Una noche de verano de 2015 fue donde todo comenzó para Marta y Jordi. "Desde ese momento estuvimos hablando mucho por teléfono, pero no fue hasta el 25 de agosto que tuvimos nuestra primera cita oficial y de ahí ya no hubo quien nos separara", confiesa nuestra protagonista. Ocho años después de aquel flechazo, se prometieron amor eterno el 8 de junio de 2024 en una ceremonia religiosa en la Iglesia Castrense de Santo Domingo, situada en Valencia. Y bajo su antiguo claustro, apareció de la mano de su padre con un inspirador vestido de novia de supertendencia, obra de Isabel Nuñez.

Un vestido de novia perfecto
Para ella, lo primordial a la hora de dar con el look que te acompañará a pronunciar el 'sí, quiero' -independientemente si era personalizado o no-, era sentirse identificada con el diseño. "Tenía que reflejar mi personalidad y estilo, que pudiera trasmitir confianza y seguridad", explica.

Aunque la esperada búsqueda puede parecer un plan de lo más divertido cargado de ilusión, en su caso no sabía por dónde empezar, algo mucho más común de lo que nos imaginamos. Nos confiesa que en un primer momento solo sabía lo que no quería, "es un buen punto de partida", reflexiona sobre cómo comenzó a darle forma a sus ideas que volaban por su mente. Descartando patrones, tejidos, estilos y acabados, consiguió localizar su traje soñado que hoy ocupa nuestras líneas.

"Visité hasta 7 atelieres buscando el vestido perfecto para un día tan especial, y finalmente terminé eligiendo el primer atelier", cuenta sobre el proceso que vivió, que no siempre es tan fácil como puede parecer. "En todas las visitas que realicé, en mi mente siempre estaba uno de los vestidos que me probé al inicio, en Isabel Nuñez".

Así comenzó a buscar su look de ensueño
Marta deseaba realzar su figura, y que destacase detalles como el favorecedor escote cuadrado y una falda larga con mucho movimiento. "Estas tres características las tuve claras después de haberme probado, según mi hermana, ¡más de 50 vestidos! Por fin sabía lo que quería", dice. Un buen consejo que toda experta nupcial aconseja, probar y probar, para poder visualizarte con todo tipo de atuendos e identificarte con varios de ellos hasta dar con el elegido.

La diseñadora que más le ha llamado la atención desde hace años ha sido Isabel Núñez, "pensé en ir a Madrid, pero descubrí que José Puerta del atelier de Toussete situado en Valencia, podía hacer posible vestir un diseño de Isabel", así que se pusieron manos a la obra, con la ayuda de su madre y su hermana. "Cada visita al atelier era emocionante, compartí el proceso con ellas, son un ejemplo para mí, y su opinión era muy importante. José hizo de cada cita un momento irrepetible. Su cariño y gusto han hecho que si me volviera a casar, ¡repetiría con él sin duda!".

Un vestido de novia hecho a medida
"El trato fue muy especial, entendió perfectamente lo que quería y ese fue el punto de partida para confeccionar. Partiendo de un modelo de Isabel fuimos creando el vestido final. Un corsé de satén de seda, talle bajo a cadera y la falda de georgette de seda", una elección con la que brilló en su gran día. Le incorporamos unos tirantes de satén de seda para conseguir ese escote cuadrado. Y completamos el vestido con una capa de 3 metros que formaba la cola con manga francesa de georgette al igual que la falda.


Nos explica que le añadieron unos tirantes de satén de seda para conseguir ese escote cuadrado tan bonito, un estilo que está cobrando cada vez más fuerza entre las prometidas. Además, nos decantamos por una capa de tres metros que formaba la cola con manga francesa de georgette, el mismo tejido que utilizaron para la falda fluida, creando así un conjunto de ensueño.

A diferencia de otras, ella no optó por confeccionar un segundo atuendo, sino que quiso lucir su traje de ensueño durante todo el día y adaptarlo a lo largo de la celebración. "Quería un único vestido y que fuera versátil en cada momento de la boda. Al casarme a primeros de junio, mi idea era un abrigo o capa con mangas y cola no muy larga que lo completara para la celebración y en la fiesta posterior pudiese quitármelo, y así lo hice", cuenta.

Le preguntamos si tuvo en cuenta las tendencias nupciales a la hora de la búsqueda y la creación, a lo que nos responde que sí. "Es importante tenerlas en mente a la hora de diseñar y elegir el vestido, pero debe reflejar tu estilo y personalidad. En mi caso, la tendencia de talle bajo y que el cuerpo fuese un corsé, era algo que iba perfectamente con la idea que tenía, le aportaba un toque especial", explica.


Joyas con tradición familiar
Marta lució unos pendientes familiares con los que cumplió la tradición de llevar 'algo prestado', un detalle del que no iba a prescindir. "En la familia es tradición que las mujeres se casen con unos pendientes de brillantes y perlas, dicen que dan suerte y felicidad en el matrimonio. Mi madre, mi tía y mis primas se han casado con ellos, ¡y por ahora funcionan!", cuenta riéndose. Los lució junto a la gargantilla de brillantes que le regalaron en la pedida y el anillo que con el que Jordi le pidió matrimonio que esconde una bonita historia.

En julio de 2023 hicieron un viaje al norte de España, a Cantabria, y en el bosque de las secuoyas surgió la gran pregunta. "Jordi tenía claro que quería pedirme la mano en ese viaje. A él le gustaba mucho el significado de esos árboles, esa metáfora de un amor fuerte e infinito como son las secuoyas. Caminamos por el bosque y al alejarnos de la gente, en un despiste se arrodilló y me dijo las palabras más bonitas que jamás me hubiera imaginado escucha", recuerda emocionada.

"En mayo, junto con su hermana, diseñaron el anillo de mis sueños. El tío del mejor amigo de Jordi (Javier) tiene un taller de joyería en Valencia, y utilizaron mi piedra favorita para hacerme el anillo, la Tanzania", explica.

La historia del anillo de compromiso
Pero la historia de la piedra viene de más atrás, la hermana de su ahora marido se fue de viaje de novios a Tanzania en el año 2021 y se compró esta exclusiva y carísima piedra (de un intenso color azul) para ella. "Al tiempo se enteró de que era mi piedra favorita y le comentó a Jordi, sin yo saberlo, que la guardaría para cuando quisiera utilizarla para mi anillo de pedida. Fue un detalle precioso. Es el anillo más bonito y especial que podría haber tenido".

El broche de su abuela
Además, lució otra joya más en recuerdo a su abuela materna. "Decidí completar mi vestido de novia con un broche antiguo de brillantes que ella utilizaba en ocasiones especiales. Lo colocamos a la espalda, cerraba la capa de georgette de seda y de él partía la larga cola", una decisión preciosa que cada vez está ganando más peso entre las prometidas que buscan sencillez y elegancia con esa pincelada vintage tan única.

Para el ramo de novia, nos cuenta que quería flores frescas y naturales, "con Floristería Sayas elegimos las peonías blancas con toques verdes a diferentes alturas". Y hubo un detalle que marcó la diferencia y que cada vez más novias están incorporando a su composición floral, hablamos de las cintas que lo anudan, una idea que le gustó desde el comienzo. "Conocí a Paula de Sogni in Bianco en Instagram y en cuanto vi las cintas personalizadas que hacía, no dudé en hablar con ella y encargarle una. Además, no podía faltar una medalla de la Virgen del Socorro, es la patrona de mi colegio, siempre me ha protegido y acompañado desde pequeña", explica.


Labios a todo color para Marta
Nuestra protagonista optó por un maquillaje natural, sombreado suave en los ojos y un eyeliner que definiera su mirada, incluso apostó por color pintándose los labios. "Yo siempre los llevo pintados en mi día a día y para mi boda no podía prescindir de un buen labial de color", reflexiona sobre esta decisión que no suele ser tan común entre las novias españolas.
Y gracias a la profesional Gala Philippe, dio con un buen resultado. "Entendió perfectamente lo que quería desde la prueba, se encargó de maquillarme y peinarme. Quería llevar el pelo recogido con un moño de bailarina y tras las semanas previas, decidimos darle un toque más especial haciendo el moño de bailarina trenzado. El resultado fue espectacular y me duró todo el día impecable".

Como mencionábamos al comienzo, la chispa del amor saltó una noche de verano, en julio de 2015. Jordi y Marta continuaron hablando por teléfono horas y horas, hasta que el 25 de agosto tuvieron su primera cita. Quedábamos todas las semanas dos o tres veces, ¡nos hicimos inseparables! Nos encantaba ir a cenar por ahí y descubrir restaurantes nuevos de Valencia. Jordi es muy cinéfilo y me contagió sus ganas de ir al cine y valorar tanto el actual como el clásico. Otro de los planes que nos encantaba era ir a locales de Valencia a escuchar música en directo. La verdad es que los seguimos haciendo, tanto nosotros solos como con amigos, nos encanta descubrir siempre algo nuevo en nuestra ciudad", cuenta.

Tras ocho preciosos años de noviazgo, llego el momento del compromiso y empezar a organizar los preparativos para su gran boda, pero le preguntamos si casarse formaba parte de sus planes. "Fue todo idea de Jordi, alguna vez habíamos hablado de que en un futuro nos gustaría casarnos, pero yo siempre pensaba que sería en un futuro más lejano, ¡la pedida me pilló muy por sorpresa!", confiesa.

La boda tuvo lugar en la iglesia castrense de Santo Domingo, y para el convite se trasladaron hasta la Masía Mas les Lloses en Sagunto, rodeada de campos de naranjos." Nos casamos en la misma iglesia que mis padres, para mí era un lugar muy especial. Que mi padre, 32 años después, hiciera él mismo pasillo conmigo del brazo fue muy emotivo. La celebró el mismo sacerdote que me bautizó y me dio la comunión, el padre Ángel López SJ. con sus 92 años consiguió que todos participasen en el enlace y fuesen testigos de uno de los momentos más emocionantes de ese día. ¡Y la traca a la salida no podía faltar como buenos valencianos!", dice.

Bárbara y Silvia de Cocotte Catering se encargaron del monaje y la decoración, y según nos cuenta, fue un éxito. "El aperitivo al aire libre estuvo amenizado por una charanga que sorprendió a los invitados, así hicimos nuestra entrada al cóctel. La comida se sirvió en el interior con una decoración silvestre, primaveral y campestre: mucho verde en las lámparas, cítricos de Valencia y flores con colores muy vivos en las mesas. La mantelería vichy no podía faltar, es mi estampado favorito".

La boda de Marta y Jordi en Valencia
Fecha: el 8 de junio de 2024.
Lugar de celebración (ceremonia y banquete): Iglesia Castrense de Santo Domingo (Valencia) y la Masía Mas les Lloses (Sagunto, Valencia).
Proveedores:
- Vestido de novia: Isabel Nuñez
- Zapatos novia: Mint & Rose
- Maquillaje y peluquería: Gala Philippe
- Ramo de novia y decoración floral: Floristería Sayas
- Traje de novio: Seligra
- Cinta personaliza del ramo: Paula Gran Miñana
- Fotografía: Estil i Art
- Video: Pequeño Timmy
- Catering: Cocotte Catering
- Grupo de música: Himnóticos
- Papelería: Edurne Raga
- Coche: Sauclass