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Marina, la novia andaluza del vestido con cuerpo drapeado en forma de espiga que celebró su boda en Toledo

Castellar Granados logró crear el look nupcial con el que nuestra protagonista soñada, ¡con lazos incluidos!

19 de enero de 2025 - 10:50 CET19 ene 2025 - 10:50 CET

Los protagonistas del día, Marina y David, son el perfecto ejemplo de cómo los planes improvisados son la clave para sorprender y dejarse llevar. Estaban en un viaje exprés en Grecia cuando surgió la gran pregunta que culminó con una gran boda en la finca familiar de él, en Toledo, "compró el anillo dos horas antes de pedirme matrimonio en el Partenón de Atenas". Meses después, el 5 de octubre de 2024, pronunciaron el 'sí, quiero' en una preciosa ceremonia religiosa, oficiada por un amigo de ella, en la que lució un romántico e inspirador vestido de novia de Castellar Granados.

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"Hay tener en cuenta el contexto de la boda", nos cuenta Marina sobre qué tuvo en mente a la hora de empezar a buscar su look blanco soñado, ella decidió hacerse un vestido de novia a medida de la mano de Castellar Granados. "Es muy importante que disfrutes del proceso y que puedas hacerlo con alguien que te dé confianza plena. Mi consejo es que te dejes llevar y que no pierdas tu esencia".

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Nos relata que en el proceso de la búsqueda visitó a tres diseñadoras que le encantaban, dos de ellas le hicieron bocetos y asegura que le gustaba algo de cada uno, pero que la conexión especial la sintió con Castellar Granados. "Lo que más me atrajo fue su buen gusto y cercanía. Quería disfrutar del proceso, y sentí que podía confiar al 100% en su trabajo, sabiendo que iba a lograr un diseño increíble y lleno de personalidad".

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Desde el principio sabía muy bien qué era lo que no quería, aunque confiesa que siempre le había atraído el escote Bardot que deja los hombros y las clavículas al descubierto, una de las tendencias más potentes de la temporada. "Poco antes de empezar a diseñar mi traje, empecé a verlo demasiado, quizás por ese exceso de información que a veces tenemos. Sabía que quería un diseño con el cuello descubierto, con manga larga, y que tuviera un toque romántico".

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Uno de los detalles que le han apasionado desde que tiene uso de razón, son los volantes, y en el resultado final sí encajaron a la perfección, como por ejemplo en las mangas. "Tenía claro que el cuerpo debía ser ceñido, mientras que la falda debía tener mucho vuelo con distintos tejidos, para que tuviese movimiento y fluidez", y los expertos en la aguja y el hilo consiguieron dar forma al sueño de nuestra protagonista.

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Le preguntamos sobre si las tendencias tuvieron gran peso en la toma de decisiones, a lo que se sincera que para ella lo esencial es ser fiel a una misma y saber qué es lo que te favorece. "Hoy en día, tenemos acceso a mucha información y, a veces, eso puede hacer que perdamos nuestra esencia y nos dejemos llevar por tendencias que no se ajustan a nuestro estilo. En una novia, eso se nota", dice.

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Así fue la creación de su look

En su caso, el proceso de la creación empezó en el atelier y frente al gran espejo probándose un look que formaba parte de la colección prêt à porter de la diseñadora nupcial, "se adaptaba completamente a mí, a partir de ahí empezamos a trabajar", recuerda emocionada ante uno de los momentos más especiales que toda prometida vive durante la preparación de la boda.

Su idea inicial era dar con un vestido romántico, diferente y que fuese ella al 100%, ¡y lo consiguió! El suyo, confeccionado en muselina de seda, destaca por su cuerpo realizado a base de drapeados finitos, hechos a mano, en forma de espigas entrelazadas que culminan a la altura de la cadera. "Le da un aire fresco y joven, pero al mismo tiempo muy artesanal y trabajado", nos cuentan desde la firma nupcial.

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Tan espectacular y único era el traje que lució Marina para pronunciar su promesa de amor, que siempre tuve claro que quería llevarlo durante todo el día. "Por lo general, no soy partidaria de los cambios de look, el vestido es una pieza tan especial que, para mí, debe aprovecharse al máximo", explica. Únicamente se cambió los zapatos a lo largo de la celebración, "mi amiga Paula me regaló unas Castañer de edición especial".

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Las perlas de su suegra

En cuanto a la elección de joyas, lució unos pendientes que le regalaron sus suegros en la pedida. "Son unos pendientes que el padre de David le regaló a su madre hace muchos años. A ella le hacía especial ilusión que los llevara el día de la boda y realmente fueron el complemento perfecto".

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Al igual que les ocurre a muchas novias, esta andaluza no suele maquillarse a diario, por lo tanto, deseaba un resultado muy natural y sencillo. "Fue uno de los proveedores más difíciles de encontrar, hasta que conocí a Amparo Sánchez. ¡Fue una auténtica casualidad! Desde el principio, confié plenamente en ella, tanto que ni siquiera me miré al espejo en ningún momento la mañana de la boda. En cuanto al peinado, se decantó por un moño trenzado desenfadado con varios mechones sueltos que caían sobre su rostro, "quería algo natural y nada rígido", explica.

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Nos confiesa que no le fue nada fácil dar con el zapato de novia, pero sus amigas le sorprendieron regalándole unos de Jimmy Choo. "Reconozco que estuve bastante indecisa con este tema. El día de la prueba de vestido llegué con tres pares… Finalmente, elegí los más cómodos, realmente no se iban a ver, me costó muchísimo encontrarlos, pero sin duda, ¡fue la mejor decisión!".

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Bordados especiales

Y hubo un complemento que llamó la atención y que marca la diferencia, ¡el abanico! "Tengo la suerte que mi amiga Paula, es una artista, me regaló un abanico bordado por ella que contaba nuestra historia, y además diseñó el seating plan, también bordado por ella, con imágenes que nos representaban", cuenta.

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Marina confié plenamente en Sandra Ferini, a la que le dio tan solo una indicación para crear su ramo de novia soñado. "Quiero que sea de color blanco y que no sea cursi. ¡Lo clavó a la perfección!", dice. Las flores fueron dalias, rosa de jardín, ranúnculos y escabiosa, una composición maravillosa.

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El destino estaba escrito

La historia de la pareja que hoy se cuela en nuestras líneas es el perfecto ejemplo de cómo el destino sí está escrito, ¡aunque no nos demos cuenta al principio! "David y yo nos conocimos en Madrid hace 13 años, pero en ese momento, no era nuestro momento. Diez años después, ¡nos reencontramos en una fiesta en Sevilla! Empezamos a quedar, pero justo el fin de semana siguiente llegó el confinamiento por el Covid, así que tuvimos que esperar varios meses. ¡El universo parecía jugarnos una broma!", cuenta.

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Llevaban tres años de noviazgo cuando surgió la gran pregunta. "Fue en Grecia, durante un viaje totalmente improvisado. Él estaba allí por trabajo, y yo decidí unirme en el último momento. ¡Compró el anillo dos horas antes de pedirme matrimonio en el Partenón de Atenas!", recuerda emocionada ante ese gran 'sí' que pronunció sobre uno de los monumentos más importantes de la historia antigua.

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Se casaron el pasado 5 de octubre de 2024 en la finca de la familia del novio, El Macarro (ahora conocida como Complejo Valdepusa), situada en San Martín de Pusa, a las afueras de Toledo. "Aunque soy de Almería y siempre imaginé casarme cerca del mar, él tenía superclaro que quería casarse allí y a ambos nos encantaba la idea de hacerlo al aire libre. Es un lugar superespecial, con un Palacete toledano del siglo XIX y un entorno natural impresionante. Además, dentro de la finca hay una capilla consagrada que queríamos usar para la ceremonia, pero finalmente no fue posible y nos casamos en la pequeña iglesia de San Martín Obispo, en San Martín de Pusa que data del siglo XVI".

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Nos cuenta que tanto David como ella son grandes amantes de la gastronomía. "Nuestras primeras citas fueron durante el confinamiento, y siempre bromeo diciendo que me conquistó por la cocina. Se le da increíblemente bien, ha estado muy ligado a ese mundo". Por eso la elección del catering era primordial, contaron con Quilicua Catering. "Estuvieron abiertos a cada una de nuestras ideas: puesto de tomates de Almería, torre de copas de champagne, una mesa increíble de quesos… Una profesionalidad impecable".

Les encantaba la idea de celebrar la fiesta en la plaza de toros de la finca, "a David se le ocurrió contratar una charanga para que nos acompañara desde la carpa, donde estábamos comiendo, hasta la plaza de toros, ¡y fue súper divertido!", recuerda.

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Decoración andaluza

Quería que la boda reflejara sus raíces andaluzas, manteniendo el entorno campestre y los toques sureños que no podían faltar, lo lograron con la creatividad de Ferini. "Optamos por los tomates, tan representativos de Almería, debían ser los protagonistas en la decoración floral. Además, incorporamos claveles, tanto en los centros de mesa como en las alpacas que daban acceso a la carpa. Para mí, ¡es la flor andaluza por excelencia!".

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La anécdota de la boda

"A David le encanta el champagne, y ese día decidimos hacer una torre de champagne para nuestros invitados, todo el que conoce a David sabe que es un gran experto en abrir una botella dándole toquecitos con una copa, ese día no podía ser menos, con tan mala suerte que en la segunda botella el tapón dio en la torre, solo pudimos tomar las copas de arriba, pero nos reímos muchísimo y quedó en anécdota!".

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La boda de Marina y David en Toledo

Fecha: 5 de octubre de 2024

Lugar de celebración (ceremonia y banquete): iglesia San Martín Obispo (San Martín de Pusa, Toledo) y Complejo Valdepusa (San Martín de Pusa, Toledo).

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