Beatriz Lizarriturri y su marido© CAROL GARCÍA-CONDE

FOTOGRAFÍAS EXCLUSIVAS

Todos los detalles del vestido de novia con 'aire medieval' de Beatriz Lizarriturri

La prima de Belén Corsini lució un modelo hecho por Navascués y llevó joyas familiares


24 de octubre de 2024 - 9:06 CEST

Tras varios meses de intensa y emocionante organización, el pasado sábado, por fin, entonaron bien alto el 'sí, quiero' Beatriz de Lizarriturri Lacalle, hija de los condes de Vastameroli, y Juan Ruiz de Velasco, nieto de una de las grandes figuras de industria de la moda en España, Amalia Zunzunegui, quien trajo Armani a España hace varias décadas. 

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Un enlace por todo lo alto que, tal y como estaba previsto, comenzó con una ceremonia religiosa en la iglesia de San Miguel Arcángel a la que los novios llegaron, como manda la tradición, en compañía de sus padrinos: Juan, del brazo de su madre, Regina Treviño y Beatriz, del de su padre, el conde y con un vestido de novia del que tenemos todos los detalles. 

© CAROL GARCÍA-CONDE

Los novios, saliendo de la Iglesia

Tal y como adelantamos en estas páginas, Beatriz lució un vestido hecho a medida por el atelier Navascués, el mismo que vistió a su prima Belén Corsini en su boda hace ahora dos años con Carlos Fitz-Stuart y Solís, conde de Osorno e hijo del duque de Alba. 

Primas y además muy amigas, Beatriz confió en los consejos de Belén durante los preparativos de su boda, incluido el del vestido. Según han comentado personas del entorno de la familia, la novia lució un vestido confeccionado en georgette y bambula para darle textura al conjunto. La falda tiene vuelo y el cuerpo tiene adornos drapeados, enfatizando su figura. Como detalle de lo más original, llamó la atención de los invitados las mangas, de tipo medieval, también de bambula, así como la cola desmontable, de varios metros de larga, confeccionada con varias capas de organza y bambula para tener cuerpo y movimiento, como la novia soñaba. 

En cuanto a las joyas, Beatriz se ha decantado por dos de las joyas familiares de los Lacalle que desde hace décadas han lucido las tías y primas de la novia. En concreto, se trata de unos pendientes y un broche que, como no podía ser de otra manera, también llevó Belén Corsini durante su boda, celebrada intramuros de la residencia de su suegro, el duque de Alba, en Madrid, el palacio de Liria. 

© CAROL GARCÍA-CONDE
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Sobre estas líneas, la novia con su prima Belén Corsini y su íntima amiga Marta Hernández-Gil

Su suegra, Regina Treviño, también ha hecho gala de su gran elegancia con un diseño también salido del atelier de Cristina Martínez Pardo. Un proceso que ha compartido con su nuera, señal de la buena relación que existe entre ambas. 

La madrina ha lucido un vestido de crepe, en color gris perla muy pálido, con las mangas rectas hasta el final de la falda abiertas un poco en capa. Un diseño de lo más favorecedor y perfecto para una boda de otoño que cumpliendo con la tradición ha combinado con una mantilla familiar que perteneció a su madre, Amalia de Zunzunegui. 

Un enlace cargado de sofisticación que continuará en la finca familiar de los padres de la condesa consorte de Osorno, Dehesa Valbueno, en Guadalajara, donde los invitados disfrutarán de un exquisito menú servido por el catering liderado por Samantha Vallejo-Nágera.