El blanco y la sencillez siempre han sido premisas importantes en la decoración de bodas en iglesias. Las ceremonias religiosas suelen estar vinculadas a tradiciones, pero no necesariamente los montajes y arreglos florales de estos espacios han de ser clásicos. En los últimos meses, asistimos a un auge de las variedades florales a todo color que se emplean tanto en las entradas y portones de los templos, como en los altares o en los pasillos. Porque una nota alegre puede ser el detalle que transforme por completo un espacio previsible en uno mucho más espectacular (sin caer en estridencias y con respeto por el simbolismo e importancia de cada capilla).
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Igual que en los ramos de novia son muchas las que buscan el efecto recién cogido del campo, cada vez más parejas se apuntan al efecto irregular, como si la planta hubiese nacido en la entrada de una iglesia. Para lograr ese resultado, un acceso al templo con el citado acabado que resulta casi de fantasía, se combina el verde con otras notas de color muy vivo. Ejemplo de ello es esta boda capturada por Kiwo Estudio, con buganvillas, peonías, olivo, hortensias y otras variedades florales, en un montaje de El Taller de Clo para Las Bodas de Araventum.
Una opción elegante y alternativa a los montajes florales de gran tamaño, los arcos o las columnas, son las copas. Una elección muy sofisticada que tiene ese aire vintage que gusta a todos, un poco romántico. Y es este soporte el que también permite crear contrastes muy delicados, con efecto de jarrón algo majestuoso y propio incluso de otros tiempos de la realeza, cómo el que propone la floristería sevillana Cártamo, sobre esta líneas.
Un clasicismo renovado está presente en las aplaudidas bodas de Eva Iglesias, fundadora de Bodas Colorín y en su redes sociales encontramos ideas tan inspiradoras como esta. Todo un camino hacia el altar en el que, en el suelo, se dispone flores a diferentes alturas, muy románticas, con colores pasteles y sorbete. Una idea de Elena Suárez & Co.
Una de las grandes tendencias en materia floral para este año, y que seguiremos viendo en 2025, son las esculturas florales. Esta visión de floristería, mucho más artística y con un resultado rompedor, juega no solo con las flores, sino, también, con verdes poco habituales, variedades exóticas e incluso frutas y verduras, para decorar todo tipo de escenarios. Desde el banquete hasta la iglesia, este formato es cada vez más popular en parejas que buscan una decoración moderna y sofisticada, a la vez que tampoco excesivamente estridente, sino más bien poética y romántica. En España una de las máximas exponentes de este estilo, a la que muchas parejas buscan, es Manuela Sosa, fundadora de Gang & The Wool. Es desde esta floristería desde la cual nos llegan montajes tan curiosos como esta entrada la iglesia, con dos arreglos florales repartidos a los laterales, que son de aspecto arquitectónico y mezclan diferentes flores en degradé en color azul.
Este concepto de montaje con un punto artístico y flores dispuestas de forma creativa e inusual, que Manuela domina a la perfección, también está presente en sus trabajos en el interior de las iglesias. Desde flores que se ubican bajo el atril o a los pies de un altar, hasta mesas completas, que ya no utilizan únicamente flores, sino que incorporan otros materiales como lazadas, hilos o cuerdas.
Rompedor, diferente y muy impresionante es este montaje floral que ya tiene un tiempo, pero que sigue siendo muy viral, ideado por la floristería murciana Fernando Hijo. Una boda religiosa en la que el protagonismo lo tienen las grandes columnas estrechas, altas, con flores naranjas, rosas y rojas, incluso con otras de tonos pastel, más neutras, que consiguen un efecto poco común en iglesias y muy impresionante. Una idea, con rosas, hortensias y ausencia de verdes, que no defrauda y demuestra que el color también puede estar presente en estos montajes con resultados muy elegantes.
La primavera no es la única estación del año en la que encontramos flores vistosas y coloridas para esos arreglos florales de iglesia. En invierno también podemos jugar con las temáticas propias de esta época, como la Navidad, una de las más esperadas. Cada vez más parejas escogen está estética para su enlace. Entre ellas, recordamos la boda viral de María, que se casó en Valencia y pensó la decoración de su enlace al milímetro, con flores de El taller de Clo.
La floristería granadina Carolina Bouquet es una de las más solicitadas en esta provincia y en el sur de España. En sus montajes nunca falta el color y por eso cuándo se trata de buscar inspiración en materia de decoración de iglesias para bodas, su perfil es una referencia. En esta ocasión, nos fijamos en dos columnas florales con verdes en las que el protagonismo lo tienen los tonos rosas y lilas, que crean un acabado muy primaveral al que todos, seguro, quisieron hacer fotos (como la de estas líneas, obra de Giraldez Photo).
Montana el taller es otra de esas firmas florales a tener en cuenta si buscamos una decoración de iglesias más artística. Su creador, Jordi Vilà, reconoce hacer poesía floral y es que sus esculturas con flores de diferentes colores y contrastes de altura y caída resultan muy vistosas. Logran acabados poco habituales en el universo de la decoración floral en bodas, pero son cada vez más populares entre aquellas parejas que buscan un efecto diferente. Como ejemplo, este altar repleto de rosas blancas y pasteles que contrastan con hortensias verdes y abundantes velas a los pies. Una forma original de integrar el color.
Los arcos florales son uno de los recursos más repetidos entre los novios que se casan por la Iglesia. En las entradas a estos templos se ubican grandes arcos, en los que normalmente abunda el verde, pero en ellos también hay espacio para flores de temporada a todo color, bien en una única tonalidad mezclada con el citado verde o bien en colores vivos, que consigan una estampa de lo más alegre.
En Pinsapo, la floristería cordobesa que ha logrado traspasar fronteras, conocen bien este formato dado que sus montajes, especialmente en Andalucía, se han hecho siempre muy virales. Desde la vertiente más maximalista, abundan los arco florales con notas de color y verdes con caída y movimiento, que dan un aspecto irregular y muy espectacular y que pueden ser silvestres o compactos y sofisticados.
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