Hay madrinas que inspiran con sus elegantes looks, convirtiéndose en todo un referente, aunque sean mujeres anónimas. Y si esto sucede con ellas, también pasa con las madres de las novias. Su papel es secundario, y pese a que se deben regir por el mismo protocolo que el resto de invitadas (ellas, por ejemplo, no pueden ir de largo si se trata de una boda de mañana y tampoco pueden utilizar mantilla), lo más recomendable es que sus elecciones sean diferentes y muy especiales, como sucede con otras invitadas importantes como las hermanas de la pareja o las que hayan sido elegidas para ser testigos. Si estás en plena búsqueda porque todavía no tienes muy claro el diseño que lucirás, estos son algunos de los estilismos que más te pueden inspirar si dentro de poco se casa tu hija.
Fluido y en tonos tierra
También de Poydel es este favorecedor diseño fluido, ajustado en la zona de la cintura con un cinturón del mismo tejido, en tonos tierra y lleno de movimiento gracias a las superposiciones y las asimetrías. Además, cuenta con una elegante capa, una pieza que ha triunfado (y lo seguirá haciendo entre las invitadas). Aunque el vestido por sí mismo ya es una pieza muy especial, Lourdes, la madre de la novia, lo complementa con una elegante pamela de Alium Alta Sombrerería, y zapatos a tono.
En color claro
Los tonos demasiado pastel, el marfil, el beis y algunos grises, es decir, todos esos tonos que se aproximan mucho al blanco, están prohibidos para las invitadas. Pero si alguien tiene licencia para llevarlo, esa es la madre de la novia. En este caso vemos que Mónica eligió para la boda de Macarena un diseño de un color muy claro. Era un vestido fluido, tipo capa, con un recogido en la zona de la cintura, que estaba decorado con un elegante broche. Combinó esta creación de Jorge Vázquez con zapatos a tono, logrando un look elegante y atemporal.
Dos piezas + tocado
Los vestidos siempre son una apuesta segura, pero a veces los diseños de dos piezas son más favorecedores. Un ejemplo lo encontramos en el que luce Magali, la madre de la novia. Se trata de un conjunto confeccionado en un tejido rojo jaspeado, recto, sencillo y que sienta de maravilla. El cuerpo se corta en la zona alta de la cintura, para estilizar más la silueta. El diseño es obra de Poydel, y Magali Lo combina con un tocado de Sombreros Conchitta.
Sencillo, con un toque diferente
Hay madres de la novia que no quieren algo llamativo, pero tampoco buscan un diseño excesivamente clásico. Eso es precisamente lo que Álvaro, director creativo de Poydel, logra con este diseño. Un vestido liso, de silueta columna, con escote de pico y de color neutro, que se convierte en una prenda muy especial al incluir una pieza en otro tejido que cae hasta el borde del vestido. Y es cierto, que solo con ese detalle, incluir accesorios llamativos es innecesario.
Mezcla de texturas
Hay tejidos aparentemente opuestos que funcionan muy bien juntos. Es algo que estamos comprobando en los vestidos de novia y que pasa, con mucha frecuencia, en las opciones de invitada. Míriam Gálvez lo demuestra con esta creación para la elegante madre de esta novia. El vestido, de manga francesa, con escote en V y el cuello ligeramente subido, culmina su falda en un amplio volante en un tono contrastado.
Con abrigo
Si algo tiene el invierno es que permite crear looks llenos de elegancia y sofisticación gracias a la introducción de prendas como los abrigos. Jorge Vázquez creó para Isabel un diseño de color azul, ribeteado y con los hombros estructurados, que lució sobre un vestido a tono. La madre de la novia eligió un favorecedor tocado de redecilla que colocó sobre su melena peinada con ondas. Con esta elección demuestra que, en muchas ocasiones, no es necesario elegir cosas demasiado llamativas para que el resultado sea el mejor, pero sí detalles que ayuden a marcar la diferencia.
Liso y con volúmenes
Las prendas sin estampados suelen necesitar algún detalle o elemento (un accesorio, por ejemplo) que ayude a romper la monotonía en la que pueden caer estas prendas. En el caso de este diseño de Diego Estrada, vemos que el creativo incluye una pieza con volumen que avanza desde el hombro hasta la zona de la cintura. Aporta elegancia y sofisticación, igual que el collar de perlas de María Jesús.
Drapeado en la cintura
Esta técnica, que se ha convertido en una tendencia dentro del mundo nupcial, se utiliza de forma recurrente en el campo de las invitadas. Es lógico, ayuda a estilizar la silueta y logra que los diseños se adapten mejor al cuerpo. Un ejemplo lo encontramos en este look de Míriam Gálvez, un vestido minimalista a primera vista, pero lleno de detalles tanto en las mangas como en el cuerpo. Y es que no solo incluye el drapeado que mencionábamos antes, las mangas nacen ligeramente abullonadas en los hombros y no son lisas.
Camisero y con volantes
Las mezclas de opuestos funcionan, y no solo en tejidos, también en lo que a estilos se refiere. Un ejemplo muy claro lo vemos en este diseño de Obrando Costura. Se trata de un vestido para una madre de novia compuesto por un cuerpo de inspiración camisera y una falda con varios volantes superpuestos que no aportan demasiado volumen. La elección del tono, un azul bastante clásico y utilizado por las invitadas, se logra un equilibrio con el patrón, más arriesgado.
Con los hombros al aire
Los diseños con escotes bardot vuelven a ser tendencia. Son favorecedores, elegantes y sí, una buena opción para madres de la novia. El vestido de Rosa, creado por Jorge Vázquez, es una prenda minimalista que, gracias a este acabado y a las flores superpuestas que bordean los brazos y se extienden ligeramente por la zona del pecho, se vuelve novedosa y sorprendente. La madre de María lo complementa con zapatos a tono y un tocado de plumas en la misma gama.