El anillo de compromiso es un símbolo global del amor y la promesa de un futuro compartido. Esta joya, que tradicionalmente se regala a las mujeres después de dar un paso más en la relación, puede ser clásica, vintage, a medida... En realidad, su diseño no importa siempre que se adapte a los gustos de cada prometida. Lo que sí importa (y preocupa) a muchas parejas, es saber dónde se coloca esta joya.
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¿Dónde se ponen el anillo de compromiso y el de matrimonio?
En España, salvo en la Comunidad Valenciana y en Cataluña, el anillo de compromiso se lleva en el dedo anular de la mano derecha hasta el día de la boda. Después, ese lugar lo ocupa la alianza de casado y la joya de compromiso se traslada al mismo dedo pero de la mano izquierda. En las dos comunidades citadas, se hace justo al contrario: inicialmente se coloca en la mano izquierda y, después, pasa a la derecha.
Esta posición viene marcada por la tradición, pero, en realidad, se puede llevar de otras formas. Hay muchas mujeres que lucen juntas ambas joyas y también quienes prefieren colgarlas con una cadena alrededor del cuello por comodidad.
¿Por qué el anillo de compromiso se pone en la mano derecha?
Esta tradición viene de lejos. Los romanos creían que por el dedo anular pasaba la vena amoris, una vena que se conectaba directamente con el corazón, considerado el centro de las emociones. Al colocar el anillo en este dedo indicaban, de una forma más bien gráfica, que el amor y el compromiso tienen una conexión directa con el corazón.
En el rito del matrimonio cristiano la alianza también se coloca en este dedo, aunque en este caso las razones son tanto históricas como simbólicas. En la Biblia, la mano derecha tiene un significado especial, ya que se asocia con bendiciones, poder y favor divino. Al colocar la alianza en esta mano, se simboliza la bendición y la protección de Dios sobre el matrimonio. La derecha también era vista como la mano del juramento y la fidelidad, ya que las promesas solemnes solían hacerse levantando o usando esta mano. El matrimonio es un pacto sagrado, por lo que colocar la alianza en ella refuerza este compromiso.
¿Cómo debe ser un anillo de compromiso?
El secreto para acertar con el anillo de pedida es pensar en los gustos y la personalidad de la novia. Un anillo escogido con el corazón, seleccionado con ilusión y que representa una promesa de amor eterno, es el anillo perfecto. Dicho esto, es verdad que hoy en día hay un sinfín de joyas que pueden encajar en esta descripción. Lo menos arriesgado es apostar por un solitario, una pieza confeccionada con un aro que suele ser de oro blanco, amarillo o platino y que cuenta con una sola piedra engastada, casi siempre un brillante. O por un diseño tipo alianza, más sencillo y apto para mujeres a las que les gusta el minimalismo.
¿Por qué se regala un anillo de compromiso?
Aunque esta joya ya se utilizaba en el antiguo Egipto, no es hasta la Edad Media cuando podemos hablar de un anillo de compromiso más similar al que llevamos hoy en día. En 1477, Maximiliano de Austria entregó una joya de compromiso con diamante a María, hija del duque de Borgoña, sin saber que se iba a convertir en el precursor de los diseños actuales. Este gesto desató una tendencia entre la aristocracia y la nobleza europeas que, rápidamente, empezaron a copiar el regalo.
Anillos de compromiso clásicos que enamoran a las novias hoy y siempre
Aunque las propuestas de tendencia gustan, los expertos aseguran que los diseños clásicos y atemporales siguen siendo los preferidos de las nuevas prometidas. Para inspirarte, hemos seleccionado algunos de los anillos de compromiso clásicos más bonitos.
Este diseño pertenece a la colección Amor infinito de Rabat, algo que se refleja en su diseño. Y es que, aunque se trata de un diseño clásico (es un anillo de oro blanco con un diamante), sus grapas con forma de corazón abrazando la piedra central se convierten en símbolo de un amor eterno y sincero.
El anillo Solitaire 1895 es, probablemente, una de las piezas más icónicas en lo que a joyas de compromiso se refiere. Este diseño de Cartier es una pieza diseñada hace más de un siglo, pero gracias a su elegancia y atemporalidad, sigue siendo uno de los más deseados del momento. Tiene un característico engaste de cuatro garras y un diamante central. El resto de la pieza puede ser lisa o estar decorada con más diamantes, como el de la imagen.
Primero lo llevó Diana de Gales y después fue Kate Middleton la que lució en su dedo anular una fabulosa joya protagonizada por un zafiro y rodeada por catorce diamantes. En esta pieza está inspirado el anillo que propone la firma de joyería Suárez para las nuevas prometidas, un anillo de oro blanco con zafiro Royal Blue en talla oval custodiado, en este caso, por doce diamantes.
Hay diseños que se mantienen inalterables al paso del tiempo. Se trata de joyas más bien clásicas, de siluetas pulidas, con el diamante como piedra protagonista... y muy especiales. Ese es el caso del solitario Griffe de Bvlgari. Esta joya está elaborada en platino y cuenta con tres diamantes: uno redondo, de talla brillante, y dos laterales.
Los anillos de compromiso tienen un brillo especial gracias a los diamantes que los componen y el modelo Tiffany Three Stone de Tiffany & Co. es un ejemplo. Este diseño está compuesto por tres diamantes (uno central y dos laterales) que, gracias a su diseño, permite que pase un haz de luz por sus piedras de forma constante. El resultado no puede ser más bonito.
Dentro de los anillos de compromiso de corte más clásico es posible encontrar diseños con un toque diferente. Un ejemplo lo encontramos en este modelo de la colección Bouquet de Durán Joyeros. Se trata de una pieza realizada en oro blanco con diamante multitalla con doble aro liso y media alianza en diamantes talla brillante.
Cuando se trata de huir de lo más sencillo sin renunciar por ello a la atemporalidad y la elegancia que tienen las joyas clásicas, una buena opción suele ser recurrir a diseños con cierto aire geométrico. Así es, precisamente, el modelo Ice Cubede Chopard. Un anillo con diamante central rodeado de un pavé de diamantes, todo ello con un diseño de lo más especial. Consultar precio.
El solitario clásico suele estar caracterizado por tener un diamante central y varios, de igual o menor tamaño, rodeándolo y dispuestos en el aro. El modelo Nudo Petit, de oro blanco, de Pomellato, comparte el protagonismo de su piedra central con otros 59 diamantes. La opción perfecta para mujeres clásicas que aman el brillo.
Aunque la tendencia más extendida en estos momentos en estos anillos es el oro blanco o el platino, también hay diseños muy elegantes en oro amarillo. Un ejemplo es este diseño de José Luis Joyerías, cuyo diamante central cuenta con un engaste al aire, una opción muy sofisticada.
Hay mujeres que, pese a admirar la belleza de los solitarios más clásicos, no se sienten cómodas luciendo este tipo de diseños. Para ellas también hay otras opciones, como este modelo tipo alianza de Gold&Roses. Se trata del anillo Half Band, de la colección SHEWEL de la firma. Una pieza de oro blanco y diamantes pensada para mujeres cosmopolitas, sofisticadas y muy femeninas.