Después de siete años de noviazgo, Rosa y Fernando sellaron su amor en una ceremonia religiosa en la iglesia de San Bartolomé, Jávea, rodeados de sus amigos y familiares. El 14 de octubre de 2023 se ha convertido en una fecha señalada en su calendario de vida, aquella mañana de otoño apareció camino al altar luciendo el vestido de novia de sus sueños. Un diseño muy romántico, sin escote y con mangas especiales, obra de Romancera, que se ha convertido en pura inspiración para aquellas que buscan la diferenciación.
Uno de los momentos más bonitos de los preparativos previos, ¡es la búsqueda del vestido! En el caso de nuestra protagonista, sabía a la perfección lo que quería lucir para el gran día. "Tenía claro que quería que fuese de manga larga, sin escote y que quería llevar velo, pero no tenía una idea fija. También que el diseño fuese de Romancera, y tuve la gran suerte de que me lo pudiese diseñar" cuenta.
Le preguntamos si al conocer el impecable trabajo de la firma nupcial en redes sociales también se dejó llevar por las tendencias que marcan esta temporada y conectan a muchas novias alrededor del mundo, pero sobre todo en España. "En mi día a día suelo seguir las tendencias, pero en la boda intenté no hacerlo. Más que nada porque las tendencias se acaban aborreciendo de tanto verlas, y yo no quería aborrecer mi propia boda", razona sobre su elección más que aplaudida.
Así fue la creación de su vestido de novia
"Durante mi primera cita en Romancera elegimos tres telas con las que Tamara y su equipo jugarían para empezar a crear el diseño. Le pasé fotos de vestidos con los que me veía casándome para que se hiciese una idea de lo que me gustaba y ella misma se dio cuenta de un detalle del que ni yo me había percatado, casi todos tenían un lazo o lazada en algún lugar. De ahí que ella en su propuesta de diseño me añadiese las lazadas en los puños, un detalle que me encantaba de mi vestido. Un sólo boceto bastó para enamorarme del diseño y darle el ‘sí, quiero’" recuerda emocionada sobre uno de los momentos más especiales que vive una novia.
Algunas dirían que la elección de diseñador es casi igual de importante que la de tu pareja de vida, por eso, dar con alguien que te comprenda y te entienda en este proceso es fundamental, así lo vivió Rosa que se decantó por Romancera, y nos revela sus dos motivos principales. "El primero y más importante es el respeto y la admiración que tengo por sus diseños, se nota mucho que cuida la atención al detalle y cada vestido es una obra de arte. El segundo motivo fueron... ¡sus mangas! Yo quería casarme de manga larga y no hay mangas más especiales que las suyas".
Nos cuenta que aunque esté de moda optar por cambiar de look durante la celebración, o incluso que sea transformable, ella prefirió exprimir todas las horas posibles el look con el que siempre había soñado. "El vestido de novia es una pieza que te pones sólo una vez en la vida y yo quería aprovecharlo al máximo posible, no quería ponerme otro. Tampoco quería que el vestido fuese convertible, es algo que nunca me ha llamado la atención", explica.
"Sonará a tópico, pero creo que lo más importante es conocerse muy bien y elegir un vestido acorde a una misma. Además, si te haces el vestido a medida, es crucial tener confianza plena en el diseñador" nos responde nuestra protagonista sobre su experiencia y qué es lo que tuvo en cuenta a la hora de elegir y diseñar desde cero el traje que llevaría al altar.
La anécdota del gran día
"Antes de la boda yo tenía claro que junto con el vestido quería llevar velo, pero lo que no tenía tan claro es si quería entrar velada o no a la iglesia, así que dejé la decisión para el último momento. Y tanto que fue en el último momento, cuando ya estaba en la puerta de la Iglesia del brazo de mi padre lista para entrar, me di la vuelta y grité: ‘el velo, el velo’ y vino corriendo mi cuñada Macarena para ayudarme a colocarlo y que pudiese entrar velada. De hecho el momento está reflejado en las fotos que adjunto", recuerda entre risas.
Rosa nos relata que además hay tradiciones que sí tuvo presentes para la fecha que marcará para siempre, "me parece muy importante respetar que el novio no sepa cómo va a ser el vestido, o que los novios no puedan verse el día de la boda. Pero luego hay otras tradiciones que yo misma me salté, en mi caso no llevé nada prestado, nada azul y nada viejo, no me paré ni a pensarlo" explica.
En cuanto a joyas, nos cuenta que la más importante que llevó fue el anillo con el que Fernando le pidió matrimonio, "es una media alianza con un diamante fancy amarillo que él mismo diseñó, la verdad es que tiene muy buen gusto, ¡es muy especia! Sus padres me regalaron los pendientes, con diamantes amarillos también, para que pudiese casarme con el conjunto".
Otro de los detalles más especiales y elegantes de su total look fue la búsqueda de calzado, una de las más importantes que algunas novias dejan para el último momento. "Para los zapatos acabé eligiendo el modelo Tango de Valentino en un tono crudo para no desentonar con las telas del vestido, que no eran del todo blancas", explica, y crearon un equilibrio perfecto.
El protagonismo del vestido, sus mangas y la delicadez de las joyas hizo que para el aspecto beauty buscara un resultado más sutil. "Para maquillaje y peinado me dejé asesorar por Yadi, la chica de los rizos, quien consiguió hacerme un maquillaje lo más natural posible, ya que yo en mi día a día no voy muy maquillada. Como peinado decidí llevar un moño de bailarina que luego se desmontase en una coleta con ondas para la fiesta".
Un ramo de novia otoñal
"Durante los nueve meses que estuve preparando la boda pasé por ideas muy variopintas de ramo, hasta que buscando inspiración encontré un ramo precioso", nos explica sobre cómo dio con la idea de bouquet que le acompañaría en su boda. "Resulta que era de Jimena, la chica de Marengo Flores, así que fui a su taller y allí me preparó una prueba de ramo. Llevaba sobre todo rosas de jardín y dalias mezclando tonos beige y granates que junto con la esparraguera le daba caída, ¡hacían la combinación perfecta!".
Su historia de amor
"Yo vivía en Madrid, pero mi familia paterna vive en Valencia, por lo que iba muchos fines de semana y gracias a eso conocí a Fernando (Fer para los amigos) en 2015. Tras siete años juntos, ambos sabíamos que teníamos un proyecto de futuro en común y en diciembre de 2022 se animó a pedirme matrimonio en Jávea. Es el lugar al que siempre vamos cuando estamos estresados de la vida en Madrid y nos apetece desconectar", explica sobre cómo es de importante que la gran pregunta no solo sea en el momento adecuado, también en un rincón especial para ambos.
La idea de casarse no fue algo improvisado para ellos, su manera de ver la vida les llevó a este compromiso eterno. "Llevábamos tanto tiempo juntos que ya sabíamos que teníamos un proyecto de vida en común, solo faltaba que Fer se animase a dar el paso. Nosotros compartimos valores cristianos y por eso era importante para ambos casarnos antes de formar una familia, que era nuestro sueño. De hecho, a día de hoy ya podemos decir que hemos formado nuestra familia con la pequeña Carmen, que nació a finales de julio de este año".
El momento más esperado, aquel para prometerse amor eterno ante sus familias y amigos, fue el 14 de octubre de 2023, "en Jávea, un lugar muy especial para nosotros". La ceremonia religiosa fue en la Iglesia de San Bartolomé y más tarde se trasladaron a celebrarlo por todo lo alto a Casa Santonja, "una finca preciosa que se encuentra entre Ondara y Beniarbeig", describe la novia.
En cuanto a la música, "para mi entrada sonó la canción Toto y Alfredo de Ennio Morricone, forma parte de la banda sonora de mi película favorita, Cinema Paradiso. Y decidimos abrir el baile con la canción The Wonder of You de Elvis Presley, la elegimos por lo bonita que es la letra, creemos que representa nuestra relación al 100%", razona.
Rosa nos explica que no contó con una wedding planner desde el inicio, ya que quería vivir la experiencia por ella misma, pero que para la boda sí lo hizo. "La búsqueda de proveedores la hicimos nosotros durante los primeros meses y ya de cara al día de la boda contratamos a las chicas de Fit For Weddings para que nos ayudasen con la coordinación. Yo soy bastante controladora y la verdad es que me daba tranquilidad que estuviesen ellas supervisando todo".
Y lo más especial de aquel día que siempre recordará Rosa fue... "El reencuentro con Fer en el altar. Pero para mí también fue muy especial poder ir yo misma conduciendo hasta la Iglesia con el coche con el que venía a recogerme en nuestros inicios", un precioso y divertido momento que queda reflejado en esta fotografía tan entrañable.
He aquí el consejo que quiere trasladar a los futuros novios: "respecto a la preparación de la boda les diría que no se agobien, al final las cosas acaban saliendo. Y si algo no sale como quieren, nadie se va a dar cuenta".
Rosa quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda.
- Vestido de novia: Romancera
- Chaqué de novio: Old Jeffrey
- Ramo: Marengo Flores
- Flores boda: La Tartana Bodas y Eventos
- Maquillaje y peluquería: La chica de los rizos
- Fotógrafos: Kiwo Estudio
- Videógrafos: The Bright Side Weddings
- Finca: Casa Santonja
- Catering: Cocotte Catering
- Wedding planner: Fit for Weddings
- Papelería: Bardott Studio
- Sonido e Iluminación: Cenval
- DJ: Alberto Garal
- Grupo de música: Makau