No es necesario invertir una fortuna ni saltarse el protocolo para que tu próximo look de invitada de boda sea todo un acierto. Aunque la elección del diseño (y lo que decidimos gastarnos) suele estar condicionado por el grado de parentesco que tenemos con la pareja y el número de eventos que tengas ese año, a veces es tan sencillo como elegir un vestido liso que elevar con los complementos adecuados. Desde tocados fáciles de llevar y muy favorecedores, a zapatos en tendencia que reutilizarás mil veces o bolsos especiales que podrás lucir con vaqueros en tu día a día. Por eso, hemos seleccionado estos vestidos de Zara que cuestan menos de 50 euros y podrán servir como base para tu próximo estilismo de invitada.
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Si eres de las que prefiere los diseños lisos a los estampados y alegrar un look con buenos accesorios, te recomendamos que apuestes por un vestido midi satinado para tu próximo evento. Este diseño de Zara (29,95 euros) cuenta con un favorecedor corte bajo el pecho que, junto al amplio escote en pico, ayuda a estilizar visualmente la figura. La modelo lo combina con unos zapatos nude, pero también quedaría fenomenal con sandalias doradas y unos maxipendientes en ese mismo tono.
El mocha mousse ha sido elegido por Pantone como el color del año, pero en realidad el marrón, en todas sus versiones, está muy presente en las colecciones. Un ejemplo es este vestido de cuello redondo fluido con manga sisa y pliegues en hombros de Zara (39,95 euros). El punto diferente lo aporta el cinturón, ancho y de color negro, que ayuda a modernizar el look. Si lo ves demasiado casual para una boda puedes prescindir de él o elegir uno de pedrería, cadenas o un modelo más festivo.
El drapeado es una técnica de plegado que permite crear formas y estructuras en las prendas, logrando acabados especiales que se adaptan con suavidad a la figura, favoreciéndola especialmente. Se suelen incluir en escotes, zona de la cintura y cadera y, aunque a veces los encontramos en los laterales, lo más frecuente es que recorran la prenda de lado a lado, como sucede con este vestido de Zara (29,95 euros). Este diseño está confeccionado en tejido tipo punto, tiene el cuello subido, manga sisa y podría funcionar fenomenal con un tocado.
No importa si la boda es en invierno, en primavera o en verano, si hay un acabado que gusta (y mucho) a las invitadas es el satinado. Los diseños confeccionados en este tipo de tejido suelen tener un aspecto más formal y, por tanto, son más apropiados para este tipo de eventos en los que conviene seguir el protocolo. Pero eso no implica necesariamente que sean caros. Este vestido de cuello redondo con delantero enroscado, manga corta y cintura entallada forma parte de la nueva colección de Zara (39,95 euros).
Los escotes que dejan los hombros a la vista se han convertido en una tendencia entre las invitadas. Aunque el bardot es uno de los más favorecedores, el palabra de honor también puede funcionar muy bien si se apuesta por un diseño con el cuerpo ligeramente encorsetado como el de este modelo de Zara (29,95 euros). Este modelo en color tierra, con acabado corazón y cortado a media pierna, habría que acompañarlo de una capa si se trata de una ceremonia religiosa, ya que en las iglesias lo más adecuado es cubrirse hombros y escote.
Cada vez es más frecuente que las invitadas inviertan en diseños reutilizables que, combinándolos con otros accesorios, sean fáciles de llevar en el día a día. Un ejemplo lo encontramos en este vestido midi drapeado de Zara (euros). Se trata de un diseño de cuello redondo y manga sisa con frunces en hombro que cuenta con un aplique dorado en la cintura, un elemento que rompe con la sobriedad que suelen tener los diseños lisos y que funciona bien tanto con zapatos de tacón como con botas altas.
Aunque no todas las invitadas se sienten cómodas con estos diseños, los vestidos de corte lencero se han convertido en un básico en las colecciones de muchas firmas de moda. Si vas a apostar por una prenda de este tipo para tu próxima boda, nuestro consejo es que apuestes por una versión lisa, en un color de tendencia y que utilices complementos llamativos con los que dar un aspecto renovado. El vestido de la imagen, con tirantes finos ajustables, es de Zara (29,95 euros).
El protocolo marca que, en boda de día, los vestidos largos que cubren los pies están prohibidos. Es más adecuado apostar por modelos midi o diseños que se cortan algunos centímetros por encima de las rodillas. Si eres de las que prefiere presumir de piernas, debes saber que no todas las opciones son válidas. Corto no es en este caso sinónimo de minifalda y también deberías descartar los looks demasiado ajustados. Este vestido de manga larga y con falda de volante de Zara (35,95 euros), sí sería adecuado.
En una boda es válido presumir de curvas. Eso sí, en esos casos es mejor optar por vestidos midis, con manga y el escote cerrado, para que el resultado sea elegante. Este diseño de Zara (35,95 euros) confeccionado en tejido tipo punto, es perfecto para llevar con un mantón o un abrigo de color claro (la elección dependerá de la temperatura). También quedaría de maravilla con un tocado bonito y llamativo y unos zapatos con bastante tacón, para estilizar más la silueta.
El rojo es, según la ciencia, uno de los colores más favorecedores, por eso es muy común que forme parte de las propuestas para invitadas. Este vestido de Zara (29,95 euros), confeccionado en un tejido elástico que se adapta con suavidad a la silueta, cuenta con un escote asimétrico con cut out en hombro y varias perforaciones con arandela metálica en esa zona que le dan un toque roquero al diseño.
Parece un dos piezas compuesto por un cuerpo negro con escote palabra de honor y una falda blanca con volumen, pero en realidad se trata de un vestido. Esta propuesta de Zara (39,95 euros) juega con dos de los colores más versátiles y fáciles de llevar. Aunque es cierto que el blanco es uno de los colores prohibidos en las bodas, al llevarlo de esta forma sí sería adecuado y no rompería con el protocolo. Aun así, si te atreves con este tipo de prendas, nuestro consejo es que lo combines con accesorios de colores llamativos para que así el color claro quede en un segundo plano.
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