La decoración de mesas de boda es una partida del presupuesto en la que los novios, busquen el resultado que busquen, siempre estiman necesario invertir. A diferencia de otros detalles decorativos como los bodegones, los rincones de bienvenida, los seating plans o las mesas dulces, que son áreas que pueden adornarse o no; el lugar donde se celebra el banquete siempre cuenta con un papel destacado y se decora para sorprender. Se trata de una de las zonas del enlace en la que los invitados pasarán más tiempo y, por eso, dar con un diseño estético atractivo, logrará un ambiente acogedor. Esta temporada, como es cada vez más habitual, las frutas y verduras se mezclan con las flores típicas de la estación en curso, para trasladar al convidado a un huerto-jardín con un punto silvestre y para hacer las delicias de las amantes del género de la naturaleza muerta.
La despensa sobre la mesa
En sintonía con el espíritu relajado y de verbena que inunda la decoración nupcial desde hace un par de años, la mesas se llenan de verdes que simulan estar recién recogidos del campo. En esta propuesta de Andaluflor, para un montaje del catering cordobés Ermita de la candelaria, el protagonismo lo tienen las flores de Ammi majus y de Lirio de Fuego (también conocido como Gloriosa superba) y la combinación de tomates, brócolis y alcachofas que se encuentra alrededor de las mismas.
Con un punto artístico
Como si de la mejor obra de arte se tratara, floristas y decoradores han convertido sus arreglos florales y centros de mesa en propuestas de ensueño en la que frutas y flores funcionan como esculturas. En el caso de este diseño de Marketing for Lemons con Flores Elorz, el color amarillo es el tono principal y se traduce en pomelos, limones y aguamanto, junto a flores como las rosas, el anturium, los claveles y algunas velas a color. "Una combinación ganadora que aporta luz, frescura, que es divertida y no pasa desapercibida. Porque si vosotros no sois clásicos o típicos, ¿por qué debería de serlo la decoración de vuestra boda?", defendía este equipo de wedding planners.
De la viña
Cuando se trata de incorporar frutas y verduras a la decoración de mesas de boda, conviene tener en cuenta la localización en la que tendrá lugar el enlace. Cada territorio y cada época del año cuenta con unas variedades de la huerta típicas, lo que hace más coherente e interesante integrarlas junto a las flores de temporada. Así lo hizo el equipo de Enea en esta mesa imperial en un enclave junto a la catedral de Jerez. Velas colgantes junto a otras en tarros a diferentes alturas, árboles de verdes y caminos de mesa a todo color dejan hueco para las uvas (de la tierra jerezana) en los extremos, que decoran este montaje, que presenta una espectacular vajilla.
En bodegón
No todas las mesas de una boda están pensadas para el convite, algunas se plantean para decorar rincones desangelados o para que los invitados se sumerjan en el ambiente diseñado para el gran día. Este último es el caso de los bodegones, rincones a los que todos querrán hacer fotos y donde también reclaman su sitio las frutas y las verduras. Como en este diseño de Aquilea, en el que cestos de hortensias, eucaliptos, lisianthus, enredaderas y brezo comparten espacio con pimientos, zanahorias, peras, tomates y limones.
Aire rústico
Un campo en flor es el concepto que cada vez más novios buscan a la hora de diseñar la decoración de su boda. En lo que se refiere al diseño de las mesas para el banquete, el aire rústico es una opción muy repetida en enlaces celebrados en plena naturaleza. Es el caso de este montaje de Chitina, en el que bajoplatos de mimbre se juntan con servilletas de vichy negro, vasijas de barro con flores silvestres, un mantel neutro, copas labradas en tonos morados y abundancia de limones.
Todo a los rojizos
Los diseños de inspiración artística y escultural comienzan a postularse como los favoritos de las parejas más estilosas. Diseños en los que apenas hay presencia de verde y la flor capta toda la atención. Ejemplo de ello es este centro a diferentes alturas con claveles rosas y rojos que diseñó Elena Suárez and Co para una boda con Catering Lhardy en Finca El Gasco. En esta idea también destacan los pimientos rojos, los tomates cherry, las mandarinas y los melocotones.
Frutas, verduras... y velas
Las velas y los candelabros son elementos que funcionan fenomenal en las decoraciones nupciales. Aunque estamos acostumbradas a verlos mezclados con flores, lo cierto es que también se pueden combinar con frutas y verduras con las que conseguir un acabado más original. Un ejemplo muy claro lo encontramos en esta mesa que Xicaru creó para la diseñadora Inés Martín Alcalde, que presentó su nueva tienda en Madrid. Un espacio decorado por Luis García Fraile en el que mostrar sus novedades.
Más allá de las mesas... en el 'seating plan'
Si bien en las mesas de boda las frutas y las verduras gozan de un protagonismo especial, no es el único lugar en el que funcionan de manera elegante. El seating plan, ese espacio en el que los invitados descubren dónde irán ubicados, un escenario de consulta recurrente también puede ser el entorno apropiado para agregar algunos productos de la huerta. Así lo hicieron en esta propuesta de La Trastienda Floristería, un montaje a todo color con candelabros de plata, recipientes de barro, velas y flores de inspiración silvestre mezcladas con naranjas, para el enlace de unos novios llamados Alejandro y Lola.
Juego de contrastes
Verde y rojo se dan la mano en este montaje floral que funciona como camino de mesa sobre una mesa imperial. Una idea del equipo de Elena Suarez and Co que se colocó encima de madera y sin mantel. Las rosas y las peras se encuentran en esta propuesta con bajoplatos de plata para una presentación de la firma Redondo.
Estilo toscano
Recogiendo las mejores ideas de Italia, pero también de la arquitectura y el paisajismo mediterráneos, encontramos este montaje de mesa en lo que podría ser un rincón de bienvenida. La decoradora Ana Aballay recurrió a este diseño atemporal, elegante y en tonos amarillos, para una boda en Cataluña. "Utilizamos un mix de follajes con mucha presencia de olivo, combinado con alcachofas, limones, capazos y más detalles para una estética cálida y natural", contaba en sus redes sociales.
Días de verano
Los colores vivos captan toda la atención en este montaje de mesas al aire libre. La floristería albaceteña Love and Fest realizó esta propuesta de colores ácidos, muy apropiada para bodas de verano, inspirada por la estética mediterránea, con peonías, rosas, lisianthus y craspedia azul. Casa Paulino fue el escenario en el que se diseñaron estos centros de mesa, que se fusionaron con bajoplatos de ratán y cristalería azul y otro mobiliario de Alquileres Kava.
Inspiración tropical
Sobre la mesa en la que se degusta el mejor menú tipo cóctel o en la que se sirven dos deliciosos platos no faltan los centros más bonitos. A ellos también puede sumarse una mes de postres que entre por los ojos, un diseño que juegue con volúmenes, alturas y contrastes de color como este. Frutas tropicales se fusionan con flores exóticas, menos comunes en bodas, en este trabajo ideado por Encantados Decoración, con bombillas colgantes, plátanos, piñas, papayas y flores como rosas, claveles, ave del paraíso, crisantemos, anturium y rosas.