Bajo los olivos y a la luz de un gran número de velas que iluminaban la noche siciliana, comenzaron las celebraciones con motivo del enlace de Lucrezia Bonaccorsi Beccaria y Giulio Rossi Prodi. La pareja, que se prometió en julio de 2023, organizó un fin de semana de ensueño en Feudo del Castelluccio (Sicilia), propiedad de la familia de la novia.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El romanticismo, la elegancia y la tradición característicos de la firma de moda de su madre, Luisa Beccaria, se respiraban en el aire. La diseñadora, como gran anfitriona que es, se involucró de lleno en la decoración, en la que la naturaleza tuvo un papel protagonista. A su cargo también estuvo, como no podía ser de otra manera, la creación de los siete vestidos de novia que lució Lucrezia.
El más especial: el que llevó para dar su 'sí, quiero'. Fue un diseño de alta costura, realizado en el atelier bridal de la firma, y en cuya creación participó su familia. Su hermana Lucilla, por ejemplo, encontró la tela exacta que la novia quería: un tafetán bordado sostenible que rescató de los archivos de la firma, en concreto, de la colección de primavera de 2007.
Gracias a la experiencia en alta costura y el savoir faire de Luisa, esta dio forma a todos los elementos hasta crear un auténtica obra de arte con el inconfundible sello Beccaria. ¿El broche final? El velo, de encaje y con capucha, que completaba el look nupcial soñado de Lucrezia.