El sencillo vestido desmontable que Ángela combinó con una tiara familiar de diamantes y rubíes para su boda en Sevilla

Esta novia confió en la firma Pol Núñez para crear un elegante y atemporal modelo con sobrefalda removible

5 de octubre de 2024 - 0:30 CEST5 oct 2024 - 0:30 CEST

Organizar una boda en cinco meses es un auténtico desafío, y puede parecer algo complicado, pero, cuando se tiene claro lo que se quiere, ¿para qué esperar? Eso fue lo que pensaron Ángela y Pablo tras prometerse después de seis años de relación y una curiosa anécdota (que incluye una Coca-Cola y un bocadillo de jamón). Desde el principio, sabían que querían darse el 'sí, quiero' en la Catedral de Sevilla y, posteriormente, celebrar su amor en Casa Guardiola, casa de la familia de la novia. Este no fue el único guiño a sus seres queridos que tuvo Ángela, puesto que también acompañó su precioso, elegante y atemporal diseño de Pol Núñez de una espectacular tiara de rubíes y diamantes que perteneció a su abuela, así como con unos pendientes de su prima. Te contamos todos los detalles de este precioso enlace que se celebró a las puertas de la Navidad.

Ángela tenía claro que, para ella, lo más importante a la hora de vestir es ir cómoda y segura de ti misma, y no quería renunciar a esas máximas en su boda. "Sobre todo, en un día tan significativo y especial, donde tienes que disfrutar al máximo sin preocupaciones y quieres recordar este día con mucho cariño" explica. "Seguir las tendencias quizás te da más opciones a la hora de elegir tu diseño perfecto, pero creo que tienes que elegir algo con lo que te identifiques al cien por cien, y más para el momento más importante de tu vida, donde tienes que ir feliz y a gusto".

En su caso, partía de la base de que quería algo cómodo, con lo que pudiese moverse bien ¡y no parar de bailar en todo el día! "Pensé en algo clásico, sencillo pero elegante, y que tuviese algún detalle familiar, como los encajes de chantilly que le pusimos en la espalda" nos cuenta.

Al final, confió en la marca Pol Núñez para hacer realidad el vestido de sus sueños. Desde el principio, tuvo un gran feeling con el equipo de diseño, puesto que, como relata, supo aconsejarla y definir el estilo teniendo muy en cuenta su opinión. "Me transmitió confianza desde la primera visita, respetando siempre lo que yo como novia quería, creo que eso es esencial cuando alguien te hace el traje para el día más importante de tu vida, que entienda a la perfección lo que tú quieres, y que tú tengas confianza para decirle cómo te ves, por supuesto aportando él su profesionalidad".

Esta novia nos confiesa que en las primeras pruebas estaba un poco expectante con respecto a las opiniones, algo normal al inicio de un proceso tan emocionante y mágico como este, ya que las opciones son infinitas. Sin embargo, poco a poco fue definiendo junto a Pol lo que realmente quería: "en un momento donde tenía encima todas las manos posibles con varias ideas, me miré en el espejo y dije 'esto es lo que quiero'. Los meses previos a la boda, donde tienes tantos frentes abiertos, es muy importante ir acompañada a las pruebas con tus personas de confianza". Para ella, fueron su hermana, su madre y su tía, junto a quienes vivió momentos preciosos que, sin duda, recordarán siempre.

Frente a la tendencia de llevar más de un estilismo nupcial, cada vez son más las novias que prefieren lucir un único look, en el que han puesto todo su cariño. Fue el caso de Ángela, que, al haber optado por un diseño cómodo y elegante, pudo estar con él hasta el fin de la boda. Además, su vestido agregaba una gran sobrefalda desmontable que se quitó para el baile, puesto que quería entrar a la iglesia con una cola imponente pero que no le condicionara todo el día.

Ángela nos desvela que, para ella, es muy importante cumplir con las tradiciones en un día tan importante, en especial llevar algo de sus seres queridos. "Me encanta la idea de llevar algo prestado, pues lo hace más especial y familiar. Yo llevé los encajes y la tiara de mi abuela, y los pendientes de mi prima, ¡un completo!".

Una espectacular tiara familiar

Basta echar un vistazo a este look nupcial para ver que las joyas jugaron un papel muy importante en él, y que acompañaron a la perfección la estética elegante, atemporal y minimalista del vestido. La joya de la corona, nunca mejor dicho, la tiara de rubíes y diamantes perteneciente a la abuela materna de Ángela, que todas las mujeres de la familia llevan en su gran día.

Además, optó por unos pendientes que también tenían un significado familiar: "Fueron unos brillantes que me prestó mi prima Ana Pacheco, que anteriormente le había regalado mi madre para su boda. ¡Todo queda en familia! Por otro lado, llevaba la sortija de pedida que era de brillantes, que diseñamos en joyería Romu. Y, por último, las alianzas, nos las regalaron unos amigos de Román Joyeros".

Como ramo, buscaba uno de estilo silvestre pero sencillo con tonos empolvados y que encajase con la época, vísperas de Navidad. "Dejé la elección a Flowers By Clara, quien me hizo réplicas de mi mismo ramo en pequeñas, para poder darle durante el baile a mis amigas y, además, se encargó de toda la decoración de Casa Guardiola, todo acorde con la fecha de la celebración con mucho verde, centros de brezo y granadas para darle un toque navideño y luz indirecta, con velas por todos lados".

Los detalles del look de belleza

En cuanto al maquillaje, eligió a Julia Hidalgo tanto para ella como para su madre, abuela y hermana. "Yo quería algo súper natural, así que hice el día de mi pedida la prueba con ella, y me encantó. Para el peinado, me sentía cómoda con una trenza, un peinado que llevo usando toda la vida, y conté con Bruno Pantoja, peluquero de la familia de confianza, con el que me sentía cómoda para pedirle los cambios que necesitase".

El comienzo de su historia de cuento

Ángela y Pablo se conocieron por amigos en común, pero, como recuerda ella, se unieron más al hacer juntos el camino de la Hermandad de Triana al Rocío en el mismo grupo de amigos. "Desde ahí, se volvió mi incondicional. A ambos nos encanta esta fecha del año, es muy especial, y hasta día de hoy, no hemos fallado ningún año, y ojalá podamos hacerlo toda la vida, juntos, y junto a nuestra familia y amigos".

Después de seis años de noviazgo, Pablo se decidió a hacer la gran pregunta y, tan solo cinco meses después, se estaban dando el 'sí, quiero'. "¡Para qué esperar más, si la fecha era perfecta, y todo lo que queríamos estaba disponible!" explica ella, quien añade que una de las anécdotas que recuerda con más cariño de los meses previos al enlace fue la forma en la que su novio le pidió la mano a su padre.

La curiosa historia de la pedida

"Pablo sabía que quería pedirme matrimonio, pero mi padre, celoso de sus niñas, siempre decía de broma que nunca le daría mi mano, y, como fan absoluto de una Coca-Cola fría y un bocata de jamón, fue la única condición que puso para plantearle esta opción. Así, que muy valiente él, se presentó un día en casa, sin yo saberlo por supuesto, con ambas cosas en mano, y cuando mi padre le abrió la puerta, ya sabía a lo que venía".

"Siempre soñé con casarme, rodeada de mi familia y amigos. La fecha elegida fue vísperas de Navidad, un viernes 1 de diciembre 2023, para que me diese tiempo de organizar la boda, casarnos, el viaje de novios y llegar a tiempo para disfrutar de la Navidad en familia" cuenta. Aunque cinco meses para organizar una boda puede parecer poco tiempo, ellos lo consiguieron gracias a la ayuda de su familia, quienes, como bromea Ángela, tienen ya un máster en estos acontecimientos.

El enlace tuvo lugar en la Capilla Virgen de los Reyes, en la Catedral de Sevilla, a la que la novia llegó del brazo de su padre y padrino, el escultor sevillano Nacho Fal. "Ahí los nervios aumentan, verte andar por la alfombra roja, del brazo de tu padre, tu hermana llevándote la cola, y en el altar esperándote tu futuro marido con el resto de tu familia… da un poco de pánico" confiesa. Sin embargo, la emoción y la felicidad siempre se imponen.

Después de la ceremonia religiosa, volvieron junto a sus invitados a Casa Guardiola, la casa familiar de Ángela, donde ella se había preparado anteriormente. El banquete, que comenzó con un cóctel, estuvo a cargo de Alda y Terry. Tras la cena, los novios abrieron el baile a ritmo de Noches de boda, cantada por el grupo Los Alpresa, a quienes le siguió como DJ Staffsound junto con el violinista Cuver.

Sus recomendaciones para futuros novios

"A la hora de organizar una boda todas las recomendaciones y consejos son buenos" señala Ángela, aunque añade que para, ella el más importante es intentar capturar y guardar en la memorita todos los detalles, momentos, sentimientos, bailes, miradas, palabras y el rostro de felicidad de tu pareja. "Esa sensación es increíble e inolvidable, y por desagracia pasa muy rápido, así que tienes que quedarte con absolutamente cada segundo vivido, para poder revivirlo las veces que quieras una vez esa vorágine de emociones haya pasado".

Ella tiene claro que lo más especial del día fue poder reunir a su familia y amigos en un solo sitio para que fueran testigos de su amor. "Ese día todo es felicidad y emoción, los sentimientos están a flor de piel, y necesitas estar rodeado de todos los que quieres y os quieren". En cuanto a los momentos que recuerda con más cariño, le cuesta enumerarlos porque, para ella, todo fue absolutamente mágico: "cuando me puse el traje y me vieron por primera vez bajar las escaleras mi familia y amigas; la entrada a la iglesia, del brazo de mi padre, y en el altar Pablo esperándome con el resto de familia y salir de la iglesia del brazo de mi ya marido; el baile con mi padre donde ahora viendo los videos veo que la mayoría de la boda se emocionó mucho; por supuesto la entrega de los ramos, en especial la de mi hermana Carmen y mi madre con sus canciones favoritas, y por último, cuando durante la fiesta cantaron la Salve Rociera donde todos nos unimos muy emocionados recordando cada uno sus buenos momentos en el Rocío".