Marta tenía claro que quería un diseño desmontable que se fuera transformando a lo largo del día de su boda, aunque no sabía qué silueta o escote elegiría. Después de sentir un auténtico flechazo con la diseñadora Alejandra Oria, se dejó aconsejar por ella y, entre las dos, acabaron creando el vestido de sus sueños. Con él, le dio el 'sí, quiero' a Ricardo después de seis años de amor en una preciosa ceremonia que estuvo seguida de una celebración en la finca Las Margas de Segovia. Te contamos todos los detalles del día más especial de esta pareja de madrileños.
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Marta tenía claro que, para ella, lo fundamental con respecto a su vestido de novia era que se adaptara a su personalidad y también a su cuerpo. "A la hora de vestir creo que a cada una solemos resaltar las zonas que más nos gustan, y eso fue importante para mí al elegir la silueta que tendría mi vestido. También es esencial tener feeling con la diseñadora, que te sientas cómoda con ella y con libertad para expresar lo que te gusta y lo que no, de forma que puedas dejarte asesorar y también aportar tus ideas. Eso fue justo lo que me pasó a mí con Alejandra Oria y el proceso de creación de vestido fue precioso" nos cuenta.
Como decimos, esta novia se decantó por Alejandra Oria tras visitar varios ateliers. "En la primera cita nos conocimos un poco, ella te hace un montón de preguntas para conocer tus gustos, tu forma de vestir, con qué formas te sientes más cómoda o cuál es el estilo de tu boda. En base a ello, te propone probar diferentes vestidos de colección para ver que siluetas te sientan mejor. Para mí este momento fue esencial. Ya me había probado varios vestidos en otros ateliers, pero recuerdo que cuando me probé uno de los diseños de Alejandra fue la primera vez que me sentí novia y muy yo".
Además, añade que también fue determinante la variedad de telas con las que cuenta el taller, ya que tenía claro que quería utilizar alguna especial, como el algodón troquelado que finalmente se usó para la sobrecamisa y el fajín. Aparte de esto, Marta tenía ideas acerca de la silueta, aunque nada definido al 100%: "que el vestido fuera ajustado a la cintura y no en las caderas o que el escote dejase a la vista la zona de la clavícula. Mi inspiración fueron diferentes novias que encontré a través de redes sociales y también la revista Hola Novias".
Esta novia recuerda el proceso creativo de su look nupcial con gran cariño. "Fue toto muy colaborativo. Creo que, de esta forma, el resultado representa mucho a la novia y te hace sentir muy tú con un vestido super especial". Además, cuenta que el hecho de probarse tantos diseños distintos y dejarse aconsejar por una profesional de su talla hizo que cambiara de idea con respecto a su idea original, apostando, por ejemplo, por un escote Bardot que nunca se habría imaginado lucir. "Nunca me lo había planteado hasta que me lo probé en el atelier de Alejandra, y cuando me vi con él lo tuve claro".
También le encantó otro de los vestidos que se probó con escote palabra de honor, tipo corsé y en seda salvaje, y la diseñadora le propuso combinar estas dos ideas, creando un vestido convertible. "Consistía en una sobrecamisa de algodón troquelado con escote Bardot y mangas abullonadas que se ajustaba a la cintura con un fajín de la misma tela. Debajo, quedaba un vestido sencillo, palabra de honor y estilo corsé con la parte de arriba en seda salvaje y la falda en crepé du chin con unas quillas que le dieron un movimiento precioso a la falda".
Esta solución fue ideal para Marta, puesto que tenía claro desde el inicio que quería un vestido desmontable, puesto que buscaba llevar los brazos algo cubiertos para la boda, pero también quería estar lo más cómoda posible en el momento de la fiesta. "Por eso quería un vestido que me permitiera ir quitando los diferentes elementos progresivamente para al final quedarme con un modelo sencillo en la fiesta, que me permitiese bailar".
De esta forma, el vestido contaba con partes removibles. "Inicialmente, se veía con escote Bardot y manga abullonada, ajustado a la cintura con un fajín, desde el cual salía una cola del mismo tejido. Durante el cóctel retiré el velo y la cola. Antes del baile me quité la sobrecamisa y el fajín y me quedé con un vestido de tirantes muy finos".
Marta nos confiesa que no le da demasiada importancia a las tradiciones, pero le hizo mucha ilusión llevar complementos que fueron regalos de sus seres queridos. "Mi tía me regaló los pendientes, mis amigas una gagantilla (ambos de M de Paulet), mis amigos del trabajo una cinta y medalla para el ramo con una frase de Leiva grabada y mi amiga Carmen me regaló un portalianzas de cerámica hecho por ella. De esta forma, sentía que llevaba un pedacito de cada uno conmigo en el altar y eso me pareció muy especial".
Para completar, lució su anillo de compromiso, una roseta con diamantes y aguamarina de Urbieta Antique, y unos zapatos de Flor de Asoka con significado especial. "Fueron un regalo de Ricardo, los eligió él y la verdad que acertó totalmente. Para mí era importante que el tacón fuera bajito y que fueran cerrados en la parte delantera".
Para el look de belleza, confió en Ángela Blanco, con quien dice haber sentido un gran feeling desde la prueba. "Me dio varios consejos para cuidar mi piel los meses previos y el resultado en la boda fue increíble. Tenía claro que el maquillaje sería muy natural, dando protagonismo a la piel para que se viera sana y luminosa. También era importante para mí resaltar las cejas en el look, siempre las cuido un montón gracias a los tratamientos que me hago en Glim Beauty, y me parece que definen mucho nuestros rasgos". Como peinado, buscaba algo sencillo, puesto que en su día a día lleva siempre el pelo suelto, por lo que optó por un semirrecogido con ondas deshechas. "También me parece súper importante cuidar el cabello los meses previos, para lo cual yo confié en Oculto Hair y estuve super feliz con el resultado" relata.
De las flores de la boda y del ramo se encargó Loving Lavanda. "Fue todo un acierto, Diana es genial, como profesional y como persona. Tenía una idea aproximada de mi ramo, quería que fueran colores neutros y que fuese sencillo, con una o dos variedades de flor, así que Diana me propuso mezclar lisianthus con claveles, ambos en tonos rosa empolvado y le añadió también esparraguera que le daban al ramo una caída súper especial".
Ricardo y Marta son ambos de Madrid, y se confiesan unos enamorados de su ciudad, además de muy fans de la música, ya que ir de conciertos es uno de sus planes preferidos, así como viajar. Se conocieron en su escuela de pádel, donde se apuntaron a un torneo y, por azar, les tocó juntos. Seis años después, él hizo la gran pregunta.
"A finales de 2022 yo aprobé la oposición que llevaba 4 años y medio preparando. Ricardo estuvo a mi lado en todo ese proceso, fueron años difíciles. Después de cumplir el sueño de aprobar, empezamos a hablar de boda. A los dos nos apetecía mucho, pero tampoco habíamos concretado cuando sería. Me pidió matrimonio en septiembre de 2023, en Denia, donde veraneamos siempre, en nuestro bar favorito junto al mar. Fue el momento perfecto, cada uno estábamos dónde queríamos estar en nuestra vida profesional y personal lo cual lo hizo aún más especial".
Marta reconoce que contar con una wedding planner facilita mucho las tareas a la hora de organizar una boda, pero ellos decidieron hacerlo todo solos. "A mí la verdad que me encanta el proceso de buscar cada proveedor, hablar con ellos y elegir lo que más nos represente a los dos. Obviamente es un esfuerzo mayor y te quita más tiempo, pero creo que el resultado fue una boda que fue 'muy nosotros' y disfrutamos mucho de todo el proceso".
La ceremonia religiosa fue en la iglesia de Madrona y, tras ella, se desplazaron hasta la finca Las Margas. "El espacio nos encantó, era justo lo que buscábamos. Para nosotros era muy importante que el plan B en caso de lluvia nos gustara tanto como el plan A, y cumplía sin duda con este requisito porque el exterior es precioso, pero el interior lo es igualmente, tanto su patio acristalado para el cóctel como los salones para la cena. Siempre habíamos querido hacerlo en el exterior, pero ese día llovió. Así que nos alegramos mucho de haber escogido esta finca porque el cóctel en el patio interior y quedó precioso, al igual que la cena en los salones".
"Aquel día la predicción del tiempo era lluvia todo el día" recuerda Marta. "Evidentemente, yo prefería que no lloviese, pero ya lo tenía asumido, así que decidimos hacer el cóctel en el interior y habíamos renunciado a hacer salida en la iglesia (había comprado confeti que no creíamos poder utilizar) y haríamos fotos en interior o con paraguas transparente (habíamos comprado varios). Sin embargo, la lluvia paró justo cuando los invitados empezaron a llegar a la iglesia, yo salí de la finca y entré a la iglesia sin paraguas y a la salida mi prima había llevado los cañones de confeti por si dejaba de llover y pudimos hacer una salida preciosa mientras todos nos esperaban fuera de la iglesia. Fue un momento mágico. También pudimos hacernos fotos en los jardines de Las Margas, incluso salió un poco el sol al atardecer. Después durante el cóctel cuando ya estábamos todos a cubierto cayó el diluvio universal. Esas horas sin lluvia fueron como un regalo para nosotros".
Por último, le preguntamos a Marta qué consejos daría a esas parejas que están preparando su boda, y lo tiene claro. El principal, que disfruten de cada momento del proceso. "Mucha gente les dirá eso de que la boda son solo unas horas y que se pasa muy rápido. Es cierto, pero la boda no es solo un día, son todos esos meses previos llenos de momentos preciosos, como cuando se lo cuentas a tu familia y amigos, visitar fincas juntos, pensar en que canciones sonarán en cada momento, las despedidas sorpresa, la creación del vestido, entregar las invitaciones a todos tus seres queridos…".
Además, finaliza queriendo restar importancia al tema del tiempo: "Nuestra experiencia con la lluvia, a todas esas novias que lo pasan mal por la predicción del tiempo, yo también tuve un bajón grande cuando vi que llovía, pero de verdad, van a disfrutarlo todo igualmente y seguro que la lluvia les da también momentos especiales como me pasó a mí. Lo importante de ese día son ellos y que toda la gente que les quiere está a su lado".
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