El anillo de compromiso es un símbolo de amor universal. Ya se utilizaba en el antiguo Egipto, se popularizó en XV y todavía hoy se sigue regalando para pedir matrimonio. Aunque hay diseños que siempre son un acierto, como un solitario protagonizado por un diamante, existen más opciones. Porque sí, en este campo también hay tendencias. Los rubíes se empiezan a posicionar como las piedras con color preferidas, el oro amarillo también tiene cabida y la joyería vintagese elige cada vez con más frecuencia. Acertar con esta joya, en la que se aconseja invertir tres meses de sueldo —una cifra que en España no siempre se alcanza— es más sencillo de lo que parece, solo hay que tener en cuenta los gustos de la prometida y elegirlo con mucho cariño. Pero si necesitas algunas ideas, los de estas prometidas nos han encantado.
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Cuando vemos un anillo de compromiso con un gran zafiro central bordeado por varios diamantes, es imposible no pensar en la joya que lucieron tras su pedida Diana de Gales y, más tarde, Kate Middleton. Esta pieza se ha convertido en una opción atemporal que ha conquistado (y sigue haciéndolo) a infinidad de prometidas tanto anónimas como conocidas. La de la imagen es Mariló, una de nuestras novias, que no dudó en lucir esta sortija el día de su boda junto a un elegante vestido de tweed diseñado por Isabel Hervás.
Sara, una novia sevillana que se casó con un bonito vestido con capa de Isabel Núñez, llevó su anillo de compromiso el día de la boda. Era una pieza compuesta por tres bandas de diamantes con un gran zafiro central, una combinación que hemos visto mucho en los últimos años. Pero quizá el detalle más original es que esta sortija, que pertenece a la colección Big Three de Suárez, era desmontable. Una forma de tener varios diseños en uno.
Los anillos de compromiso con piedras de color han sido una de las tendencias más buscadas por las prometidas. ¿Los preferidos? Los zafiros, seguidos muy de cerca por las esmeraldas. Precisamente esta piedra es la que protagoniza el anillo de Paloma, una novia que se casó en Cantabria con un vestido de Castellar Granados. El suyo es una pieza antigua que Manu, su actual marido, encontró en Del Páramo Vintage.
El diamante es un acierto seguro y la piedra preciosa que más solemos ver en anillos de compromiso. Por eso no sorprende que la elección que nunca falla, y la más demandada, sea el solitario con un diamante central. Isabel, que en su boda llevó un vestido de novia de Castellar Granados, lució también su joya de pedida. "Llevé el anillo que me regaló en Nueva York para pedirme matrimonio, y cuando hicimos la pedida en mi casa, dedicó unas palabras a mi familia y a mí y me volvió a declarar su amor regalándome un anillo con una esmeralda rodeada de diamantes, ¡sabe que me encantan las esmeraldas! Ambos son de la joyería Siete de Valencia", nos contaba.
Los zafiros y las esmeraldas han sido, hasta ahora, las dos piedras con color más solicitadas por las novias para sus anillos de compromiso. Sin embargo, los rubíes empiezan a tener su espacio y no solo se cuelan en solitarios clásicos, también en piezas con una marcada inspiración vintage como este anillo de pedida que llevó Inés el día de su boda. La novia, que lució un vestido con corsé, obra de Navascués, nos contaba que esta joya fue diseñada por el joyeroJavier Gómez Zuloaga, igual que sus pendientes.
Aunque la mayoría de solitarios suelen estar protagonizados por un diamante talla brillante —una de las opciones preferidas por su capacidad para maximizar el brillo de la piedra— existen otras alternativas. El de Anna, por ejemplo, tiene un diamante talla esmeralda, fácil de reconocer por su corte rectangular con facetas en escalera.
Desde hace algún tiempo, las joyas vintage se han convertido en las más deseadas por las prometidas, que las integran en sus looks nupciales —en forma de broches, pendientes, gargantillas o tiaras— y que las quieren, también para sellar su compromiso. Aunque existen muchas opciones diferentes, los diseños art déco, por su belleza y facilidad para llevarlas en el día a día, son las preferidas. Un ejemplo lo encontramos en las manos de esta novia, fotografiada por Bibiana Fierro.
Las joyas art déco, de las que hablábamos en el punto anterior, se caracterizan por ser diseños muy geométricos y simétricos, en los que las líneas rectas, los ángulos pronunciados y las formas abstractas son los grandes protagonistas. Hay también contrastes de color, algo que vemos de forma muy clara en esta pieza fotografiada por Alejandra Ortiz. Se trata de una pieza octogonal, con un diamante central y esmalte oscuro alrededor.
Por tradición, en España, el anillo de compromiso se lleva en el dedo anular de la mano derecha. Después, ese lugar lo ocupa la alianza de casado y la joya de compromiso se traslada al mismo dedo, pero de la mano izquierda —salvo en la Comunidad Valenciana y Cataluña, que se hace al contrario—. Pero no es algo obligado. Por eso hay novias que deciden llevar esta joya en otro dedo. Así lo hizo esta elegante prometida, con vestido de Marcela Mansergas, y fotografiada por DeRando Studio.
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