Hace ya tiempo que las bodas se celebran durante todo el año, pero son los meses de primavera y otoño los que más enlaces suelen concentrar. Por eso es posible que, en las próximas semanas, tengas alguna celebración y estés inmersa en la búsqueda de tu look. Si se trata de una boda de mañana, el protocolo marca que se puede llevar todo tipo de tocados, aunque las pamelas y los sombreros están reservados para las jornadas de sol. Si es de tarde, también puedes adornar la cabeza, pero mejor con un detalle pequeño y discreto. Lo que en cualquier caso es imprescindible es seleccionar bien el peinado, porque el éxito (o el fracaso) de un tocado depende, en buena medida, de cómo lleves tu melena.
Moño bajo ladeado y pamela
Aunque la corona sí podría llevarse en una boda de noche, la pamela solo estaría reservada para bodas celebradas a medio día en las que luzca el sol. Es un complemento más atrevido que los anteriores, pero elegante, muy sofisticado y capaz de elevar cualquier look en cuestión de segundos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las pamelas ya son muy llamativas, por lo que el peinado debería ser sencillo y relajado, para aportar equilibrio al look, algo que consigue un moño bajo y ladeado, colocado en el lado opuesto al que se incline este accesorio. Al ser un recogido bajo, actúa como una base estable, evitando que la pamela se desplace o se tambalee. "La raya en medio o a un lado, bien marcada, aporta modernidad al peinado", nos explica Moncho Moreno. También permite que el acabado sea más o menos pulido, en función de lo que favorezca a cada invitada.
Pero esos no son los únicos beneficios de la mezcla moño más pamela: al llevar el cabello recogido, el cuello y la espalda quedan despejados, lo que resulta más fresco y cómodo, especialmente en bodas celebradas en verano; y ayuda a que no acorte visualmente la silueta, sino que la estilice.
Si vas a apostar por este complemento es importante saber que no se puede quitar hasta el baile nupcial de los novios. Esta regla contempla la excepción de que las alas de la pamela sean tan anchas que molesten a otros comensales durante el banquete, en ese caso sí habría que retirarla antes.
Pero, en cualquier caso, una vez inaugurada la fiesta, lo normal es quitarla, para poder disfrutar con mayor comodidad. En ese momento se puede "abrir un poquito el moño con nuestra propia mano para que no se vea demasiado elegante y quede un poquito más casual, más natural", nos explica Moncho Moreno, que invita incluso a sacar algunos mechones para darle un aire totalmente renovado y desenfadado al look.
Melena con ondas y tocado pequeño
A la hora de elegir el tocado es muy importante tener en cuenta algunos detalles como la época del año en la que se celebra la boda o el entorno, para asegurar que se cumple con el protocolo. También hay que prestar atención a la fisonomía de la invitada, así como al look que ha decidido llevar. Todo debe encajar para que el resultado sea redondo. Aunque existen muchos tipos diferentes de tocado, las opciones pequeñas que se colocan con diadema suelen ser las más fáciles de llevar; y no solo por su comodidad, también porque, gracias a su tamaño, no suelen ser llamativos en exceso e integrarlos en los estilismos no es tan complicado. Además, ayudan a enmarcar el rostro, resaltando los pómulos y suavizando las facciones.
¿Cuál es el peinado con el que mejor funcionan? Con el pelo suelto con ondas marcadas. Este acabado no solo es apto para melenas de diferentes longitudes, también es ideal para compensar la estructura del tocado y evitar que parezca demasiado rígido o pesado, algo que se consigue gracias al volumen y al movimiento que genera este peinado. Además, el cabello trabajado de este modo proporciona más textura y agarre, evitando que el accesorio se deslice.
Otra de las ventajas de este peinado, como apunta el peluquero Moncho Moreno, es que también funciona muy bien sin tocado. Y es que llega un momento, cuando empieza la fiesta, que el protocolo permite retirar estos accesorios para mayor comodidad de las invitadas. "Cuando un cabello se trabaja bien, se hace una onda bonita y se queda el pelo estupendo. Solamente tienes que quitar tu tocado y dejar que el peinado se convierta en tu peinado de noche, siempre tocándolo con mucha delicadeza. Al final lo importante es que el cabello esté bien trabajado para que podamos poner y quitar el tocado y la melena vuelva a su sitio original en segundos, sin ningún problema y sin perder el estilo".
Semirrecogido de estilo italiano y corona
Los semirrecogido son tendencia y una de las opciones preferidas de las novias más estilosas. En realidad, no es algo sorprendente. Este peinado es versátil, favorecedor y se puede hacer tan simple (o complicado) como uno quiera. Un motivo por el que también funciona muy bien en el terreno de las invitadas. Moncho Moreno nos explica que los acabados italianos, con extra de volumen en la zona coronilla, son especialmente favorecedores y, desde su punto de vista, quedan muy bien con las coronas o las diademas, sobre todo si llevan flequillo. "Es muy divertido siempre jugar con los flequillos al hacer un semirrecogido de este tipo, porque queda superbonito en las fiestas y hace que los peinados queden más chic", asegura.
Y es que, si el cabello estuviese totalmente suelto, sería fácil que algún mechón ocultara parte de la corona o quedara visualmente desordenado. Además, el semirrecogido actúa como una base para este accesorio, evitando que se mueva o resbale a lo largo del evento. Esto es clave, sobre todo, en bodas y celebraciones largas. "Las diademas se colocan de miles de maneras diferentes. A mí me gusta mucho cuando se giran, quedan muy divertidas y acompañan mucho al peinado", nos explica. Aunque, como vemos en la imagen, también pueden colocarse rectas y moverse hacia la frente o hacia atrás en función de lo que más favorezca a cada invitada.
El experto apunta que, si quieres quitarte este complemento (aunque no sería estrictamente necesario) hay que tener cuidado, porque siempre llevan unas peinetas pequeñas que ayudan a aportar una mayor sujeción.