Siempre insistimos en que tan importante como el vestido de novia es elegir un look de belleza que nos favorezca y nos represente, algo que parece sencillo, pero no siempre lo es. Los expertos insisten en que es fundamental no sentirse disfrazada ni dejarse llevar excesivamente por las modas, además de optar por peinados y maquillajes con los que estemos muy cómodas y que casen a la perfección con el resto del estilismo. Una de las apuestas preferidas por las novias que buscan la naturalidad son los semirrecogidos, los cuales dan mucho juego porque se pueden acompañar por todo tipo de complementos, desde el clásico velo hasta broches, lazos, horquillas o tocados. Además, funcionan fenomenal como peinado transformable, y no es raro que haya novias que comiencen su gran día con coletas o trenzas y, posteriormente, se suelten parte del pelo para sentirse más cómodas y bailar hasta el final de la celebración. Te mostramos algunas ideas muy estilosas y de tendencia que seguro que inspirarán a las novias que busquen una estética bohemia y romántica.
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Con maxibroche
A veces, más es más, y esta espectacular novia no dudó en coronar su semirrecogido, un peinado natural con ondas sutiles obra de Rita Vasconcelos, con un broche de brillantes con forma de pájaros en clave XL a juego con sus pendientes. Una arriesgada combinación que, sin embargo, quedaba ideal con su vestido de escote Bardot.
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Naturalidad absoluta
Muchas novias que inicialmente pensaban llevar el cabello suelto en su boda se decantan finalmente por lucir semirrecogidos muy naturales, especialmente si quieren llevar velo, puesto que resulta más cómodo y fácil de enganchar. Este, realizado por Ángela Blanco, que deja los mechones del flequillo sueltos y enmarcando el rostro, es el ejemplo perfecto de que naturalidad, sutileza y elegancia pueden convivir a la perfección. Además, con este tipo de peinados se permite apreciar mejor las joyas como pendientes y collares.
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Tocado floral
A las novias más bohemias les encantará este look de Ángela Blanco, un semirrecogido con raya en medio y melena peinada en ondas muy naturales al que se le añade un tocado floral para aportar, como quería la novia, un toque campestre. En su caso, se decantó por uno de paniculata natural que completaba a la perfección la delicadeza romántica de su vestido.
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Horquillas-joya
Las pequeñas horquillas y peinetas de estilo joya, especialmente las de forma de estrella, llevan varias temporadas pegando fuerte y prometen seguir haciéndolo. Son muy fáciles de colocar y se convierten en una opción ideal para aportar luz al peinado, así como sofisticación, como vemos en este semirrecogido realizado por los profesionales de Urvan.
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Sí a los lacitos
Si buscas alternativas al velo, mantilla o tocado, ¿por qué no te apuntas a la tendencia de los lazos? Este accesorio tan coquette conquistó primero el street style y ahora llega también a la moda nupcial. Sin duda, su mayor aliado son los semirrecogidos, donde mejor se luce sea cual sea el largo del cabello.
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Multitrenza
Los peinados transformables que comienzan en una trenza o coleta y acaban siendo un semirrecogido son una apuesta infalible para novias que quieren cambiar de imagen a lo largo de la boda. Este de Marieta Hairstyle aporta el toque diferente mediante tres trenzas de espiga que se entrelazan y de las que parte una cascada de ondas que pueden, a su vez, ir recogidas al inicio de la ceremonia.
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Mechones sueltos
Una de las grandes ventajas de los semirrecogidos es que puedes aportarles la estética que quieras y transformarlos simplemente con pequeños detalles. Un ejemplo es el de dejar mechones sueltos, que da un aire más relajado y desenfadado pero sin dejar de lado la elegancia. Prueba de ello es este, obra de LU by Leydi, que consiguió el peinado natural y romántico que buscaba esta novia, que posteriormente prendió de él su velo.
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Trenza de espiga
Este peinado de Marieta Hairstyle recurre a una trenza de raíz lateral para despejar el rostro, una idea tan sencilla como estilosa, elegante y práctica. En su caso, esta novia quiso lucir bucles en la melena y rematar con un velo clásico en tul de seda que partía de la coronilla y acompañaba a la perfección su sofisticado vestido de novia.