Desde niñas, muchas de nosotras soñamos con tener una boda idílica y romántica que se asemeje, aunque sea un poco, a los enlaces de cuento de hadas de las reinas y princesas. Con sus espectaculares vestidos nupciales de alta costura, las mujeres de la realeza son los principales referentes en el mundo nupcial para quienes buscamos inspiración. Seas clásica, bohemia, romántica o moderna, encontrarás en esta lista de estilismos icónicos uno que resuene contigo.
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Grace Kelly y su vestido de novia con encaje
Es el vestido de novia royal más replicado hasta nuestros tiempos, el que la actriz de Hollywood Grace Kelly vistió el día de su mediática boda con el príncipe Raniero III de Mónaco Por órdenes de Metro-Goldwyn-Mayer, se encargó a Helen Rose el look para la ceremonia religiosa y, en dos meses, ella llevó a cabo el diseño más caro que realizó a lo largo de toda su carrera. La que fue responsable de vestuario en Alta Sociedad y El cisne concibió un diseño de mangas largas y escote monje realizados en encaje de Bruselas, con perlas cosidas a mano por toda la pieza, una falda de falla de seda y un inolvidable tocado a juego con el tejido para sujetar el velo.
Reina Letizia y su vestido con escote chimenea
El 22 de mayo de 2004, hace exactamente 20 años, la catedral de la Almudena de Madrid fue escenario de la boda del entonces príncipe Felipe y doña Letizia. La actual reina de España confió en Manuel Pertegaz para la realización de este diseño sobrio en seda de tonalidad blanco roto con cuello chimenea en forma de 'V' que estaba decorado con bordados en hilos de plata y oro, los cuales entremezclaban la flor de lis, espigas, madroños y tréboles, motivos llenos de significados que también se repetían en el bajo de la falda y la cola.
Carolina de Mónaco y su tocado de flores
Las novias de estilo bohemio aún se inspiran en el diseño que Carolina de Mónaco lució el 29 de junio de 1978, cuando se casó en los jardines del Palacio de Montecarlo con Philippe Junot. Creado por Marc Bohan para Dior, este vestido de silueta 'A' marcó un antes y un después en la moda nupcial con sus mangas amplias de campana, el lazo que enmarca la cintura y los bordados florales sobre el tejido. Pero, sin duda, lo más espectacular de su estilismo y aquello que selló esa estética setentera fue el tocado de flores que se posaba a ambos lados de su cabeza.
La princesa de Gales y su diseño de encaje francés
Aparte del acertado rumbo por el que llevó a Alexander McQueen tras la muerte de su fundador, el trabajo de Sarah Burton allí es recordado por sus aportes a la moda nupcial, siendo el vestido de novia de Kate Middleton su creación más replicada hasta la fecha. Quien pasaría a convertirse en duquesa de Cambridge lució un vestido de seda marfil con corpiño ajustado a medida, de mangas largas realizadas en encaje francés, que fue elaborado a mano por la Real Escuela de Costura. A ello se sumaba una voluminosa falda de organza con tres metros de cola, adornada con los mismos apliques florales de encaje.
Marie-Chantal Miller y su vestido encorsetado
Retrocedemos en el tiempo hasta el 1 de julio de 1995, cuando Marie-Chantal de Grecia contrajo matrimonio con Pablo de Grecia en la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres. Es incalculable el impacto de esta creación realizada en seda color marfil con busto encorsetado de escote palabra de honor adornado a partir de un cuerpo de encaje de mangas largas con detalles de rejilla, sobre la cual se incrustan flores en miniatura. La falda de la pieza, de silueta tulipán, no era menos impresionante, puesto que llevaba el bajo cuajado de bordados con perlas. Se especula que le pagó hasta 150.000 libras (el equivalente a 180.000 euros por aquel entonces) a Valentino Garavani por esta pieza.
Mary de Dinamarca y su voluminosa falda
El 14 de mayo de 2004, en la iglesia de Nuestra Señora de la catedral de Copenhague, Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, actuales reyes de Dinamarca, se convirtieron en marido y mujer. La novia llevó un vestido regio de escote redondeado, manga francesa y una voluminosa falda llena de pliegues hechos con seda jacquard. Una prenda obra del diseñador danés Uffe Frank que completó con la tiara que le regaló la reina Margarita de Dinamarca y unos impresionantes pendientes de platino, diamantes y perlas de los Mares del Sur, concebidos en exclusiva para su enlace por Marianne Dulong.
Máxima de Países Bajos y su vestido minimalista
El día del enlace entre Máxima y Guillermo Alejandro de Países Bajos, el 2 de febrero de 2002, fue una gran sorpresa descubrir que se había decantado por un diseño sencillo, sin estridencias ni ostentosidades. Realizado en seda mikado marfil con mangas francesas y un discreto cuello redondeado, cuerpo liso y apenas dos elegantes apliques de encaje a ambos lados de falda, proviene de la Alta Costura de Valentino, diseñador italiano que invirtió tres meses en su realización por un valor total de 100.000 euros. El gran detalle fue la llamativa cola de cinco metros de largo, así como el velo de tul floral artesanal.
Sofia de Suecia y su vestido con escote de pico
El 13 de junio de 2015, se casó con Carlos Felipe de Suecia y, para el enlace, encargó su vestido a la diseñadora sueca Ida Sjöstedt, inclinándose finalmente por la tendencia del encaje en la parte superior, como habían hecho Grace Kelly, Kate Middleton o la propia Magdalena de Suecia. El resultado final fue un diseño de manga larga con escote pico y aplicaciones bordadas a mano. Tanto el encaje como la seda eran de José María Ruiz , una firma española especializada en tejidos de seda natural que trabaja como proveedora, entre otros, de Lorenzo Caprile o Felipe Varela.
Victoria de Suecia y su vestido en color crema
Un lustro atrás, el 19 de junio de 2010, mismo día en el que sus padres celebraban los 34 años de casados y en el mismo lugar, en la Catedral de San Nicolás de Estocolmo, la princesa heredera Victoria de Suecia selló su amor con Daniel Westling . Escogió un vestido de seda duquesa satinada en color crema y raso con cuello barco plegado al exterior, escote posterior en forma de 'V' y una larguísima cola. Es obra del diseñador sueco Pär Engsheden, siguiendo la costumbre de elegir casas de moda locales para las bodas reales.
Charlene de Mónaco y su vestido con escote bardot
El 2 de julio de 2011, la nueva princesa de Mónaco sorprendió con un diseño en seda duquesa blanco roto de corte minimalista y escote bardot (el que años después utilizaría Meghan Markle) que fue una creación de Giorgio Armani. El vestido contaba con un cuerpo entallado y falda recta hasta los pies, finalizada en una gran cola y embellecida mediante un precioso bordado floral frontal bordado con cerca de 40.000 cristales bordados de Swarovski.
Meghan Markle y su vestido atemporal
Cuando se anunció que Clare Waight Keller sería la elegida para diseñar el vestido de novia de Meghan Markle, quien entonces asumiría el puesto de duquesa de Sussex, la noticia tomó a todos por sorpresa, pero desde la dirección creativa de Givenchy ideó una pieza que desde ese 19 de mayo de 2018 ha inspirado a las novias minimalistas de todo el mundo. Es un diseño con escote de barco, el tronco ligeramente ceñido y falda de silueta 'A' modificada, para la cual se utilizó cady de seda, un tejido que aporta cuerpo y rigidez.
Beatrice Borromeo y su favorecedor vestido
La periodista italiana lució un romántico traje de manga larga color marfil hecho a medida para su segundo 'sí, quiero' a Pierre Casiraghi en la idílica boda religiosa que celebraron en el isolino de San Giovanni, la isla privada de la familia Borromeo. Con este look, Beatrice confirmó todas las predicciones de la prensa, que habían anticipado que se decantaría por un modisto compatriota para pasar por el altar. Si el día de la boda civil, su look iba firmado por Valentino, esta vez fue Giorgio Armani quien se encargó del estilismo nupcial.
Sassa de Osma y su vestido con motivos florales
Christian de Hannover y la abogada peruana se dieron el 'sí, quiero' el 16 de marzo de 2018 en la basílica menor y convento de San Pedro de Lima. Para la ceremonia que le daría oficialmente el título de princesa de Hannover, se decidió por un diseño del español Jorge Vázquez, quien creó para ella un vestido de princesa con mangas francesas que fue realizado en gazar de seda doble italiana con cobertura de encaje Chantilly rebordado en hilo de seda con motivos florales. Fueron necesarios más de seis meses y 600 horas de trabajo para completarlo.
Carlota Casiraghi y su vestido con mangas vaporosas
El 29 de junio de 2019, en la abadía de Sainte-Marie de Pierredon (Francia), la monegasca se casó con Dimitri Rassam siguiendo la estela de su madre con este bucólico look de novia que acertadamente combinaba con el escenario provenzal de la ceremonia. ¡Hasta optó por un ramo de lavandas! El vestido, ideado en exclusiva para ella, se confeccionó con un exquisito tul de con motivos florales en el atelier de Giambattista Valli, y presenta mangas vaporosas, un falso escote bardot, la cintura entallada y una falda con volantes.
Magdalena de Suecia y su vestido de manga corta
Para su boda con Chris O'Neill, el 8 de junio de 2011, la princesa Magdalena confió en uno de los diseñadores más emblemáticos de la industria de la moda, Valentino Garavani, un favorito de las novias reales. Las mujeres clásicas adoran su diseño realizado en organza de seda plisada y decorado con aplicaciones de encaje Chantilly color marfil, el cual sorprendió por su escote barco y su manga corta. Contaba con un elaborado cuerpo bordado, una ligera abertura en la falda, corte a la cintura y voluminosa falda con cuatro metros de cola.