juntos, creando un total look apto para una boda, o separados, dándoles un toque más casual si se combinan con las prendas adecuadas.
Los tejidos con acabado satinado siguen siendo tendencia esta temporada. Aunque funcionan muy bien con diseños lisos y de corte lencero, también son perfectos para vestidos estampados, como el modelo Elea (95,95 euros) de Polin et moi. Se trata de una prenda midi que deja un hombro al descubierto y cuenta con un lazo ajustable en la cintura para definir la figura. ¿Lo mejor? Que no necesita accesorios demasiado llamativos para funcionar.
Los diseños que dejan los hombros a la vista son femeninos, muy favorecedores y adecuados para bodas. El de la imagen es el modelo estampado Assia (88,95 euros), de See Iou. Tiene la manga ligeramente abullonada y, gracias al corte en la cintura y el vuelo de la falda, es posible utilizarlo si estás embarazada (aunque no de muchos meses).
Casi siempre, cuando pensamos en un vestido liso imaginamos que es necesario elegir complementos llamativos que ayuden a elevarlo. Pero hay excepciones. Un ejemplo claro lo encontramos en el vestido Anturio (250 euros), de Bimani. Se trata de una prenda asimétrica, que se alarga hasta el suelo, tiene un frunce bajo el pecho y uno de sus lados está creado como si fuera una capa, aportando movimiento, fluidez y originalidad a la prenda. Funcionaría fenomenal con accesorios dorados, pero sencillos, no especialmente llamativos. Y recuerda que los diseños que llegan hasta los pies son perfectos, según marca el protocolo, para una boda de tarde.
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