novia viral© METEORITO AZUL

Lucía, la novia del vestido sencillo de Navascués que se casó en Sevilla con la tiara de su abuela

Descubrimos el elegante diseño de sus sueños que lució para casarse con el amor de su vida en el pueblo en el que comenzó todo, Écija


24 de septiembre de 2024 - 0:20 CEST

"Siempre había soñado con casarme y formar una familia, pero nunca imaginé que sería él" nos cuenta Lucía sobre su historia de amor con Álvaro. El pasado 8 de junio de 2024, esta pareja que inició su romance siendo quinceañeros y compartiendo grupo de amigos en el pueblo, pasó por el altar para prometerse amor en su rincón especial, en la parroquia de Santa María de Écija, o como ella le llama "en la campiña sevillana". Para la gran y esperada cita de su vida, lució un vestido de novia clásico que confió en el saber hacer y la elegancia de la casa Navascués

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Hay quienes optan por arriesgar en el día de la boda y salir de su zona de confort, pero en su caso, tenía muy claro cómo sería el diseño y en qué se iba a inspirar para crearlo desde cero con la ayuda de las expertas en hilo y aguja. "Siempre tuve claro que quería ir clásica pero actual" nos cuenta, a lo que sigue diciendo "quería un vestido armado, manga larga y una buena cola. Como se suele decir, ¡de novia novia!", y así fue, porque se ha postulado como todo un reflejo de lo que se conoce en el extranjero como "novia española".

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A la hora de elegir look, para ella fue esencial que reflejase su personalidad incluso a través de un boceto sobre una hoja en blanco, a lo que nos responde qué fue lo más importante cuando se decantó por su vestido de ensueño. "Verte, reconocerte, ser tú misma y sentir que lo defiendes. Ser fiel a tu estilo y ahí no te equivocas. También creo que es clave sentir que conectas con el diseñador, y yo tuve esa sensación desde el primer momento" explica. 

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"Navascués es un taller con muchísimos años de experiencia y siempre me han gustado sus diseños. Cuando fui, como un año antes de la boda, y les conté mi idea, me entendieron a la perfección, ¡todo era posible! Y eso me transmitió muchísima seguridad y confianza. Mi madre, que fue quien me animó a coger la cita, ya me había dicho: “aquí no te equivocas”. Y así lo siento" cuenta. Y tras esta acertada decisión, Lucía ahora forma parte de ese largo y exclusivo listado de las 'novias Navascués' que inspiran alrededor del mundo. 

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La magia de un vestido hecho a medida

La creación del look desde cero, es uno de lo momentos más especiales de los preparativos previos, y así fue su bonita experiencia. "Partimos de una idea clara en base a lo que siempre me había imaginado, pero como todo diseño que nace desde cero, siempre van sumándose ideas y matices que fuimos añadiendo prueba tras prueba. Es un equipo enorme y magnífico, pero Cristina, Guille y Ángeles siempre estuvieron en cada prueba sintiendo el vestido suyo, mirando y cuidando cada detalle". 

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"Mi vestido es de corte recto en crepé de seda, con el cuerpo encorsetado (siempre he pensado que sería incómodo y para nada, ¡porque se adaptaba a mí perfectamente!) y cortado al talle. El escote es cuadrado corazón y siempre jugando con las líneas rectas. Los detalles de jaretas son en satén, así le dábamos un toque de luz, están situadas en las hombreras, los puños y la falda, jugando con las simetrías" describe. 

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La cola de novia que siempre soñó

Pero el detalle más llamativo, se escondía tras su espalda. "Siempre quise llevar una buena cola, ¡llevé casi cuatro metros! A Cristina le pareció buena idea jugar con tres capas independientes de organzas de seda naturales para que se viese el movimiento" como podemos apreciar en las bonitas imágenes con la puesta de sol tras su espalda. "Es un proceso precioso. Un año compartiendo momentos y siendo una parte fundamental de ese día tan especial. En la última prueba no pudimos evitar emocionarnos porque se crea un vínculo especial" recuerda emocionada. 

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A diferencia de otras novias, ella no se cambió de vestuario, simplemente iba a adaptarlo para el final de la noche. "Mi vestido era convertible y se desmontaban las mangas (¡me las descosía!). La idea siempre fue que en la fiesta, cuando me quitase el velo y la cola y cambiase complementos. Quedaba un vestido recto, a la sisa, con el detalle de las hombreras forradas y de jaretas en satén. ¡Pero nunca me las quité! Estaba comodísima, no fue una noche calurosa de las de junio en Écija, y no quería perder un segundo. ¡La euforia del momento!" cuenta. 

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Le preguntamos si tuvo en mente seguir las tendencias que ahora triunfan para la celebración, "Soy de seguir tendencias pero siempre que vayan conmigo. Es decir, por mucho que algo se ponga de moda, si no me siento a gusto con ello y no me veo, no me lo pongo. Soy de las que piensa que ese día, no es el mejor para arriesgar si no lo tienes clarísimo" aclara.  

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Entre los requisitos que tienen en cuentan para este tipo de celebraciones, a Lucía sí le parecía esencial cumplir con algunas de ellas. "Soy muy de tradiciones y llevaba varias cosas con mucho significado para mi familia. El velo es el de mi abuela del año 1959. Estaba perfecto, mi hermana también lo llevó. A Cristina le encantó la idea de rescatarlo y le arreglamos algún que otro enganchón" explica.

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La tiara de su abuela cargada de significado

En cuanto a complementos, nuestra protagonista nos cuenta cuáles eligió para acompañarle en este momento tan importante. "Las joyas, pendientes y tiara, también eran de mi abuela. Llevé el aderezo que le regaló mi abuelo por su pedida. La tiara, toda en oro blanco y brillantes, está montada con esas joyas. Lo más curioso, y me gusta esta esencia, es que se ha montado en Baquerizo, el mismo joyero donde se hicieron en su día. Mis tías y mi hermana se casaron con la misma tiara, ¡y yo he querido seguir con la tradición!". 

Y nos sigo contando, "para la fiesta, como los pendientes son desmontables, me quedé con el rosetón y me puse un choker. Es un complemento que utilizo bastante. Las alianzas también tienen su significado… Quería sí o sí que las hiciera Baquerizo.  Entre otras cosas, han creado las joyas de pedida y alianzas de tres generaciones. Mis cuatro abuelos, mis padres, mis tíos, y ahora nosotros. Son los joyeros de confianza de la familia".

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Por recomendación de su entorno, se puso en manos de Raquel Pérez. "Ha maquillado a muchísimas novias en Écija, entre ellas a mi hermana, y me encanta su estilo. Innové poco... Por mi profesión me tengo que maquillar a diario y siempre tuve claro que no quería salirme de ahí. Utilicé los mismos tonos de sombras y labio que uso en mi día a día, marrones y berenjena. Y en cuanto al peinado, elegí un moño bailarina trenzado, que en principio iba a ser para la Iglesia, coctel y cena. Para la fiesta llevaba el pelo preparado para soltármelo pero tampoco vi el momento. ¡Solo podía disfrutar!". 

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El ramo de novia encajaba a la perfección con la estética clásica y romántica, "era tipo bouquet con rosas inglesas y peonías blancas. Lo quería redondito y que no fuese excesivamente grande. Como me encanta el azul, le di un pequeño toque, y llevé la cinta de terciopelo a juego. El ramo es muy especial también porque llevaba dos medallitas de la Virgen del Rocío de dos personas muy especiales" dice.

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Una historia de amor inesperada

He aquí la historia de su vida, cómo comenzó todo. "No recuerdo el momento exacto, tendríamos unos 14-15 años y creemos que fue una Semana Santa o unas Navidades. Nos presentó su prima, que es íntima mía. Aunque la familia de Álvaro es de Écija, él siempre ha vivido en Madrid (¡por aquel entonces en Inglaterra!). En vacaciones venía al pueblo para ver a la familia y por similitud de edad, salía con nosotras en la pandilla" recuerda Lucía. 

"Siempre nos hemos llevado muy bien, de hecho, sin haber nada, solo amistad, siempre me acompañaba a casa porque su abuela vivía al lado. ¡Nuestras familias han pasado hasta Fin de Año juntas! Aunque el amor surgió en las Navidades de 2016/2017, ¡nunca lo habría imaginado! Después del primer beso me quedé en shock y le dije, no digas nada, a tus primas se lo cuento yo... ¡y hasta hoy!" confiesa. 

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Y la gran pregunta llegó cinco años y medio después de aquel primer beso. "Álvaro había estado viviendo en Barcelona por trabajo, volvió a Madrid y nos fuimos a vivir juntos. Llegó en verano, y en Navidades, el día de Reyes, me lo pidió en Écija, en la azotea de mi casa. Dice que no quiso hacerlo en ninguno de los viajes porque allí tenía todo el significado, donde nos conocimos y sabíamos que nos íbamos a dar el sí quiero. Además desde allí se ve la torre de la iglesia donde nos hemos casado" comenta. 

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El 8 de junio fue la fecha elegida, y la Parroquia de Santa María de Écija la que acogió esta celebración del amor. "Es una iglesia muy especial para nosotros porque está la capilla donde se encuentra el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Écija; mi parroquia de toda la vida y donde Álvaro se bautizó.Fue una ceremonia religiosa preciosa en la que nos acompañó la Escolanía de los Palacios. Escuchar las voces de los niños siendo tan pequeñitos fue muy emocionante y especial". 

"Quería que la consagración fuese igual que en nuestra misa de romero, (nuestra misa de la Hermandad del Rocío). Que sonase la flauta y el tamboril. Y así hicimos. Llamamos al pitero que siempre acompaña a la hermandad por los caminos. Al acabar la ceremonia, la escolanía cantó la Salve Rociera y nosotros nos fuimos a la capilla frente de nuestro Simpecado" explica. 

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Un castillo para celebrar

Para el convite se trasladaron al Castillo de la Monclova, una fortaleza original del siglo XIV. "Es un enclave espectacular, y afortunadamente el tiempo nos dio tregua y pudimos cenar al aire libre en los jardines, frente al castillo iluminado". Y al vivir lejos, contaron con la ayuda de una weddingplanner para que todo saliera perfecto. 

"La organización siempre se disfruta, pero en ciertos momentos, cuando ya se acerca la fecha, puede llegar a ser estresante… En nuestro caso, como el de otros muchos novios, organizamos todo a distancia. Vivimos en Madrid, a más de 400 km de Écija, y a veces es complicado cuadrar todo. Contamos con Carmen Polo de Eventaria para el día de la boda. Y es lo mejor porque te despreocupas de todo y cuidan cada detalle. Ella es maravillosa, pude ver cómo trabaja en la boda de mi hermana y fue la primera persona a la que llamé". 

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"Algo que jamás olvidaré fue el camino al altar. La sensación de: 'el momento ha llegado y ya está aquí'. Desde que entré a la iglesia agarrada del brazo de mi padre, solo podía mirar a Álvaro (no vi a invitados, flores, fotógrafos…). De hecho al llegar al altar y verlo también emocionado, con los ojos vidriosos, ¡rompí a llorar! Un llanto de emoción y felicidad, es algo que no puedes controlar" confiesa.

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Lucía quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda: 

  • Vestido de novia: Navascués
  • Joyas: Baquerizo 
  • Maquillaje y peluquería: Raquel Pérez 
  • Manicura: Amalia Peña
  • Ramo de novia y decoración de mesas: Andaluflor
  • Fotografía: @meteoritoazul
  • Vídeo: @sivirage
  • Flores: Rocaya´s
  • Wedding Planner: Eventaria
  • Finca: Castillo de la Monclova 
  • Catering: Alfardos
  • Recena: Ulivo 
  • Acuarelas Virgen del Rocío: Agustín Martín de Soto
  • Grupo de música: Insakay
  • Smartsound: DJ Carlos Rubio