Uno de los errores que más comenten las prometidas, según los diseñadores, es contar con demasiada inspiración. En la era de las redes sociales, las búsquedas se magnifican y si el algoritmo detecta que te interesan los vestidos de novia, llegará un momento en el que tu feed estará lleno de vestidos de novia. Y habrá un poco de todo: trajes sencillos, algún que otro corsé, vestidos con lazos... El problema es que llega un punto en el que tratar de definir el tipo de diseño que una quiere se vuelve una tarea imposible. Y eso es, precisamente, lo que le pasó a Alejandra. "No lo tenía nada claro, tenía demasiada inspiración y eso hacía que estuviera hecha un lío. Quería todo: romántico, elegante, fluido, sencillo, que tuviera un toque diferente y especial, mezclar telas, que fuera muy de novia, atemporal…", nos explica. Por suerte María Gadea supo entenderla y creó para ella un vestido muy elegante y atemporal.
Un vestido de novia elegante y sencillo
Alejandra nos cuenta que, pese a no tener muy claro lo que buscaba, supo que María tenía que ser la encargada de diseñar su vestido. "Cuando la conocí en persona sentí que tenía que ser ella, su dulzura y talento son únicos. Admiro su capacidad para entender y crear diseños con tanto trabajo y dedicación".
La novia nos explica que María y Rita la fueron guiando en cada paso: desde la selección de tejidos hasta las pruebas finales. "Yo tenía confianza ciega en ellas, cada vez que se nos ocurría algo o dudábamos, lo dejaba en sus manos, ¡son muy cracks!". Poco a poco fueron dando forma a un diseño elegantísimo, sencillo, confeccionado en crepe con capas gasa de seda marfil que le daban un aire más romántico.
María creó para Alejandra un vestido con escote delantero cuadrado y con forma de V en la espalda. Era un diseño con el cuerpo ligeramente ablusado, cintura alta y falda recta que se adaptaba con suavidad a la silueta.
"Las mangas eran muy especiales, con unos bordados personalizados y heterogéneos y unos puños de volantes de bambula que dejaban entrever el bordado del puño interior también", nos cuenta la novia.
Muy especiales eran también las caídas de gasa que la diseñadora colocó, de forma estratégica, en diferentes zonas del vestido. Una nacía del hombro derecho, comenzaba fruncida, y ganaba fluidez conforme se despegaba. También salpicaban la falda, creando una especie de sobreprenda que aportaba movimiento al look. Lo combinó con unos zapatos de color envejecido de Mint&Rose con los que, os cuenta, "aguanté todo el día".
El segundo vestido de novia de Alejandra
Una de las cosas que la prometida sí tuvo claras desde el primer momento es que quería un vestido de novia convertible, una prenda que, llegado un momento, se transformara hasta parecer otra totalmente diferente. "María jugó con los dos tipos de telas y al quitarme las gasas de seda se quedaba un vestido superelegante y atemporal que no tenía nada que ver con el inicial, que era mucho más romántico y fluido. Me acuerdo de que en las últimas pruebas el equipo de María me decía que parecía inspirada en la antigua Grecia. Me gustaba tanto todo, que apuré mucho el momento de quitarme el sobrevestido, me daba pena quitármelo porque me encantaba y, además, eso significaba que el día estaba acabando".
"Ir a cada prueba era el mejor momento posible. Lo disfruté tanto… Además, iba acompañada de mi madre, mi hermana melliza y alguna amiga. Recuerdo disfrutar los momentos de después comentando cada detalle y la evolución del vestido", nos cuenta la novia. Un motivo por el que, de empezar de nuevo con todo el proceso, volvería a elegir a María Gadea sin dudarlo.
Del velo al ramo de la novia: todos los detalles del look nupcial
Hay muchas novias que, en un primer momento, no tienen claro si llevar o no velo el día de su boda; Alejandra era una de ellas. "María me sacó un velo en seda rústica que nos dejó sin palabras, ¡era imposible no llevarlo!", nos cuenta. Tanto es así que no solo llevó velo, sino que decidió entrar velada a la iglesia.
Si el velo es importante porque es lo que da a cada prometida esa aura especial que tienen las novias, la elección de las joyas también lo es. Es el momento de elegir una pieza llena de historia y tradición que forma parte del joyero familiar o de lucir un regalo lleno de cariño. "Llevé unos pendientes espectaculares que me regaló mi abuela por sorpresa: eran colgantes, de oro y diamantes y acababan en un cuarzo envejecido", nos cuenta Alejandra. También lució su anillo de compromiso, un diamante central rodeado de diamantes estilo art déco, de Suárez.
Cuando una prometida lleva un vestido sencillo, suele ser habitual que lo combine con un ramo de novia monocolor, con predominio del blanco. Sin embargo, Alejandra prefirió dar un toque de color y magia a esta composición. "Lo dejé en manos de Bloomen Ateliar, una boutique de flores espectacular que está en La Finca y fue la mejor decisión, ¡tienen un gusto increíble! Yo quería algo diferente, poco visto, que fuera colorido, pero suave y elegante, y que fuera alargado, pero a la vez pequeño. Todo el mundo flipó con el ramo y con toda la decoración que hicieron, una auténtica pasada. Tenía rosas de jardín en distintos tamaños y colores y unas flores azules alargadas en racimo".
En cuanto al maquillaje y al peinado, Alejandra nos cuenta que confió en Raquel Serrano y Natalia Menéndez, respectivamente. "No suelo maquillarme ni hacerme peinados muy elaborados y ellas me dejaron un maquillaje natural, fresco y elegante y un pelazo recogido en una coleta alta con ondas".
Una historia de amor
Alejandra y Gonzalo se conocieron, como tantas otras parejas, en la universidad. "Mi hermana melliza nos presentó, y quién nos iba a decir que íbamos a llegar al día de hoy", nos cuenta. Tendrían que pasar ocho años para que él le regalara un viaje a Roma y le pidiera matrimonio en la ciudad eterna. "A pesar del tiempo que llevamos juntos, no me lo esperaba para nada. Para mí la sorpresa era ya el hecho de estar en Roma, por lo que no había cabida para más sorpresas en ese momento".
El 21 de septiembre de 2024, Alejandra y Gonzalo se dieron el 'sí, quiero' en Madrid, en la Ermita de Nuestra Señora de La Paz. Para la celebración se trasladaron a la finca El Chaparral. "Para nosotros era esencial que la finca estuviera en Madrid y que fuera un sitio elegante y acorde a la ocasión y fue un acierto total. Todo el mundo nos dio la enhorabuena por el servicio y el catering, estaba todo riquísimo y la atención fue magnífica. Además, el acceso al lugar es de cuento, y los jardines que tiene, más aún".
De la organización, nos cuenta, se encargaron ellos; un proceso que hoy recuerdan con mucho cariño. "Tenemos la suerte de tener familias superimplicadas, que nos ayudaron desde el minuto uno y se aseguraron de que todo saliera perfecto. Además, nos prometimos con un año y medio de antelación, por lo que tuvimos tiempo de sobra de ver, conocer y elegir la mejor opción de cada proveedor".
De aquel día Alejandra recuerda con cariño esa sensación tan especial que nace de compartir con familia y amigos un momento tan especial y bonito. Y "sentir todo el amor y apoyo de nuestra familia y amigos. Es alucinante pararte a pensar que toda la gente que hay en ese momento está ahí por nosotros, celebrando el amor y feliz de vernos dar este paso juntos. Se me pone la piel de gallina… Uno de los momentos más emotivos fue la entrada acompañada de mi padre, y ver a Gonzalo".
Y cuando le pedimos un consejo para otras parejas que, dentro de poco, se darán el 'sí, quiero' no lo duda: "Mi consejo es que disfruten cada momento del proceso y que lo compartan con su familia y amigos, ¡es muy emocionante! También que confíen en el trabajo de grandes profesionales y lo dejen en sus manos, ¡lo van a hacer muy bien! Lo más importante es celebrar el amor y la unión en el matrimonio".
La boda de Alejandra y Gonzalo
Fecha: 21 de septiembre de 2024
Lugar de celebración (ceremonia y banquete): en la Ermita de Nuestra Señora de La Paz y en la finca El Chaparral, en Madrid
Proveedores:
- Vestido: María Gadea Atelier (@mariagadea_atelier)
- Decoración floral y ramo: Bloomen Atelier (@bloomen.atelier)
- Fotografías y vídeo: Minna Fotografía (@minnafotografia)
- Finca: El Chaparral (@lafincaelchaparral)
- Catering: Catering Ciboulette (@ciboulettecatering)
- Música: Los Perrostratos (@losperrostratos)