Han pasado más de diez años desde el enlace de Andrea Santo Domingo y Tatiana Casiraghi y todavía existe un gran misterio en torno a él. Fue el 1 de febrero de 2014, seis meses después de darse el 'sí, quiero' en una ceremonia civil en el Salón del Trono del Palacio Real de Mónaco, cuando organizaron la ceremonia religiosa y posterior fiesta en la localidad suiza de Gstaad. Aquel mágico día estuvo marcado por la nieve, y los invitados deslumbraron a su llegada mientras los copos caían sobre sus estilismos invernales. Pocas imágenes hay de los novios aquel día, ya que quisieron que fuera una celebración íntima junto a sus familiares y amigos. Sí que pudimos descubrir el peinado y la tiara de Tatiana, quien llegó envuelta en una preciosa capa blanca que, sin embargo, ocultaba el secreto mejor guardado de toda boda: su vestido. Poco después, el diseñador del mismo compartió el boceto, y ¡HOLA! publicó en su portada una imagen frontal que desvelaba parte del look nupcial, pero no ha sido hasta ahora, una década más tarde, cuando hemos podido verlo sin la capa y descubrir todos los detalles.
Hace unas horas, con motivo del 41 cumpleaños de Tatiana, una de sus mejores amigas, Margherita Missoni, heredera de la emblemática casa de moda italiana, ha querido compartir en sus redes una serie de fotografías para felicitarla. Entre todas ellas, ha sorprendido una imagen en la que aparece vestida de novia, la primera que vemos sin capa y que, por lo tanto, nos ha permitido descubrir a la perfección este diseño.
Se trata de una delicada creación de estilo romántico, un diseño de Alta Costura que, al igual que los de Grace Kelly, Sassa de Osma o Kate Middleton, cuenta con escote y mangas de encaje. Asimismo, incorpora cuerpo entallado de escote palabra de honor hasta la cadera, de donde parte una delicada falda realizada a base de una cascada de volantes de seda que finalizan en cola.
Según informaba la firma italiana por aquel entonces -y como pudimos ver en imágenes en exclusiva en esta portada de ¡HOLA!-, se completaba con una capa de cachemir y capucha XL en el mismo color, la que se resguardó del frío y protegió el diseño a su llegada al banquete. Este tipo de abrigos son la opción preferida de las novias más estilosas que se casan durante la temporada de frío, algo que no sorprende porque aportan una dosis extra de elegancia y teatralidad. En el caso de Tatiana, se convirtió en una auténtica 'reina de las nieves' bajo las precipitaciones de aquel día.
Un peinado y tiara dignos de una reina
Tatiana sorprendió con la elección de peinado en su gran día, puesto que, mientras que normalmente adora llevar su melena suelta y natural o en recogidos de aire más bohemio, en esta ocasión optó por una imagen más clásica y atemporal. Lució su cabello en un elaborado moño pulido con raya al medio que coronó con una impresionante joya familiar.
Se trataba de la tiara Fringe de la Familia Real Monegasca, una pieza de estilo años 20 en platino y diamantes perteneciente a la casa joyera Cartier que pertenece a Carolina de Mónaco, quien la ha llevado tanto a modo de diadema como de collar.
Una novia muy fiel a su estilo
Son muchas las mujeres que deciden inspirarse en ellas mismas para idear sus looks nupciales, una gran idea para sentirte tú misma y no verte disfrazada, idea que perfectamente podría haber hecho Tatiana. No son pocas las personas que vieron en este estilismo de Valentino una similitud con el que llevó en la cena de gala previa al enlace de los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco en 2011, diseñado por el mismo modista italiano. De igual forma, contaba con una falda cuajada de volantes confeccionados en un tejido vaporoso que aportaban movimiento, ligereza y sofisticación.
El look de su enlace civil
En Mónaco, es tradición que los novios se den el 'sí, quiero' por lo civil antes de que tenga lugar el gran festejo religioso. Esto permite a las novias jugar con sus estilismos, ya que, en muchas ocasiones, exploran distintos estilos para este primer enlace e, incluso, algunas huyen del blanco. Por ejemplo, Charlene lució un dos piezas azul celeste, y Beatrice Borromeo optó por un diseño de encaje en tono lila empolvado.
Andrea y Tatiana decidieron celebrar este enlace en agosto de 2013 ante cerca de 350 invitados, seis meses antes de la mágica boda invernal que mencionábamos antes. La novia sí que quiso lucir el color nupcial más tradicional, y eligió un sencillo vestido de Missoni, una de sus preferidas, con escote en 'V' y manga hasta el codo. Estaba confeccionado en un tejido de punto decorado con motivos de encaje que aportaban ese toque bohemio que tanto la define.
En lugar de la majestuosa tiara que llevó en la boda religiosa, completó este look con una corona de flores blancas, verdes y azules en el pelo, un tocado que llevó con el pelo suelto y ondulado, muy natural, al igual que el maquillaje. Como calzado, unas sandalias planas en tono plateado, sencillas y veraniegas, similares a las que habitualmente elige en su día a día.