Vestidos de novia drapeados Ana Cristina Portillo© @anacristinapd. Foto: @click10fotografia

Drapeado: la tendencia que se popularizó en los años 40 y ahora conquista a las novias virales

Viajamos en el tiempo para analizar una técnica que cambió para siempre la moda y que ahora, confirman los diseñadores nupciales, es tendencia en las bodas


3 de marzo de 2025 - 12:39 CET

En 2025, en los vestidos de novia más virales, todos los caminos conducen al drapeado. En el cuerpo o en la cadera, esta técnica a base de pliegues se ha impuesto en las bodas más estilosas, gracias al dominio de firmas españolas, tanto en piezas a medida en ateliers como en nuevas colecciones. Aunque ahora vive uno de sus grandes momentos, este fenómeno tiene, en realidad, una extensa historia, ligada en origen a las vestimentas griegas y que a principios del siglo XX vivió uno de sus grandes momentos, gracias al impulso de Madeleine Vionnet y de Madame Grès. La primera, que lanzó al mercado su casa de costura en 1912, modelaba las piezas sobre un pequeño maniquí de 80 centímetros de altura y se inspiraba en la geometría y en la proporción áurea para desarrollar sus reconocibles diseños drapeados de corte al bies, que se colocaban sin cremalleras ni botones (como se haría con un jersey). “Mi fórmula personal es la del vestido que es bonito porque está muy bien cortado”, decía y su carrera se desarrolló ligada a su fijación por otorgar libertad de movimiento a la mujer.

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Alix Barton, madame Gres, que popularizó el drapeado© Roger Viollet via Getty Images

La historia del drapeado que popularizó Madame Grès

Y aunque Madeleine Vionnet se adelantó al iniciar esta corriente apasionada por la silueta helénica, fue Madame Grès quien logró erigirse como la gran dama del drapeado (que también dominó la técnica de plisado, similar, aunque esa es otra historia). Una creadora que ganó visibilidad gracias a su participación en diferentes exposiciones internacionales francesas de la época. A diferencia de Vionnet, que era una experimentada costurera desde los 12 años, Germaine Emilie Krebs o Alix Barton (los dos nombres auténticos con los que se conocía a Grès) solo dominó la técnica del diseño, pues no sabía coser. Este hecho no impidió que triunfara en el periodo comprendido entre los años 40 y los 70 del pasado siglo, gracias a su trabajo, que consistía en crear la prenda sobre el propio cuerpo de la clienta, moldeando el tejido.

© Conde Nast via Getty Images

Sus propuestas, que en muchos casos exigían más de 300 horas de trabajo, siempre contaban con algo de caída, eran piezas fluidas o vaporosas, confeccionadas principalmente en seda, tafetán y lino. Inspirada por la escultura, marcó la moda para siempre y fascinó a otros couturiers algo más contemporáneos como el fallecido Azzedine Alaïa, gran admirador de su obra e inspirado por ella, que coleccionó hasta 700 de sus piezas. El francotunecino, conocido como el imaginero textil, logró crear el efecto segunda piel a través de sus diseños, siempre buscaba esa misma precisión en el corte.

© Getty Images

Novias virales e 'influencers' con diseños drapeados

Volviendo a la actualidad, gracias al legado de Madeleine Vionnet y Madame Grès hoy algunos de los looks de novia más aplaudidos de las redes sociales incorporan la técnica del drapeado. El de Ana Cristina Portillo Domecq es uno de ellos. La hija Sandra Domecq escogió la Catedral de Jerez de la Frontera para casarse en septiembre de 2024 y deslumbró con un diseño de Jorge Acuña. La prenda, con escote asimétrico, estaba confeccionada en muselina de seda e incorporaba un cuerpo de corte imperio con drapeados ascendentes y bordados en plata sobre el mismo. También lució cuatro grandes capas vaporosas en sustitución del velo.

© @anacristinapd. Foto: @click10fotografia

Otra de esas sonadas novias estilosas que se ha sumado a la tendencia del drapeado ha sido Lucía Páramo. La influencer, hermana de Tomás Parámo y cuñada de María García de Jaime, pasó por el altar en junio del pasado año. Celebró una bonita ceremonia religiosa a las 6 de la tarde del día 5, en la ermita de Nuestra Señora de la Paz, al norte de Madrid. Para la ocasión, se puso en manos de Flor Fuertes que ideó una pieza de corte a la cadera, con cuerpo drapeado sobre un escote cuadrado, con tirante ancho, falda vaporosa con varias capas y una larga cola decorada con delicados bordados de abalorios, obra de la firma By Luneville.

© Gtresonline

Anónimas que se han sumado a la tendencia

En lo que a desconocidas que han dado la vuelta a las redes se refiere, Beatriz es una de esas novias con gusto que han escogido la técnica del drapeado, en su versión más sutil, para sus estilismos nupciales. Su vestido de Luis Miranda no incurre en detalles osados, sino que se decanta por la opción menos estridente, aunque destaca por su escote cuadrado, sus mangas ligeras y su espectacular drapeado bajo el pecho, que alcanza hasta los hombros. Por su parte, la elección de Andrea, bloguera en De Boda Conmigo, demuestra las amplias posibilidades de los diseños drapeados. Ella escogió a María Valdeolmillos Atelier para su look nupcial, que constaba de una falda sencilla combinada con un cuerpo drapeado en zigzag que terminaba en un cuello halter. Su capa calada era desmontable, para mayor comodidad y para contar con un segundo estilismo de cara a otros momentos clave de la boda.

© @olympiawedding.es. Foto: @luciajimenez_bodas
© @quesigaelbaile. Foto: @luceatfilms

Desde el otro lado del Atlántico nos llega este look, de la firma chilena MLV Novias, que ha encantado en España. La novia aprovechó las suaves temperaturas del verano para lucir hombros con un escote palabra de honor y un cuerpo drapeado, con acabado rústico y falda repleta de románticos volantes. Una apuesta de tejido liviano que casaba a la perfección con su idea de enlace en el campo al aire libre.

© @mlvnovias. Foto: @galessandrimatris

En las colecciones 2025 también está presente

Aunque estas bodas han sucedido en los últimos meses, todo apunta a que durante todos los meses que componen 2025 seguiremos viendo la tendencia. Lo confirman las propuestas de casas como Beatriz de la Cámara, Pronovias y Colour Nude. La primera apuesta por un vestido minimalista y sofisticado, de largo al tobillo y corte recto, perfecto para bodas civiles, que debe hacerse por encargo. Un diseño con silueta ajustada, detalle cut-out al centro y mangas ablusadas, que en el cuerpo suma un drapeado ascendente (con un precio de 3.600 euros). La segunda, por otro lado, presenta un diseño desmontable con movimiento, una pieza de silueta A, con escote palabra de honor y capa de quita y pon. Un modelo bautizado como GraceKelly, de la colección de Elisabetta Franchi para Pronovias, inspirado en el mítico diseño que vistió la actriz en Atrapa un ladrón y realizado en gasa (disponible desde 3.090 euros).

© Beatriz de la Cámara
© Pronovias
© Colour Nude

El modelo Koko, de Colour Nude, cierra esta selección de propuestas. Una apuesta sin artificios, ideal para enlaces de entretiempo, con líneas limpias y una silueta recta y atemporal. Un diseño, con escote de pico, hombrera pespunteada en contraste, drapeado en el centro y mangas largas, que forma parte de esas piezas 2025 que siguen la tendencia actual. No hay duda de que el del drapeado es un fenómeno que fascina no solo por su aire romántico e histórico, sino porque ofrece una visión muy favorecedora y elegante de quien la escoge. Y, además, es fácil reconocer que existen pocas ocasiones para vivir la magia de llevar un vestido con tanto detalle.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.