No hay duda de que, en los últimos años, el sector nupcial ha vivido una absoluta transformación y las bodas actualmente poco o nada tienen que ver con lo que eran antes. Como ocurre en sectores como la moda o la belleza, hoy en día se busca la absoluta personalización, no solo en el vestido de novia -lo que ha provocado que incluso las firmas de prêt-à-porter permitan modificar sus diseños-, sino también en el resto de detalles del gran día, tanto en la ceremonia como en la celebración posterior. Una parte que cada vez cobra más importancia con respecto a la decoración es la papelería, en la que generaciones anteriores quizás no reparaban tanto, prefiriendo apostabar por diseños clásicos y estandarizados, pero ahora se ha convertido en un auténtico must para los novios.
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Al final, el primer contacto que tienes con un enlace es su invitación, la cual ejerce de presentación y desvela lo que podemos esperar del mismo, puesto que ni el formato ni el tono del texto ni las ilustraciones (si las hubiera) deberían ser las mismas si se trata de una boda relajada en la playa, una ceremonia íntima en el juzgado o una clásica por todo lo alto en una catedral. Para tomar nota de los mejores consejos a la hora de elegir la papelería de tu enlace y conseguir que represente a los novios y sea coherente con la celebración, hablamos con expertos en el sector, responsables de algunas de las uniones más mediáticas de los últimos tiempos en nuestro país.
Cómo empezar a diseñar la papelería de tu boda
Es normal que, al comenzar a pensar en la papelería de la boda, los novios se sientan perdidos. Aunque no lo parezca, son muchos pequeños detalles y términos desconocidos, desde la invitación hasta los misales, libros de firmas, minutas, marca sitios, meseros, seating plans... Y, como decimos, actualmente las opciones son prácticamente infinitas. Rocío Huerta, de El Tintero, diría a las parejas que se encuentran agobiadas en ese punto que la boda es, probablemente, la celebración más importante de su vida "y las cosas importantes se anuncian con empaque. ¿A quién no le gusta encontrar en el buzón una invitación? Me gusta la gente que se queda con una minuta bonita para recordar el menú que tomó y el vino que bebió en una boda que lo pasó bien. O los que se llevan un misal con la acuarela de la iglesia donde se están casando sus amigos. O los que guardan las invitaciones que les llegan. Me parece muy romántico" concluye. En su caso, no trabajan con catálogo, por lo que se crea todo desde cero, "como un traje a medida". "Nos reunimos con los novios en nuestro estudio, nos cuentan su idea y nosotros les enseñamos mil y una posibilidades. Cada pareja de novios elije su papel, su tipo de sobre, el formato de invitación que más le encaje, hacemos acuarelas de los sitios donde se van a casar, caligrafía… Van tomando decisiones con lo que más les gusta, y descartando lo que no. A partir de ahí, nos ponemos manos a la obra y vamos viendo con ellos pruebas, sobre las que hacen cambios hasta que encuentran su invitación perfecta. Y entonces, cuando tenemos su 'ok' para todo, comienza el proceso de impresión y manipulado".
Por su parte, Virginia Barquín, fundadora de Altamar, insiste en que, aunque siempre se llega con ideas previas, es importante que la pareja se sienta identificada con la papelería que elige, en especial con la invitación, puesto que es la carta de presentación a su enlace. "Suelen enviarme referencias que les han gustado, lo que me ayuda a conocer sus gustos. Una vez definido el estilo, comenzamos por la invitación como eje central del que partirán el resto de piezas. Creamos un boceto que supervisan hasta que está a su gusto, entonces imprimimos y sumamos accesorios, texturas y complementos que enriquecen la invitación. El diseño marcará gran parte del estilo de la celebración, puesto que muchos detalles como minutas, carteles, servilletas, puestos de mesa… se personalizarán en la misma línea de estilo".
¿Por qué seguir entregando invitaciones en papel?
Como vemos, ambas especialistas en este tema coinciden en que el punto de partida a la hora de definir la invitación es saber qué tipo de boda queremos, y, a partir de ahí, crear un diseño que vaya acorde a ello. "Las invitaciones son el primer contacto entre los novios e invitados, por ello es importante elegir un estilo que les defina y represente acorde al lugar donde se celebrará el evento y personalidad de los novios" explica Virginia. Coincide con ella Rocío, quien recalca que lo importante es que se transmita la esencia de la boda: "es la carta de presentación, la primera impresión. Por ejemplo, si te casas en el campo, quizás encaje un papel más artesanal o algún elemento floral. O, si vas a hacer una boda muy clásica, mejor una invitación igualmente clásica con un papel más solemne".
Una de las grandes preguntas que se hacen en ocasiones los novios es si realmente merece la pena seguir enviando invitaciones físicas, y más teniendo en cuenta lo digitalizada que está actualmente la sociedad. De hecho, es bastante habitual que, desde el momento en el que se sepa la fecha, se envíe un 'Save the date' vía Whatsapp o email, pero, aún así, la mayoría de parejas acaban diciendo 'sí, quiero' al papel por varios factores. El primero y más importante, porque, como señala Virginia, existe un gran componente emocional y una liturgia muy especial en torno a ellas: "El momento de la entrega suele estar rodeado de emoción, y las invitaciones en papel abordan sentidos en distintas fases. El sobre como primer impacto, la sorpresa por el contenido, la interacción con los materiales, texturas…". Sin duda, entregarlas es una excusa perfecta para ver a la gente antes de la boda e ir organizando quedadas con los diferentes grupos de familiares o amigos.
Por otro lado, Rocío tiene claro que el papel significa importancia, aparte de tratarse de un proceso creativo muy diferente que, probablemente, nunca hemos vivido anteriormente: "Cuando te gusta mucho una foto, la imprimes para verla más y tocarla. Con las invitaciones pasa lo mismo: es la fiesta de vuestras vidas, y merecéis invitar como es debido y que los invitados se sientan importantes. Además, si no es en vuestra boda, ¿cuándo en la vida vas a poder hacerte una papelería personalizada?".
Tendencias en papelería de bodas
Aunque, evidentemente, lo más importante es que, como todo en la boda, la papelería les guste a los novios, es inevitable que nos dejemos influenciar por las tendencias actuales, porque es lo que vemos en redes o en otros enlaces a los que acudimos. Si hace unos años lo que más se buscaba era la elegancia atemporal, con tonos sencillos y caligrafías clásicas, hoy la cosa ha cambiado mucho. "Estamos viviendo un momento muy divertido en cuanto a papelería, casi como un juego. Se llevan mucho las ilustraciones naif que hablen de la mesa o de la decoración, la escritura casi infantil o no tan perfecta, las frases románticas, jugar con formas diferentes (minutas ovaladas, con formas de ondas)… En invitaciones, el papel artesanal sigue estando en la cresta de la ola, igual que las invitaciones caligrafiadas en lugar de con letra de imprenta. Y el lacre, que tiene sus defensores y sus detractores, se lleva" explica Rocío.
Virginia añade que "hay una tendencia a la sofisticación a través de los diseños sencillos y minimalistas con acabados artesanos, donde las imperfecciones del papel e irregularidades de las técnicas marcan la diferencia. Diseños sencillos en la invitación acompañados de sobres forrados con ilustraciones personalizadas y golpe seco en relieve son lo más demandado". En cuanto a la infuencia de las redes sociales, afirma que "han sido la gran revolución para la papelería nupcial, es muy enriquecedor ver las tendencias en culturas diversas y han abierto la puerta a momentos que antes eran muy personales y ahora se comparten", y es que no se puede negar que, a día de hoy, son la principal fuente de inspiración para futuros novios.
Aunque hay quien les tiene cierto recelo, porque a veces parece que intentamos organizar la boda más espectacular, sorprendente e innovadora para impactar en Instagram en lugar de realmente hacer lo que queremos, lo cierto es que es innegable que también han ayudado a este tipo de empresas y han aportado originalidad y diversidad a los enlaces. "Me atrevería a decir que la mitad de los presupuestos que nos piden vienen por Instagram. Es un escaparate tan abierto al mundo que hace que la gente necesite diferenciarse y ofrecer algo nuevo, diferente y bonito a la vez. Si consigues la combinación de esos tres adjetivos, seguramente consigas una foto viral" explica Rocío.
La importancia del seating plan
Si hablamos de lugares instagrameables, uno de los más recurrentes es, sin duda, el seating plan. Se trata de uno de los rincones obligatorios en toda boda, puesto que indica la distribución general de los invitados en las mesas. Entre el cóctel y el banquete, todos pasamos por allí para ver dónde (y con quién) estaremos sentados. Sin embargo, como todo en las celebraciones actuales, ha dejado de tener únicamente una función práctica y se ha convertido en un espacio con el que los novios buscan sorprender a los asistentes. Hay tantas ideas como parejas, y, además de personalizar el papel en sí en el que se escriben los nombres, añadiendo 'títulos' a cada mesa -desde ciudades especiales para los novios hasta títulos de canciones que les representen o nombres de frutas-, acuarelas, tipografías especiales... asimismo, es habitual que se innove en cuanto al formato, colocando estas guías en botellas, tinajas, marcos de fotos o pinzas sujetas a cuerdas, entre otras. Por supuesto, también es una ocasión para que las empresas de floristería se luzcan con espectaculares centros botánicos o frutales.
"Se ha convertido en una de las piezas más especiales y a las que los novios dedican más tiempo y presupuesto" nos reafirma Virginia "los invitados valoran muy positivamente el cariño y dedicación a este elemento. Hay muchas posibilidades, por lo que es importante definir la idea y coordinación con el resto de proveedores que se verán implicados como puede ser la decoración floral. Eso sí, como señala Rocío, no deja de ser un elemento práctico que debe ser fácil de interpretar, puesto que, a veces, podemos pasarnos al ponernos creativos. "Muchas veces pensar demasiado en la foto instagrameable desvía de la funcionalidad de las cosas. Lo más importante es que cumpla su función: que cada invitado encuentre su sitio sin quedarse ciego o sin tener que descifrar un jeroglífico. Se puede jugar con el soporte, ya sea papel, tela, vidrio, tablas de madera, con flores, con decoraciones accesorias… hay mil opciones, siempre que los nombres se lean bien y estén claros".
Las bodas de las celebrities
Muchas de esas bodas que se viralizan en redes e inspiran a parejas que están preparando su gran día son, por supuesto, las celebrities, y tanto Virgina como Rocío saben bien cómo es trabajar con ellas, puesto que han sido las encargadas de crear la papelería de algunas de las bodas más mediáticas de los últimos años en nuestro país. Las influencers Noelia Bonilla y Ana Moya apostaron por Altamar para sus respectivos enlaces, que contaban con estilos muy diferentes, tal y como quedó reflejado en sus diseños. "Noelia e Iñigo optaron por un diseño elegante con tipografía inglesa en tono tierra que incluía un escudo de sus iniciales, sobre artesano blanco y sellos de lacre con hojas en verde oscuro. Ana y Diego se decantaron por una invitación minimalista con motivos botánicos de olivo y limones forrando el interior de un sobre verde, todo ello en papel artesano" explica Virginia.
Tanto Tamara Falcó e Iñigo Onieva, José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo y Nacho Aragón y Bea Gimeno escogieron El Tintero. "Efectivamente, sus papelerías hablan de la personalidad de cada uno, ¡y no falla!" dice su fundadora. En el caso de los primeros, apostaron por un estilo muy limpio y sofisticado, mientras que el alcalde de Madrid y su mujer fueron más clásicos en sus diseños, y la papelería de la boda del hijo de Emilio Aragón y su pareja fue más juvenil y desenfadada, totalmente acorde con el entorno campestre. "En este caso, la diseñamos a partir de los centros de mesas, que tenían velas, higos, elementos de la tierra… Queríamos que todo fuese acorde con esa línea neutra y orgánica que tenía la boda y que habían organizado y diseñado junto a Lluisa Lluch, su wedding planner" cuenta Rocío.