Pocas cosas hacen un look de novia más especial que el hecho de sumar piezas con historia al estilismo. Son muchos los complementos a los que se puede recurrir que pertenecen al baúl familiar (como unas joyas vintage) o que son accesorios prestados, pero repletos de valor para la protagonista del día y la persona que se los cede. Entre esa larga lista de propuestas que añaden interés al vestido figura, sin duda, la mantilla. Aunque los velos estándar y clásicos siempre son considerados imprescindibles para "verse de novia", lo cierto es que en nuestro país y por la larga tradición de estas creaciones, es habitual que estos puedan ser sustituidos por las mantillas. Decidir cómo colocarlas no es tarea fácil y por eso hemos rescatado algunas fotografías de esas novias que nos han contado su historia, junto a otras cuyas bodas son muy virales en la red, que te ayudarán si te planteas recurrir a esta pieza.

Con pliegue
Un dos piezas con sello francés que ha cruzado fronteras ha sido el de esta novia, Inès de Fleurieu - Rousseau, que escogió la magia del campo galo para dar el 'sí, quiero' (y a una fotógrafa española, Paloma Gómez, para capturar los momentos de su gran día). El diseño en cuestión, obra de Atelier Boisanger, era desmontable, gracias a que contaba con dos piezas: un vestido base, con escote cuadrado y silueta sirena, y una chaqueta torera con botones joya. El detalle más especial fue su largo velo amantillado que colocó con un pliegue y en la zona de la coronilla, cercano a la pequeña tiara que ubicó en la zona trasera.

Sobre un moño de bailarina
Quizá buceando por las redes sociales te hayas topado con el look nupcial de Inma. Esta novia apostó por un diseño del cordobés Rafa Valverde para su enlace en la ciudad andaluza, un vestido que constaba de una sola pieza de silueta recta, con mangas largas y un fajín con un bonito tejido plisado. Sin duda, también captó todo el protagonismo el velo amantillado que escogió, que era una pieza sencilla y elegante que colocó sobre su moño de bailarina, uno de los peinados nupciales favoritos de las amantes de lo sencillo.


A modo de chal
Esther es una de esas novias actuales que han dejado a todos sin palabras por haber encontrado una forma muy original y sofisticada de colocar su mantilla, a modo de chal. "Era de mi madre, una mantilla francesa, y me la puse como se la puso ella el día de su boda", nos contaba. Para su boda en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid), en pleno mes de agosto, se decantó por un vestido, de aires noventeros, de la reputada diseñadora Inés Lacasa, creado con una base de gasa de seda y lino combinada con una bambula de seda rústica.

En la coronilla
Aunque la suya fue una elección en clave minimalista, el look de Camila no dejó a nadie indiferente y estaba repleto de detalles especiales. Jorge Vázquez confeccionó para ella un vestido desmontable de corte recto, con drapeado de la cintura a la cadera, mangas acampanadas con pliegue, cuello a la caja y larga cola, en el que todos los ojos se dirgían al broche que llevaba en la cintura, un regalo de su padre a su madre con motivo de un aniversario, firmado por Bárcena. La mantilla era otra pieza joya, de la firma sevillana de antigüedades Bastilippo y que situó a la altura de la coronilla.


Alrededor de un moño (y con bomber)
El look con el que la diseñadora Inés Martín Alcalde pasó por el altar rompió todos los moldes. La creadora apostó por un diseño de línea, con escote en V y mangas largas, en el que el detalle principal fue una chaqueta bomber de encaje con coderas. En su entrada a la Iglesia Nuestra Señora de Valverde de Madrid, deslumbró con un ramo de pampa y una espectacular mantilla que se mecía con el viento y que situó alrededor del moño de bailarina, que llevó a media altura.

Tras una diadema
Alba del Brillante es una de las firmas de moda nupcial más conocidas de Andalucía, ubicada en Córdoba, por ello, cuando Cristina decidió que este fuera el atelier que confeccionara su vestido de novia, sabía que no se equivocaba. No solo por la amplia experiencia, sino porque con su diseñadora ya tenía experiencia: "Dulce, la diseñadora, es mi suegra y ella conoce mi estilo a la perfección. Además, teniendo en cuenta su larga trayectoria profesional y que fue también la diseñadora de los vestidos de novia de mis hermanas, sabía que no podía estar en mejores manos". El look con manga larga, cola y escote de pico resultaba mucho más especial con la suma de la mantilla, una pieza brocada de origen familiar que colocó debajo de una diadema de pequeñas cuentas nacaradas.

Cubriendo el pelo
¿Por qué no darle todo el protagonismo a la mantilla en el estilismo nupcial? Es a lo que se atreven cada vez más novias, amantes de lo retro, a la hora de diseñar el look de su gran día. Se ve en el caso de Isabel, una recién casada muy estilosa, que recurrió a la mantilla para cubrir por completo su melena suelta con ondas, sino que además sumó un mantón de Manila, a su vestido de Teresa Baena, que utilizó en otro momento de la boda.


Rizada
Algo clásico y que no pase de moda es el concepto que pudo inspirar el vestido de novia y los accesorios de esta recién casada llamada Gabriela. Se decantó por un diseño con corte imperio, silueta columna y mangas, cuerpo y espalda repletos de drapeados, obra de Gorka Cintero. Acompañó el estilismo con una pequeña tiara y dos piezas de su abuela: una gran medalla que resaltaba la vista y una mantilla histórica que colocó rizándola alrededor del moño a media altura que llevó.

A modo de capa
En pleno mes de julio de 2022, la influencer Teresa Andrés se casaba en el Monasterio del Puig de Santa María, Valencia. Su look clásico y muy favorecedor convencía por su sencillez, pero también por sus detalles tendencia. El diseño de Navascués lo acompañó de una mantilla con historia que colocó sobre el moño y los hombros, a modo de capa: una creación confeccionada en 1832 con la técnica del encaje de Bruselas y el punto de aguja. La pieza llegó a las manos de Barbara Hutton cinco generaciones después para su enlace en 1933 con el príncipe de Georgia Alexis Mdivani. Y en aquel entonces pertenecía a Antigüedades Me Encanta, la firma que se lo hizo llegar.

Con semirrecogido a media altura
No hace falta mucho para deslumbrar con un look nupcial sofisticado, sin estridencias y ello lo demuestra este vestido, firmado por la diseñadora Lorena Panea, con escote de pico y mangas ablusadas. Así describía ella misma el proceso de creación de esta pieza en su perfil, que se combinó con una mantilla y un semirrecogido desenfadado: "Cristina fue también una de las mejores novias en mi atelier de Barcelona, en el 2021. Para su vestido de novia, reaprovechamos la mantilla de su abuela como prenda estrella del look y lo complementamos con un diseño de corte elegante y minimalista. Menos es más y la virtud siempre está en los detalles, en la exquisitez".

Tras una tiara
Eugenia celebró su boda de invierno hace un año y para la ocasión se decantó por un diseño a medida del creador andaluz Manuel Obando. Su vestido contaba con una cola desmontable, un sutil cuello chimenea terminado en escote de pico, mangas largas y un corte casi imperio. A esta pieza le añadió la elegancia de unos pendientes de perlas, un ramo de novia asilvestrado (con esparraguera, ranúnculos, rosas de jardín y nardos, todo en verde y blanco) y una espectacular mantilla que ubicó, rizándola y dándole altura, tras una tiara.

Extendida sobre la zona trasera de la cabeza
María y su look minimalista dieron la vuelta a las redes hace tan solo unos meses. Su vestido de novia sencillo con fruncido lateral y mangas largas era una pieza obra de Colour Nude, un diseño en clave minimalista que casaba la perfección con la espectacular mantilla qué lució. Una creación, posiblemente de herencia familiar, que colocó de forma abierta en la zona trasera de la cabeza, con cierto aire retro. El toque de color lo puso su ramo de tallo largo de claveles en tono rojo vino.

Sobre un recogido bajo
Las mantillas también pueden colocarse sobre un recogido bajo, con un estilo algo menos formal y más bohemio, como demuestra el look que Victoria llevó a su boda en Toledo. Una pieza repleta de simbolismo que hacía contraste con el vestido, de Alejandra Oria, y que resultó de gran importancia para la novia, pues fue el mismo velo que su tía Marta llevó el día de su enlace.


Con coleta y tiara
Navascués está detrás del espectacular estilismo de Teresa, un vestido de novia sencillo con encaje en los puños y en la espalda, que permitió a su protagonista dar importancia a los complementos. Su elección fue un velo amantillado que llevó junto a una coleta y una imponente tiara familiar que ya habían lucido otras mujeres de su familia. "Una preciosidad que tenía mucho significado para mí. Acompañé la tiara de unos pendientes pequeños de diamantes que le regaló mi padre a mi madre hace muchos años", nos contaba.