¡Ya son marido y mujer! Este fin de semana ha tenido lugar una de las bodas más esperadas de la temporada, que posiblemente haya roto el corazón de numerosas fans que suspiraban por Ed Westwick, el inolvidable Chuck Bass de Gossip Girl. El actor británico se ha casado con la también actriz y modelo Amy Jackson tras dos años de relación y una impresionante pedida de mano en las montañas el pasado enero. La pareja ha elegido la preciosa costa amalfitana, en Italia, para darse el 'sí, quiero' en una celebración que ha durado casi cuatro días y en la que la novia ha lucido hasta siete estilismos totalmente blancos.
Jueves: noche de pizza y primeros looks bridal
El jueves, la pareja y sus familiares y amigos más cercanos pusieron rumbo a Italia en un avión privado para comenzar el fin de semana más especial de su vida. Ya en el avión, la novia dejó claro que no solo iba a haber un look nupcial, sino que pensaba vestir de blanco durante todos los días que durara la celebración. Para el viaje, comenzó con un elegante y sencillo conjunto de dos piezas al que sumó unos pendientes colgantes y brillantes muy especiales en los que se podía leer la palabra bride, es decir, novia.
Tal y como el propio actor desveló a través de su perfil, según aterrizaron decidieron dar la bienvenida a su familia con una noche de pizza y pasta, muy propio del país italiano. Para esta velada, Amy eligió un entallado diseño de cuello a la caja, manga larga y falda larga confeccionado en una mezcla de tejidos de satén y encaje. Lo acompañó de un tocado floral en el mismo color y dejó su melena oscura suelta.
Viernes: elegancia atemporal a bordo de un barco
Al día siguiente, llegaron el resto de los invitados y comenzó la preboda oficial, la cual tuvo lugar en un enclave que no podía ser más idílico: un barco con la puesta de sol de fondo. En este caso, la novia se decantó por un modelo de Vivienne Westwood perteneciente a la colección otoño/invierno 2024, el cual contaba con el emblemático y favorecedor corsé de la firma, que realzaba sus curvas, y una falda con detalles drapeados y larga cola.
En cuanto al maquillaje, quiso recrear, como ella misma explicó, la época dorada de los años 60 y recogió su cabello en un elegante moño que despejaba su rostro. Completó con un ahumado en tonos rosados, maxipestañas que enmarcaban su preciosa mirada verde y un labial en tono vino.
Sin embargo, este no fue el único look que llevó en este espectacular crucero prenupcial. Posteriormente, se cambió y se enfundó en un modelo satinado de escote en 'V' atado al cuello que dejaba al aire su espalda. Como joyas, se quitó los imponentes maxipendientes que llevaba hasta el momento y optó por un fino colgante brillante rematado por una preciosa piedra verde.
Sábado: un imponente diseño italiano para el gran día
¡Y llegó el gran día! Si en las celebraciones anteriores Amy había querido explorar distintos estilos nupciales, para su look de novia principal buscó una imagen atemporal, imponente y 'principesca'. Siguiendo con la inspiración italiana del enlace, se decantó por una de las firmas de moda más emblemáticas del país: Alberta Ferretti. La diseñadora creó para que la actriz y modelo recorriera el pasillo hacia el altar un vestido con escote palabra de honor, cuerpo entallado y falda voluminosa con detalles de volantes rematada en una gran cola.
Asimismo, la firma ideó un gran velo de tul, un modelo clásico que cubría el rostro de la novia a su llegada a la ceremonia y que estaba confeccionado en un delicado tul de seda y bordado con motivos de encaje floral. Amy completó el look más importante de su vida con unos pendientes circulares de diamantes y una fina gargantilla a juego, además de, como era de esperar, su impresionante anillo de pedida.
Como ramo, apostó por un romántico y delicado bouquet de rosas en tonos blancos y empolvados que coordinaban a la perfección con la mágica decoración floral que adornaba el pasillo y el altar, la cual nos ha dejado completamente boquiabiertas. Como peinado, se sumó al más buscado actualmente por las novias más elegantes, el moño de bailarina, despejando así su rostro, maquillado con un look muy sofisticado, atemporal y favorecedor centrado en realzar su mirada.
Comodidad y mucho brillo para la fiesta
Es más que habitual que las novias se cambien de vestido para la cena o tras ella para lucir diseños más cómodos con los que bailar toda la noche, y Amy también lo hizo, algo que no sorprende ya que el vestido con el que le dio el 'sí, quiero' a Ed era tan impresionante como poco práctico para la fiesta. Para este segundo look del sábado recurrió a la moda española apostando por Atelier Pronovias, firma que conoce muy bien puesto que ha asistido a varios de sus desfiles en nuestro país, el último sin ir más lejos el pasado abril, cuando sin duda tomó buena nota de las últimas tendencias nupciales durante la Barcelona Bridal Fashion Week.
Como explican desde la casa, se trata de una pieza que ha requerido 32 horas de patronaje, 28 de bordado y 45 de construcción. Está confeccionada en satén de pura seda, ideado para ceñirse al cuerpo y crear una silueta glamurosa y sinuosa. Incorpora detalles fluidos en gasa de seda, como las delicadas mangas y la cola con vuelo, así como un corsé y guantes bordados a mano y embellecidos con pequeños cristales bicolores con un diseño de chevron para añadir un toque de luz y magia a la creación.
Domingo: A la playa con estilazo
Para poner el broche de oro perfecto a su fin de semana de celebraciones, Ed y Amy ofrecieron el domingo un almuerzo en el que la novia nos deleitó con su séptimo look nupcial, ideal para una comida desenfadada pero con mucho estilo. Escogió un vestido de tirantes con silueta entallada y falda semitransparente anudada a la cadera, el cual combinó con accesorios de lo más potentes: joyas de piedra pulida en clave XL y una maxipamela. Dejó su melena suelta y ondulada y optó por un maquillaje muy natural, perfecto para un acto de día como este.