La boda de Carmen en Murcia: una novia minimalista que se soltó la melena para bailar

Un vestido sencillo y atemporal

"Siempre me han encantado las bodas y todo lo relacionado con ellas. Por ello, tenía muchas ideas en mente que quería llevar a cabo cuando llegase mi gran día", nos adelanta. Nuestra protagonista sabía desde el comienzo qué quería lucir para el gran día: un diseño sencillo y atemporal, que con el paso del tiempo no le dejase de gustar. "Soy muy fiel al lema de 'menos es más', porque considero que la elegancia habita en la sencillez. Por eso, opté por un look sobrio pero muy especial", explica sobre su elección que creó desde cero y con la que hoy ocupa nuestras líneas. 

Una capa asimétrica

"Siempre me han gustado las gasas, bambulas y muselinas por su movimiento fluido, libre y femenino, así que sabía que sería un elemento esencial, incorporándolo en una capa asimétrica de seda de tres metros de cola y cuello cubierto con botonadura lateral, que aportaba sofisticación al look. Pensamos en un vestido de tejido crepé, con escote en 'V', mangas tres cuartos y unas hombreras marcadas", una idea impecable que consiguió materializar al ponerse en manos de la firma murciana Inma Aniorte. 

Le preguntamos qué considera esencial a la hora de dar con su vestuario perfecto, a lo que nos responde: "El vestido debe ser reflejo de la personalidad de la novia, debe sentirse cómoda y ser ella misma. No se trata de sentirse disfrazada. Debe reunir una serie de elementos como una silueta, un tipo de escote, unas mangas, entre otros, con los que cada una se identifique y se sienta realmente favorecida", razona tras vivir en primera persona este momento. 

Hay quienes encuentran a su hada madrina buceando en las redes sociales, por recomendaciones o por bonitas casualidades, y este es el caso de Carmen. "Elegí a mi diseñadora porque asistí a una boda en la que la novia lucía un vestido de Inma Aniorte. Su diseño me cautivó desde el primer momento, fue amor a primera vista. Me impresionaron sus detalles, su silueta, sus tejidos y la combinación de éstos, por lo que pregunté a la novia sobre su creadora y contacté con ella. Desde la primera cita conectamos, entendió lo que quería e hizo magia. No podría haber elegido una diseñadora mejor, tanto en el plano profesional como en el personal. Inma es puro estilo, creatividad, arte y glamour. Me sentí muy acompañada en todo el proceso por ella", confiesa sobre esta búsqueda tan emotiva. 

El proceso de creación de su vestido de novia

El proceso de creación se inició con varias propuestas creadas a partir de varios bocetos. "Una vez concretada la silueta, el escote, corte en la cintura y cola, la diseñadora se puso manos a la obra. En la siguiente cita tenía la toile, en la que ya podía ver cómo sería el vestido; hicimos varios retoques en el escote delantero, cola y escote de la espalda. La tercera visita fue muy emocionante, ya se había pasado al tejido crepé definitivo. Recuerdo que aquel momento fue muy especial, me sorprendió con un diseño de escote trasero en forma de diamante que me fascinó. El corte en cintura también lo había modificado y lo había elevado en forma de 'V' invertida. En las siguientes citas fuimos definiendo detalles, como el entredós de las mangas, donde la creatividad y estilo de la marca volvió a relucir, diseñando una forma arquitectónica maravillosa, siguiendo las líneas rectas en forma de 'V' del resto del vestido. El resultado no me podía gustar más, fue todo un acierto", recuerda nuestra protagonista.

En su caso, no se cambió de vestido porque quería disfrutar de él todo el tiempo posible, pero sí que hubo pequeños cambios que marcaron la diferencia. "Lo que sí retiré para la cena fue la capa de muselina que había disfrutado durante todo el cocktail hasta la entrada al salón de la finca", dice sobre esta opción que cada vez está más popularizada. 

Para nuestra protagonista, las tendencias sí estuvieron presentes durante la creación del traje. "Sí es importante seguirlas para inspirarnos, porque nos ofrecen diversas posibilidades que quizás no habíamos contemplado, pero sin dejar de ser nosotras mismas. Por el hecho de que se lleven determinados modelos de vestidos en una temporada no quiere decir que necesariamente tengas que sucumbir a la moda. Es muy importante no sentirse disfrazada ese día. Aunque estoy segura que de todas las tendencias del momento algo puede encajar con la personalidad de la novia, ya que hay gran variedad de estilos según el diseñador que se escoja, y éstos deben respetar tu estilo ante todo", razona. 

Las joyas para el gran día

Nos cuenta que los pendientes que lució son una joya familiar y pertenecen a su madre, "son de Suárez, constan de unas piezas sencillas, rectas y atemporales, de oro blanco, diamantes y perlas australianas. Para ella son muy especiales y, para mí, poder llevar algo suyo era todo un honor. Además encajaban perfectamente con el estilo de vestido y capa", habla sobre su elección, ¡pero no fue lo único!

"También llevé una pulsera de oro blanco y, por supuesto, mi anillo de compromiso, un zafiro rodeado de diamantes hecho a medida en la Joyería Romeu. Otro de los accesorios del gran día fueron los zapatos de Flordeasoka, tenía muy claro que elegiría el modelo Lucca Nugat, puesto que es muy versátil y me lo sigo poniendo en otros muchos eventos", un acertada idea para seguir reciclando.

En cuanto al maquillaje y peinado, buscaba algo muy sencillo y natural. "En el maquillaje quería destacar los ojos y para los labios un color muy neutral. Para el peinado me decanté por un recogido sencillo, prácticamente de bailarina, como guiño a tantos años que he realizado ballet y lo que ha significado para mí. Para el baile opté por soltarme el recogido y encargué a nuestro florista una corona con las mismas flores de mi ramo. ¡El resultado fue fantástico!"

Así comenzó su historia de amor

Carmen y Miguel se conocieron mientras estudiaban el Grado de Derecho en la Universidad Católica San Antonio de Murcia, he aquí cómo comenzó todo. "No íbamos a la misma clase, por lo que nuestras miradas se cruzaban solo en los pasillos de la facultad. Un día, en una conocida discoteca, me crucé con él, me saludó y estuvimos charlando un rato. Al día siguiente me fui a Roma, a estudiar un año, por lo que el destino parecía no querer por aquel entonces que nos conociéramos más. Finalizado el curso regresé a Murcia y en una fiesta de fin de año me lo volví a cruzar de manera fortuita. De nuevo charlamos e intercambiamos los números de teléfono, pero de nuevo el destino nos la volvía a jugar, Miguel se iba a trabajar a Nueva York unos meses. Parecía una historia imposible... Pero esta vez sí mantuvimos contacto diario hasta su vuelta, que fue cuando formalizamos la relación. Nunca olvidaré aquél 28 de junio donde me pidió salir oficialmente, a la antigua usanza, en una de nuestras playas favoritas de la Dehesa de Campoamor". 

Desde el primer momento tenían claro que querían casarse, pero se conocieron siendo muy jóvenes (¡tenían 23 años!) y querían que fuera en un momento en el que tuvieran un trabajo que les permitiera la estabilidad que deseaban. La boda llegó cuando llevaban nueve años de relación. "Nos dimos el 'sí, quiero' en nuestro décimo aniversario, con treinta y tres años". Nuestra novia viral nos describe cómo fue el momento en el que le pidió matrimonio en Formentera: "era nuestro aniversario y fuimos a cenar a la playa como habitualmente hacemos cada 28 de junio. En esta ocasión elegimos la playa de Sa Roqueta. Llegamos y estaba completamente vacía, sola para nosotros (menos mal), porque comenzamos a dar un paseo por la orilla cuando, sin esperarlo, Miguel se arrodilló y me lo pidió. Fue un maravilloso momento de nuestras vidas que jamás vamos a olvidar". 

El 23 de septiembre de 2023 tuvo lugar la ceremonia en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Murcia. Los casó un sacerdote que fue profesor de Miguel y para la cena se trasladaron a la finca Promenade, a pocos minutos del centro de la ciudad. "Teníamos claro desde el primer momento que celebraríamos nuestra boda en ambos lugares. Tuvimos la suerte de contar con doce pajes, entre ellos diez sobrinos, que nos llevaron los anillos y las arras. Los trajes los realizaron las tías de Miguel, que hacen verdaderas maravillas con sus manos y tienen una firma especializada en ropa de niños llamada Macoco Baby Clothes. Elegimos una tela en lino de color verde eucalipto. Las coronas para las niñas las realicé yo con flores preservadas como hortensias, flor de arroz, trigo, paniculata, botao mini y eucalipto, entre otras". 

La organización integral de la boda la llevaron a cabo ellos mismos. "Hace unos años estudié un doble Máster de Organización de Eventos y Wedding Planner, por lo que me hacía especial ilusión implicarme en cada detalle del gran día. Además, me encanta pintar acuarelas, por lo que decidí realizar la papelería de la boda, buscando que fuera muy especial y personal. Nos dibujé basándome en una foto que nos encanta, y lo realicé de una manera abstracta y divertida", cuenta sobre uno de los detalles que marcó la diferencia. Y una gran idea, que seguramente inspirará a las futuras novias fue que, "al entrar al salón de la finca, se encontraron en su silla unas cuñas blancas con lazada para que los tacones no fueran un problema y pudieran darlo todo. Esto fue posible gracias a la página web de la boda que realizamos, a través de la cual mandamos un formulario para que cada invitada nos indicara su número exacto de zapato. Para los hombres compramos unos gemelos con las iniciales de cada uno de ello".

Carmen quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda.