Las tiaras y las bodas de la realeza suelen ir de la mano. Casi todas las novias royals eligen culminar su look nupcial con estas magníficas piezas que, ya sean préstamos, herencias o regalos, ayudan a crear un estilismo lleno de romanticismo en el que no es necesario incluir más ornamentos. Pero no todas llevan esta joya. Si hacemos un repaso por las mujeres que prescindieron de ella, observamos, con algunas excepciones, que la mayoría son enlaces monegascos.
A diferencia de otras casas reales europeas, la familia real de Mónaco no tiene una larga tradición en el uso de tiaras en las bodas. Las ceremonias nupciales en el Principado suelen ser más modernas y menos marcadas por el estricto protocolo asociado a las monarquías más tradicionales. Además, hay que destacar que la familia Grimaldi no cuenta con una selección tan amplia como la británica o la española.
Pero la ausencia de tiaras no implica que sus looks nupciales fueran menos espectaculares. Hacemos un repaso por las novias de la realeza que prescindieron de esta joya.
En lugar de tiara, Grace Kelly apostó por un tocado que armonizaba perfectamente con su vestido. Se trataba de una pieza confeccionada en encaje de Bruselas, un tejido elegante y delicado. Estaba adornado por perlas y flores de azahar, elementos que simbolizan pureza, fertilidad y amor. Lo combinó con un velo de tul de seda natural decorado con motivos florales y aplicaciones de encaje.
Bohemio, romántico y una inspiración para las novias de los últimos años, el look de Carolina creado por Marc Bohan para Dior marcó un antes y un después por ser rompedor y bucólico a partes iguales. Pero lo más espectacular de su estilismo fue el tocado floral que combinó con el velo, una joya artesanal. El accesorio estaba formado por flores frescas, concretamente flores de azahar que combinó con un sencillo velo de tul.
No solo fue innovador el vestido que Carolina de Mónaco eligió para su boda con Stéfano Casiraghi, un diseño wrap firmado por Marc Bohan, director creativo de Dior en aquel momento, también el accesorio que eligió para la cabeza. En lugar de optar por una tiara o un velo, adornó su melena suelta con una sencilla cinta de color champagne que colocó como una diadema y cerró con una lazada. Una elección elegante, minimalista y muy rompedora.
Ni tiara, ni velo, ni tocado. Estefanía de Mónaco prefirió dejar su melena suelta y sin accesorizar. Pero eso no fue lo único rompedor en su look nupcial. Se arriesgó a ser la primera royal de su tiempo en casarse de corto. Lo hizo con un vestido con largo a la rodilla, falda de tubo, tejido repleto de encajes, escote corazón y mangas largas, con una pequeña cola en la zona trasera.
Como muchas novias actuales, Rania de Jordania eligió un velo que nacía de su peinado, un moño alto y sencillo. Para que el resultado fuera más especial, bordeó este recogido con un tocado bordado en oro con elementos que combinaban la tradición árabe con lo contemporáneo. Este accesorio no solo funcionaba bien con el sencillo velo de tul, también con su vestido de novia, diseñado por Bruce Oldfield.
Para su enlace civil con el rey Carlos III, Camilla no llevó ni tiara ni velo. En su lugar, optó por un tocado de plumas, en tonos crema y dorado, diseñado por Philip Treacy, acorde con la naturaleza discreta de la ceremonia. Una creación que combinaba perfectamente con su abrigo-vestido diseñado por Anna Valentine, así como con su vestido interior de chiffon del mismo tono.
Para su boda, Charlene de Mónaco apostó por un vestido sencillo y sofisticado diseñado por Giorgio Armani que complementó con un favorecedor broche floral. Se trataba de un diseño de diamantes y cristales de Swarovski, que colocó estratégicamente en su recogido bajo y pulido.
En su enlace civil, Tatiana Santo Domingo prescindió de la tiara y en su lugar llevó una corona de flores blancas, verdes y azules que lució con la melena suelta y ondulada. Era el complemento perfecto para el diseño de Missoni, con un maraco aire bohemio, que eligió para la ceremonia.
Armani creó para ella un favorecedor vestido de manga francesa, escote a la caja y un espectacular encaje. Un diseño clásico y atemporal que combinó con un velo de tul que lució sobre un moño al que añadió unas horquillas joya.
Muchos vieron en el look nupcial que Giambattista Valli creó en exclusiva para Carolta Casiraghi un guiño al look que llevó su madre en su boda con Philippe Junot, celebrada también un 29 de junio. Ella, igual que Carolina, tampoco llevó velo ni tiara. En su lugar, optó por un pequeño tocado de pedrería del que partía un velo corto.