El príncipe Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogianni, descendiente de una de las grandes sagas del petróleo, se encuentran inmersos en los preparativos de su boda, tal como ha podido confirmar la edición de ¡HOLA! en el país (HELLO! Greece). Este sería el segundo enlace para ambos, hay que recordar que la Familia Real griega comunicó la ruptura entre el príncipe Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik en abril de 2024, y que ella estuvo casada con el cantante Stefanos Xypolitas, conocido profesionalmente como Nino. Aunque todavía no han trascendido muchos detalles, lo que se baraja es una boda pequeña, con familiares y amigos, en alguna región del sur del país. Una celebración que, como ya ocurrió el pasado septiembre con el 'sí, quiero' de Teodora de Grecia, volverá a reunir a la Familia Real helena y que, seguro, dejará un look nupcial para el recuerdo como ya hicieron otras royals griegas el día de su boda. Hacemos un repaso de sus elegantes looks.
Reina Federica de Grecia
Cuándo: el 9 de enero de 1938.
Dónde: en la catedral metropolitana de Atenas.
Con quién: con el rey Pablo I de Grecia
El vestido: se conocen muy pocos datos del diseño nupcial de la reina Federica de Grecia. Su vestido, aparentemente sencillo, fue confeccionado en Múnich. Lo combinó con el velo que había heredado de su madre y, a diferencia de lo que suelen hacer las novias reales, llevó dos tiaras: la joya de diamantes de su suegra, la reina Sofía de Grecia, y una pequeña corona nupcial que pertenecía a los Hannover. Su ramo fue una mezcla de flores de azahar que le había regalado su abuelo, el emperador Guillermo II de Alemania, y mirto, una planta que las novias de la realeza británica incluyen siempre el día de su boda, siguiendo la tradición que inició la reina Victoria.
Reina Sofía
Cuándo: el 14 de mayo de 1962.
Dónde: en la Catedral de la Asunción de Santa María en Atenas.
Con quién: con el entonces príncipe Juan Carlos.
El vestido: el diseñador Jean Dessés fue el encargado de crear el vestido de novia de doña Sofía, una prenda que la reina Federica definió tras la boda como "un sueño de encaje". Se trataba de un diseño con cuerpo ajustado y falda voluminosa de lamé guarnecido de tul incrustado de encaje antiguo, con manto de corte en lamé real con tul bordado en encaje. El mismo que recubría sus zapatos. Sobre el peinado, creado por Elisabeth Arden, lució la tiara prusiana, una joya que perteneció a su abuela, la princesa Victoria Luisa de Prusia, y que la reina Letizia luciría en su boda con Felipe VI más de cuatro décadas después.
Ana María de Grecia
Cuándo: el 18 de septiembre de 1964
Dónde: en la catedral de la Anunciación, conocida como la catedral metropolitana.
Con quién: con Constantino de Grecia.
El vestido: Holger Blom, el modisto de Ingrid de Suecia (madre de la novia), fue el encargado de crear el diseño nupcial, un vestido confeccionado en satén duquesa de color marfil. Era una prenda de corte sencillo, con cuello de barco, mangas de tres cuartos y que se entallaba en la zona de la cintura con una pequeña pieza superpuesta y ligeramente inclinada. Contaba, además, con la espectacular cola de seis metros sobre el que caía el velo de encaje irlandés. Ana María de Grecia eligió la tiara preferida de las novias reales danesas: la tiara del jedive de Egipto. Con este nombre se conoce a la pieza que Abbas II (el jedive o virrey) regaló a la princesa Margarita de Connaught, nieta de la reina Victoria de Inglaterra, para su boda con el príncipe Gustavo VI Adolfo de Suecia.
Marie-Chantal de Grecia
Cuándo: el 1 de julio de 1995.
Dónde: en la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres.
Con quién: con Pablo, Príncipe de Grecia y Dinamarca y duque de Esparta.
El vestido: un vestido para el recuerdo. Así fue el imponente Valentino que Marie-Chantal de Grecia llevó en su boda. La pieza en cuestión, con falda tulipán, mangas largas y cuello cisne, necesitó cuatro meses de trabajo manual para quedar lista. Quizá por ello y porque se emplearon seda y bordados artesanales de perlas y encajes, fue valorada por la revista danesa Billet Bladet como el diseño del millón de dólares. Para completar su look, la novia llevó la tiara del corsario, una pieza histórica de la colección de joyas de la Casa Real griega que fue inicialmente un broche que perteneció, primero, a la reina Victoria de Suecia y después, a la reina Ingrid de Dinamarca, fue el regalo que los Reyes de Dinamarca hicieron a la princesa Ana María cuando esta cumplió 18 años.
Alexia de Grecia
Cuándo: el 9 de julio de 1999.
Dónde: en la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres.
Con quién: con Carlos Morales Quintana.
El vestido: Inge Sprawson, la modista favorita de su madre, la reina Ana María, fue la encargada de crear el sencillo vestido que la princesa Alexia lució el día de su boda. Era un diseño de corte recto que se ajustaba con suavidad a su silueta, tenía escote de pico y manga larga. Tanto en los puños como en la espalda estaba decorado por botones adornados con abalorios, el único elemento que, junto a la sobrecola, con discretos bordados, rompía con la sobriedad de la prenda. Para culminar su look nupcial, la Princesa eligió un velo de encaje floral irlandés que estrenó su bisabuela, Margarita de Connaught el día de su enlace. Una pieza que combinó con una tiara de Cartier en la que los diamantes dibujan ocho volutas de laureles.
Tatiana de Grecia
Cuándo: el 25 de agosto de 2010.
Dónde: en la iglesia de la diminuta isla griega de Spetses.
Con quién: con el príncipe Nicolás de Grecia y Dinamarca.
El vestido: el diseñador venezolano Ángel Sánchez fue el encargado de crear para la novia (que nació en Venezuela) un vestido de corte clásico, con escote palabra de honor, cuerpo drapeado y falda evasé, confeccionada con 40 metros de Chantilly francés. Un diseño con una amplia cola que Tatiana Blatnik completó con un bolero de encaje que se retiró durante el banquete. Para completar su look, la prometida lució un sencillo recogido adornado y joyas de la Familia Real griega, entre ellas, la tiara que ya llevó Marie-Chantal el día de su boda con el príncipe Pablo de Grecia. También llevó unos pendientes largos en oro blanco con diamantes engastados y perlas que, según se rumorea, seguramente sean un regalo del rey Constantino y la reina Ana María, sus suegros, ya que combinan de maravilla con la tiara.
Nina Flohr
Cuándo: el 26 de junio de 2021.
Dónde: en la Catedral de Atenas.
Con quién: con el príncipe Philippos de Grecia.
El vestido: la novia eligió un vestido con escote de cuello barco con pico, una llamativa lazada bajo el pecho, falda llena de volumen y una imponente cola. Un look firmado por Chanel, como el de la ceremonia civil, que era una modificación exclusiva de un diseño que pudimos ver sobre la pasarela como parte de la colección otoño 2020 de la línea de Alta Costura. En la versión original, era negro y contaba con bajo asimétrico, detalle que se eliminó para conseguir una estética más tradicional. Además de confeccionarse en blanco, se agregó más cola y una sobrefalda bordada con motivos florales que parte de la espalda y ejercía como capa para potenciar aún más ese efecto voluminoso. Nina Flohr culminó su look nupcial con la tiara del corsario, la misma que utilizaron en sus respectivas bodas Marie-Chantal, esposa de Pablo de Grecia, y Tatiana Blatnik, del príncipe Nicolás.
Teodora de Grecia
Cuándo: el 28 de septiembre de 2024.
Dónde: en la catedral de la Anunciación de Santa María de Atenas.
Con quién: con Matthew Kumar.
El vestido: la diseñadora Celia Kritharioti (dueña de la casa de moda más antigua de Grecia y artífice de piezas que han llevado desde Beyoncé hasta Paris Hilton) fue la encargada de confeccionar el espectacular vestido; un diseño de silueta clásica con el cuerpo ceñido hasta la cintura y una falda con gran volumen, todo ello decorado con bordados florales. Lo que más sorprendió fue su escote, tipo Bardot, una elección que no suele ser la más habitual entre la realeza. La princesa griega completó su vestido con un velo de encaje irlandés que perteneció a su bisabuela, la princesa Margarita de Connaught, y que ya llevaron en sus bodas Ingrid de Dinamarca, Ana María de Grecia, Mary de Dinamarca, Alexia de Grecia y Benedicta de Dinamarca. También lució la tiara jedive de Egipto, una reliquia familiar llena de historia. Obra de la casa Cartier, está formada por diamantes engastados en espirales de laurel, símbolo de victoria y gloria, y que solo las descendentes de Ingrid de Dinamarca (abuela de Teodora) pueden llevarla. Añadió dos joyas más a su look: unos pendientes de diamantes de la princesa heredera Margaretha de Suecia y una pulsera hecha del sautoir de diamantes de la reina Alejandrina.