A pesar de que María es de Málaga, ciudad en la que se conocieron, y Guillermo, de Madrid, donde se reencontraron para no separarse nunca más, esta pareja decidió celebrar su enlace en Sigüenza, un pueblecito de Guadalajara en el que la familia de la novia veranea desde hace varias generaciones y que tiene un significado muy especial para ella, hasta el punto de que siempre supo que quería casarse allí. Dicho y hecho, el pasado 8 de junio ella y su pareja sellaron su historia de amor en una preciosa ceremonia en la cual los novios y sus invitados terminaron ¡bailando bajo la lluvia! Para darle forma al vestido de sus sueños que llevaría en su gran día, confió en Fabio Prieto, quien creó un diseño sencillo, elegante y convertible que, seguro, inspirará a futuras novias que busquen ideas cómodas y sofisticadas.
La gran mayoría de novias con las que hablamos tienen claro qué es lo más importante para ellas a la hora de elegir vestido para su gran día: ser ellas mismas, punto de partida que compartimos totalmente. Cuando le preguntamos, María añade que buscaba "que el vestido representara mi forma de ser y no sentirme disfrazada", algo que cree que consiguió, sin duda, gracias a la ayuda de Fabio, el diseñador.
Esta novia confiesa que siempre le ha llamado mucho la atención el mundo bodas, y se ha fijado en muchísimos vestidos que le gustaban e inspiraban, pero nunca se había parado a pensar en cómo sería el suyo. "Sí que tenía claro que quería ir tradicional y sencilla, pero con un toque especial que representara mi personalidad" añade.
Para dar forma al vestido más importante de su vida, confió en el diseñador Fabio Prieto por recomendación de una de sus mejores amigas, quien le conocía bien porque había hecho los trajes de novia a sus hermanas. No pudo estar más feliz con esa decisión, ya que, como nos cuenta, desde la primera visita que hizo a su taller, sintió que entendía perfectamente lo que quería y supo guiarla hasta conseguir EL vestido. "Lo volvería a elegir, sin duda, he disfrutado muchísimo del proceso".
Como decía desde el principio, cuando llegó el momento de sentarse a definir el diseño, no sabía exactamente qué quería. "Sí que tenía claro algunos aspectos, como el hecho de que quería un vestido con mangas, texturas vaporosas, llevar velo y capa, y que, de alguna manera, fuese un vestido convertible. Tuve muchas dudas de si era compatible llevar todo esto y a la vez que fuese un vestido sencillo con el que me sintiese cómoda, ¡eran muchas cosas!".
Sin embargo, al final pudo hacer su sueño realidad gracias a Fabio, quien supo darle forma y conseguir, como explica María, "que, de una manera elegante y sencilla, el vestido cumpliese con todo lo que quería y me imaginaba, y lo más importante, que me sintiese yo misma".
Como suele ocurrir, a lo largo del proceso fueron añadiendo distintos detalles en los que no había reparado al principio, aportando personalidad al vestido, el cual confiesa que llevaría una y mil veces. "Creo que lo más importante es sentirse una misma con el vestido de novia, más allá de seguir las tendencias del momento. De hecho, durante todo este proceso siempre he pensado que quería un traje que, dentro de 20 años, cuando vea las fotos del día de la boda, me lo siga queriendo poner".
Su vestido '2 en 1'
Aunque hasta hace unos años era muy común que las novias quisieran cambiarse de vestido para la fiesta, cada vez son más las que prefieren aprovechar el mismo diseño todo el día y lo modifican mediante detalles convertibles. En su caso, María se quitó la capa y las mangas para estar más cómoda y disfrutar mejor hasta el fin de la celebración.
El sector nupcial siempre ha estado rodeado de tradiciones, a las cuales algunas novias les dan gran importancia, pero otras, como María, no tanta. En su caso, llevó unos pendientes prestados con un significado muy especial para ella, pero más por esa carga emocional que por el hecho en sí de llevar algo prestado. "Creo que es algo muy personal que depende de cada novia. Los pendientes eran de mi tía abuela Isabela. Cuando mi madre me los enseñó hace más de un año, no dudé en que quería que fuesen esos los pendientes que llevase el día de mi boda". Para completar, lució el anillo con el que Guillermo le pidió matrimonio, así como el que le regaló su familia en la pedida de mano.
Eligió un ramo de flores naturales de estilo silvestre, un tipo de bouquet con el que siempre se había imaginado. "Además, llevé una cinta con un significado muy especial para mí, de la que colgaban una medalla de la Sagrada Familia que me regalaron mis padrinos, así como una medalla de la Virgen Niña que me regalaron mis amigas" explica.
Un look de belleza muy elegante y atemporal
Para el look de belleza, buscaba algo muy sencillo y natural, que encajara a la perfección con su estilo y el vestido. Para ello, decidió confiar en su peluquera y maquilladora de Málaga de toda la vida, quienes se recorrieron casi 700 kilómetros para acompañarla el día de su boda, algo por lo que María afirma que estará muy agradecida siempre.
A pesar de que María es de Málaga y Guillermo de Madrid, decidieron celebrar la boda en Sigüenza un 8 de junio de 2024, fecha que, sin duda, ambos recordarán siempre. En este pueblecito de Guadalajara veranea la familia de la novia desde hace varias generaciones: "es un lugar que considero mi segunda casa, y donde siempre tuve claro que me quería casar".
La ceremonia religiosa tuvo lugar en San Vicente Mártir, una iglesia románica situada en las travesañas de Sigüenza que a Guillermo le encantó desde el primer día que la visitó. Posteriormente, se desplazaron a la finca Monte Cutamilla, un lugar que siempre les había gustado y que, como María explica, "está situada a escasos kilómetros de la iglesia y cuenta con un palacete y unos jardines espectaculares con muchas posibilidades".
"Dsde que tengo uso de razón, cuando estoy en Sigüenza y vuelvo a mi casa dando un paseo, siempre paso por un puente de piedra con unas vistas impresionantes a la Catedral. Cuando Charo, nuestra fotógrafa, nos preguntó que dónde queríamos hacernos las fotos de la boda y que, si teníamos algún sitio especial en Sigüenza, nos acordamos del puente, se lo contamos y le encantó la idea. Por ello, cuando salimos de la iglesia nos fuimos directos en el Fiat 600 clásico de mi padre a hacernos unas fotos a este sitio tan especial" nos cuenta María, y el resultado no puede ser más espectacular.
El inicio de su historia
Este precioso enlace fue el broche de oro a una historia de amor que comenzó en 2016, año en el que se conocieron cuando Guillermo fue con el primo de María a Málaga, donde ella vivía con su familia, para participar en un concurso de arquitectura.
Dos años más tarde, el destino quiso que ella fuera a pasar un fin de semana en Madrid, donde coincidieron de nuevo y retomaron el contacto. "Yo ese año me iba a ir a vivir a Londres para seguir formándome profesionalmente allí, pero con lo que no contaba era con volver a reencontrarme con Guillermo. Dos meses después, casualidades de la vida, encontré trabajo en Madrid y me quedé a vivir aquí, y desde entonces comenzamos la relación hasta el día de hoy".
Uno de los mayores consejos que esta novia ofrece a las parejas que se encuentren en la cuenta atrás para su enlace es que, además de disfrutar del día de la boda, lo hagan también del proceso de organización, porque todo pasa muy rápido, algo que ellos hicieron desde el primer día. "No hemos contado con wedding planner, pero sí con la ayuda de familia, amigos y el equipo del catering y la propia finca" explica.
Si le pedimos que eche la vista atrás y recuerde qué fue lo más emocionante de aquel día, María lo tiene claro: todo tiene que ver con la gente que les rodeó. "Ver a todos nuestros amigos y familia juntos en un mismo sitio, a pesar de que venían de diferentes lugares como, por ejemplo, Málaga, Madrid, Pamplona, Santander, Cádiz, Alicante, Logroño, Canarias, Ámsterdam, Londres y Suiza, entre otros".
Para finalizar, como anécdota, nos cuenta que el diagnóstico del tiempo no era muy bueno, pero muchos amigos y familiares cumplieron con la tradición y llevaron huevos a Santa Clara. "¡No exageramos cuando decimos que pudieron llevar más de 100 huevos! El resultado, contra todo pronóstico, un día estupendo que respetó hasta el momento de la comida que pasamos a un salón. En la fiesta, que era en un patio interior, pero con un toldo en el centro, los invitados prefirieron que se quedara abierto durante la fiesta y lo dimos todo bajo la lluvia".
LOS PROVEEDORES DE SU BODA EN SIGÜENZA
- Fotografía: GM Studio Fotografía
- Vídeo: Marry Me Films
- Catering: Artigot
- Finca: Cutamilla
- Maquillaje y peluqueróa: Centro de belleza Heliomar
- Vestido de novia: Fabio Prieto
- Traje de novio: Chaques.net
- Flores: Floristería Zinnias
- DJ: Dándote Ritmo
- Bajoplatos: Batea