La boda de María Baraza: de su vestido de novia 3 en 1 a su tiara personalizada

Un vestido de novia tres en uno

Cuando María empezó a crear su vestido tuvo muy claras dos cosas: que la prenda debía contar su historia personal y, también presentarla a ella como diseñadora. Para lograr un traje coherente, acorde a la época del año en que se celebraba el enlace y que cumpliera con estas premisas, la diseñadora nos cuenta que tuvo que hacer un trabajo de introspección, de sentarse con ella misma y preguntarse lo que siempre les pregunta a sus novias. Así llegó a la conclusión de que en su look no podía faltar una chaqueta estructurada (la prenda que siempre acompaña a María) y que debía estar confeccionada en su tejido preferido, el tweed de seda. Para crear la sensación de que la creativa llevaba un abrigo, decidió añadir una sobrefalda del mismo material.

Una de las cosas que más llama la atención del primer vestido de María es que de sus hombros nace una capa con una inmensa cola, ¡mide ocho metros! "Carlos ha marcado mucho la totalidad de mi vestido. Llevo una cola de ocho metros, porque se empeñó en que quería la cola más larga que yo hubiera hecho nunca". También le pidió que llevará el pelo suelto, pero entre risas la creativa nos explicaba que eso no iba a pasar, que luciría su melena recogida en una coleta.

Al principio de este artículo decíamos que María es conocida por ser la única diseñadora que cada año presenta una colección nupcial cien por cien convertible. Estas prendas son la esencia de su marca y si el vestido debía contar su historia, también tendría que tener la opción de dar paso a otros diseños conforme avanzara la ceremonia. Durante el almuerzo, la creativa se desprendió de la chaqueta y la sobrefalda de tweed, de la capa y del velo. A la vista quedaba un vestido de mangas ligeramente abullonadas -otro clásico dentro de sus propuestas-, con bordados en el puño, y una espalda muy especial. "Está bordada a mano con bieses y una técnica que es de entrelazar los bieses que se llama con pata de mosca. Yo la he visto hacer en mi casa desde hace muchísimos años. Quería hacer como ese pequeño homenaje a mi tierra y a esas modistas y quise bordar la tela de mi vestido para que fuera única, para que no haya otra como la mía".

Por último, durante la fiesta María llevó un último cambio que convirtió el vestido en otro totalmente diferente. Fue necesario descoser la parte de arriba para retirar las mangas y los tirantes. Encima colocó un sobrevestido, un recurso que se utiliza mucho en su firma. El resultado fue un diseño de escote bardot que llevaba por encima una tela muy, muy fina, con brillo, que hacía que ese vestido se convirtiera automáticamente en fiesta. ¿El elemento más especial de este look? Una especie de mangas de pelo de zorro, un detalle ideal para las novias de invierno.

Un homenaje a su padre 

El look nupcial de María está lleno de emociones. Su padre falleció hace unos meses y no ha podido acompañarla al altar en un día tan especial, por eso ella ha querido sentirlo a su lado e incluirlo en varios detalles. "Llevo un velo que me ha abordado Sara, que es una chica que tiene una firma de bordados que se llama Perenne, que me ha abordado un velo que es como el gran protagonista, junto con la corona y el look, por supuesto, que es un poema de Machado que le encantaba a mi padre", nos cuenta mientras nos enseña la pieza y nos desvela que el poema es Caminante no hay camino. También le ha querido rendir homenaje con sus zapatos, unos salones blancos creados por Salo Madrid que llevan una cinta negra en la parte trasera y la palabra Papi en el lado derecho, el que debería haber ocupado él.

Pero no solo lo ha tenido presente a él, también está Loli, la modista de la familia, la que despertó en ella las ganas de ser diseñadora. "Llevo unos botones hechos a mano por ella", nos explica. Por último están las novias, todas las mujeres a las que ha vestido durante estos diez años de trayectoria. "La enagua del vestido está serigrafiada con todos los nombres de todas ellas, de todas esas chicas que han confiado en mí, que me han hecho llegar hasta estos diez años cumpliendo sus sueños y los futuros que vengan ahora de las siguientes novias. Necesitaba tenerlas conmigo".

Joyas muy especiales para el gran día

Una de las cosas que siempre tuvo claras, era que el día de su boda quería llevar una tiara. La suya, de estilo art déco, la diseñó junto a María, del anticuario López Linares. Pero en realidad todas las joyas con las que aderezó su look están llenas de historia. "Los pendientes pertenecieron a mi abuela y mi tía me los regaló para la boda. Las alianzas nos las hizo Marisa, de Eme Jewels, a partir de las alianzas de mis abuelos". Mi anillo de compromiso es una joya antigua con mucha historia que Carlos encargó a David y Sheila, de Del Páramo Joyas Vintage". También nos explica que en Moret Joyeros hicieron unos gemelos para su marido con un diamante que el padre de María le regaló a su madre.

Su ramo también merece una mención especial. La diseñadora nos explica que quería una composición floral totalmente blanca, que fuera como un jardín de invierno. Para darle forma confió en los expertos de Flores de Cavia que crearon para ella un ramo de tamaño medio y ligeramente desestructurado con un detalle muy especial: una pequeña flor azul; una forma con la que cumplir con esa tradición que casi todas las novias siguen en su gran día.

Una coleta convertible y un maquillaje muy natural

Aunque Carlos le pidió a María que llevara la melena suelta, ella no le hizo caso y prefirió recogerla en una coleta con ondas entrelazada en la base. "Quería algo sencillo que le restara formalidad a la corona y el cuello de mi chaqueta". Eso sí, durante la fiesta y coincidiendo con la tercera transformación de su vestido, se la soltó y presumió de ondas marcadas. Conseguir una piel bonita y luminosa es el objetivo de la mayoría de novias cuando tienen que definir el maquillaje de su gran día. María sabía que ella quería una piel muy trabajada y potenciar sus ojos con tonos marrones. "Carmen Peralta me conoce desde hace años y supo sacar mi mejor versión para cada uno de los momentos en los que evolucionaba con mi vestido convertible", asegura. No podía estar más guapa.

Una boda de invierno

Carlos y María se conocieron en 2011, pero fue ocho años después cuando surgió el flechazo. "Nos fuimos a tomar un café y cuando volví a casa me dije: 'Me casaría con este chico mañana'. Y ahora un año después y con una niña en el mundo, me casaría de nuevo sin pensarlo ni un instante, es la mejor decisión que he tomado en mi vida". 

El 25 de noviembre de 2023 María y Carlos se dieron el 'sí, quiero' en la parroquia de San Jerónimo el Real, conocida popularmente como Los Jerónimos. "Entré sola, mi padre falleció seis meses antes de mi boda y recuerdo ese momento muy especial, me sentí acompañada en cada paso, y en el lado donde él hubiera ido. En mitad del pasillo mi tío me recogió para acompañarme al altar", nos cuenta la diseñadora.

Después se trasladaron a Las Tenadas para seguir con la celebración. "Lo elegimos porque es un sitio precioso para novias de invierno, tiene dos salones interiores muy grandes y preciosos decorados; y por el catering, La Blonda, que es buenísimo. Tenía muy buenas referencias por bodas que ya había ido y de verdad que fue uno de los grandes aciertos", asegura María.

La novia nos explica que vio muy necesario contar con la ayuda de una wedding planner. "Nuestra boda era bastante grande, fuimos 405 invitados, y con el poco tiempo que yo tengo normalmente necesitaba sí o si contar con alguien que me ayudara a organizar todo. Elegí a Silvia, de Los Sueños de Julieta, y de verdad no pude elegir mejor, Lo preparó todo con un cariño infinito y la profesionalidad que la caracteriza. Me llevo una amiga para siempre".

La boda de María, como su look nupcial, estuvo llena de detalles. Nos explica que regalaron a todos los hombres un pañuelo personalizado y a las mujeres un costurero de viaje. "¡En mi boda no podía faltar un guiño a mi profesión! Al igual que los marcasitios, que  eran bastidores de bordar que preparé con Maresa Carles, encargada de la papelería de la boda".

Todas las bodas suelen estar repletas de anécdotas y la de la diseñadora no fue una excepción. Una de las más especiales tiene que ver con las arras. María nos cuenta que su abuela le había encargado a Mercedes, una joyera amiga de Cartagena, que se las diera el día de su boda. "Las dejó muchos años antes pagadas y fue un regalo impresionante desde el más allá". Y una de las más divertidas está relacionada con la tarta. Dos amigos se llevaron en coche desde su ciudad, un día antes de la boda, la tarta típica de la zona. "Por supuesto cortamos la tarta, hay que volver a traer esa tradición, a nosotros nos encantaba la idea".

"La sensación de tener bajo el mismo techo a todas las personas importantes de nuestra vida, la verdad que ahora recordándolo me emociono, porque es muy difícil poder volver a reunir en un mismo día a todos los amigos y familia que vinieron de todas partes del mundo a estar con nosotros", fue lo más especial de aquel día para María. 

Por eso, cuando le pedimos que de un consejo a otras parejas que, en breve, pasarán por lo mismo, no lo duda: "La verdad que lo que les digo siempre a todas mis novias, que se relajen que todo va a salir bien, que lo más importante de ese día es la persona con la que se casan, cuando en una boda se respira amor y complicidad entre los novios, los invitados disfrutan y participan mucho".

María quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda.