Loreto es diseñadora, pero hasta la fecha, nunca había creado un vestido de novia. Estas piezas tienen una gran dificultad, no solo porque se lleven en un día único y generen expectativas emocionales, sino porque suelen ser creaciones con una gran complejidad técnica, deben ajustarse perfectamente al cuerpo de la novia, el blanco es uno de los colores más chivatos —muestra detalles que otros tonos disimulan, como una costura imperfecta— y deben funcionar como un todo junto al resto de accesorios. Pero su look nupcial, al que dieron forma en Arrate, un taller de Barcelona, fue todo un éxito.
Un vestido de novia inspirado en la antigua Grecia y un segundo look reciclado
La novia nos explica que nunca había pensado en crear su propio vestido, pero después de probarse prendas de otros compañeros, siempre tenía cambios en mente. "Al ser diseñadora no me parecía bien marcar cada detalle que quería cambiar sobre otro creativo, así que finalmente decidí diseñarlo yo desde cero".
Aun así, nos cuenta, antes de lanzarse de lleno en el proceso se probó diferentes opciones, algo que le parece fundamental. Ella, por ejemplo, siempre había sentido cierta predilección por los vestidos lenceros cortados al bies. "Cuando me los probé vi que a mí no me sentaban bien. Por eso recomiendo probarse muchos estilos y formas, solo así puedes saber qué es lo que mejor te sienta y con lo que más cómoda estás".
Cuando llegó el momento de plantear su look nupcial, Loreto buscó inspiración en la antigua Grecia, una época por la que tanto ella como su marido, Samuel, sienten fascinación. "Estuve investigando un poco sobre plisados y drapeados y finalmente di con unas imágenes de la diseñadora de los años 40, Madame Gres. Sus plisados me recordaron a esas túnicas griegas, así que fui poco a poco diseñando el vestido teniendo presentes esos drapeados, pero siempre adaptándome a un estilo más actual, de ahí la asimetría y el escote bardot".
Loreto nos explica que una vez definido el estilo del vestido —una prenda con mangas abullonadas, plisados, deshilachados, asimetrías y transparencias— lo que más le costó fue dar con los materiales más adecuados. Ella quería sumarse a una de las tendencias que vemos con más frecuencia en estos momentos en el mundo nupcial, la superposición de tejidos. Y para eso, dar con los textiles perfectos es imprescindible. "Es una pena que cada vez cueste más encontrar tejidos diferentes y de calidad, por ello compré el tejido del cuerpo y lo envié a plisar. Tanto el cuerpo como las mangas son de una bambula de seda supervaporosa, así que tuvimos que darle un poco de cuerpo con el satén del forro".
Uno de los elementos más especiales del vestido son las mangas, semitransparentes y abullonadas, culminadas con un bonito volante deshilachado que nacía del puño. Lo que no sabíamos es que estaban llenas de anécdotas. "Todo el mundo me decía que me darían problemas a la hora de comer porque eran muy largas y no puedo estar más contenta de haber seguido mi intuición, ¡fue de lo que más halagos se llevó del vestido!", asegura encantada.
Esta prenda tan especial, y con un aire atemporal, fue creada en tiempo récord. Loreto se casaba el 18 de octubre y hasta después de verano no vieron una toilé entera. "Tengo que decir que siempre he estado muy tranquila de la mano de Begoña y las chicas de Arrate, no me preocupé en ningún momento del resultado final", asegura.
La diseñadora, como otras muchas novias, decidió llevar un segundo vestido para su boda. Pero en lugar de optar por una nueva creación, recicló el traje de novia que, 40 años antes, había llevado su madre. "Lo compró en la tienda donde trabajaba de joven, realmente era un vestido de fiesta. Es un vestido que tiene dos tonos de blanco, el de la falda es más marfil que el del cuerpo. Ella lo llevó con una bajo falda y una torera del mismo satén de la falda, era muy diferente para su época, lo veo muy actual. Yo únicamente llevé el vestido corto y estuve comodísima durante todo el baile", nos cuenta.
Del camisón de su tatarabuela a su ramo de novia
Cada vez es más frecuente que las novias cuiden con esmero todos los detalles de su gran día, y eso incluye cómo se van a vestir durante los preparativos. El getting ready no solo nos deja algunas imágenes maravillosas del proceso de maquillaje y peinado, también nos descubre auténticas joyas de lencería. Loreto nos cuenta que ella llevó un camisón que habían encontrado en un baúl en casa de su abuela. "Resultó ser de mi tatarabuela, estaba en perfecto estado y tiene un patrón que nunca antes había visto, es una auténtica joya. Tuve a mi lado por si tenía frío el mantón de manila de color marfil de mi bisabuela que también ha llevado en ocasiones especiales mi abuela. Podríamos decir que durante todo ese día estuvieron representadas cuatro generaciones de mujeres de la familia y siempre quedarán reflejadas en las preciosas fotos que Caleidoscopia me hizo durante los preparativos".
En cuanto a sus complementos, en lugar de optar por piezas clásicas, Loreto apostó por unos pendientes cargados de personalidad, largos, de oro y perlas, de Ikelele. También decidió llevar velo, aunque fue una elección de última hora, algo mucho más frecuente de lo que parece. "Desde el primer momento dije que no llevaría velo, me imaginaba con algo en el pelo, pero más tipo diadema o algún tipo de lazo. Quisimos probar el velo con un retal de la bambula de seda y ahí es cuando me vi vestida de novia por primera vez".
A la hora de dar forma a su ramo, Loreto nos explica que quiso tener un guiño con la madre de su marido y elegir como flor principal su favorita: la orquídea. "Estuvimos trabajando en él el día de antes junto con Carolina Bouquet, la artista detrás del ramo. Está compuesto de unos crisantemos malva y otro tipo de orquídea mini de color amarillo, el mismo tono del Mehari con el que entré con mi padre".
Elegir un look que refleje la personalidad de la novia y con el que se sienta cómoda no solo implica pensar en el vestido, también elegir bien tanto el maquillaje como el peinado. "Como no suelo maquillarme en exceso, en mi día a día quería algo natural que Ruth Márquez supo plasmar a la perfección. Para el peinado sabía que también quería lo que siempre suelo hacerme para arreglarme", asegura Loreto.
En cuestiones beauty el mundo nupcial ha variado mucho en los últimos años. Si antes era más frecuente ver a prometidas con sombras de ojos marcadas o labios muy coloreados, ahora se impone la naturalidad, también en el peinado. Hay moños de inspiración bailarina, recogidos sencillos, coletas y trenzas; pero también melenas sueltas, sea cual sea su longitud. Loreto presumió de la suya, de largo medio, con unas ondas desenfadadas.
Por último, le pedimos a Loreto que nos deje un consejo para otras novias que están en plena búsqueda de su vestido. "Como he dicho antes, comodidad y que refleje tu personalidad. Es el vestido el que se ha de adaptar a ti, no tú al vestido. Ese día es tuyo y de tu pareja, no tiene que importarte la opinión de los demás, has de ser fiel a tu intuición y gusto".