Al organizar una boda, no cabe duda de que lo más importante es ser consciente del compromiso que vas a adquirir con esa persona especial, y el hecho de celebrar el amor rodeados de vuestros seres queridos. Eso está claro, pero también es evidente que existen otros puntos que también nos hacen especial ilusión, como elegir el vestido de novia. Elijas uno de colección o prefieras crearlo desde cero mano a mano con tu diseñador, se trata de un proceso único, totalmente diferente a tus anteriores experiencias eligiendo estilismo para ocasiones señaladas. Al hablar con mujeres que se han casado recientemente o que están preparando su enlace, todas coinciden en que, si lo que quieres es crear un vestido exclusivo para ti, lo más importante, más allá de estilos y tendencias, es dar con una persona con la que sientas un feeling especial y en la que confíes plenamente.
Uno de los nombres que más suena en nuestro país desde hace varios años es el de Isabel Núñez, alma mater de Inuñez, firma que enamora a las novias más elegantes y sofisticadas pero que buscan un toque diferente. "Que no se pongan barreras de primeras, que vengan con la mente abierta a escuchar y abrir ventanas nuevas" pide Isabel a sus novias. Nos damos cita con ella para descubrir qué otros consejos le daría a mujeres que están en busca de su vestido ideal esta joven española que ha revolucionado la industria dentro y fuera de nuestras fronteras.
HOLA.COM: ¿Cómo nace la firma Inuñez y por qué te decantas por el sector nupcial? ¿Siempre has tenido claro que querías enfocarte a él?
ISABEL NÚÑEZ: Empecé Inuñez hace 12 años, en mi último año de carrera, cuando una amiga de una prima mía me propuso el reto. Fue una sorpresa, yo en su momento no me había planteado el mundo bridal, pero sí había trabajado con otros diseñadores del sector y me lancé. Me lancé a la aventura . Obviamente, tenía buenos contactos de proveedores y de buena mano de obra que había conocido haciendo prácticas con otros diseñadores… Y así hicimos ese primer vestido. Y la verdad es que fue un boom, porque a raíz de ese primer encargo y del vestido de mi prima, que se casó ese año también, al año siguiente surgieron más de 40 encargos de vestido de novia
¿Qué es lo que más te gusta de esta industria?
Lo que más me gusta de esta industria es, sin duda, poder crear vestidos cargados de estilo, creatividad pero sobre todo con una gran carga emocional-sentimental. Pensar que dentro de años mis novias sigan guardando tanto cariño a mis creaciones es muy emocionante.
En un sector que cada vez está más saturado en nuestro país, ¿qué punto diferencial encontraste para hacerte un hueco?
Creo que el punto diferencial de nuestros diseños se encuentra en realmente escuchar y analizar el estilo y esencia de cada persona, sólo de esa manera surgen vestidos tan diferentes y únicos, porque no hay dos mujeres iguales.
¿Qué es para ti lo más importante a la hora de crear un look nupcial?
Lo más importante es, sin duda buscar, realzar la belleza de la novia. Cuando diseño un vestido de novia busco dos cosas: que el vestido en la percha ya se vea espectacular, pero que cuando cobre vida sobre la novia sea sensacional y ella esté espectacular, esa es realmente mi prioridad.
¿Cómo es el proceso creativo de un vestido de novia en tu taller? ¿Qué pasos se siguen?
Para mí, cada vestido es un proyecto nuevo y único, es un proyecto que empieza desde cero para cada una de las novias, escuchando al principio cuáles son sus ideas, sus miedos, sus preocupaciones, sus gustos, preferencias... Para, después de todo esto, preparar diferentes ideas bocetadas, así creamos un escenario que refleja la estética que a mí me gustaría trabajar para cada una de ellas. Ahí es cuando cada novia puede valorar si lo que yo les preparo es lo que están buscando. Una vez ya la novia valora la propuesta, y confirma que se hace el vestido, empezamos todo el proceso de producción. Que es bastante cercano a la alta costura porque todos nuestros patrones y todos nuestros moldes se hacen nuevos para cada una de nuestras novias. Primero creamos sobre la base de su cuerpo, para que la silueta sea la mejor y, una vez definida, nos vamos centrando en detalles como los tejidos finales, detalles de costura y bordados. Y así poco a poco, la idea va madurando y va teniendo vida.
¿Qué consejo das a las novias en su primera visita a tu taller?
Que no se pongan barreras de primeras, que vengan con la mente abierta a escuchar y abrir ventanas nuevas a ideas diferentes para dejarse sorprender.
¿Qué le dirías a aquellas novias que no saben si hacerse un vestido a medida porque no son capaces de imaginárselo durante el proceso?
Lo más importante es elegir a la persona que te va a acompañar y la manera de trabajar con la que tú te sientas más cómoda, no por modas o tendencias. Esto es un viaje en el que te vamos a acompañar durante 5 o 6 meses previos a la boda y tienes que disfrutar y sentir la confianza para saber que en nuestro estudio vamos a trabajar día tras día, prueba tras prueba para que te sientas fabulosa.
¿Cómo consigues adaptar la esencia de cada novia a tu estilo personal y a las tendencias del momento?
Tengo la suerte de que la gran mayoría de novias que vienen a mí son muy afines a mi estilo, lo que facilita mucho las cosas. No soy una gran seguidora de las tendencias, me informo, las estudio y conozco pero no tengo la necesidad de seguirlas. Lo importante a la hora de crear un vestido de novia a medida es escuchar y analizar a cada mujer.
¿Crees que las tendencias de moda influyen en el sector nupcial o llevan caminos separados?
Hoy en día con las redes sociales, sin duda va todo de la mano, porque al final esto hace que tengamos el ojo y los gustos un poco "adoctrinados" por lo que vemos. Hace años no tenían nada que ver las tendencias con la moda bridal, de hecho el estilo y tendencias nupciales avanzaban súper lentos y podíamos estar viendo el mismo estilo de novia durante 5 u 8 años, ahora cada mes surgen ideas nuevas y la novia va buscando sentir única.
¿Qué tendencias nupciales nuevas van a despuntar las próximas temporadas? ¿Y cuáles crees que se van a ir?
Vuelven los volúmenes en las faldas, volúmenes fluidos con vida y movimiento, grandes vuelos en las faldas creados con organzas, muselinas y gasas de seda. Así se van quedando atrás las faldas tubo que tanto se llevaron hace 4-5 años.
Lucía Pombo, Melissa Villareal... ¿qué sientes al saber que las influencers que marcan tendencia hoy en día confían en ti para su vestido más especial?
La verdad es que siento lo mismo que con cualquier clienta, para mí es un orgullo que cualquier mujer me elija para vestirse en un día tan único y especial en sus vidas. Por supuesto, es enorme la visibilidad que te da este tipo de encargos y es una herramienta maravillosa para nuestro trabajo, pero he sentido que con cualquiera de ellas hemos trabajado igual que con cualquier novia y he tenido la suerte de conocer el lado más real y humano de ellas, lo que ha hecho que disfrutáramos mucho de cada proceso.
-También eres responsable de numerosos looks de novias desconocidas que se viralizan porque su diseño enamora en redes. ¿Cómo te has adaptado a este tipo de altavoz? ¿Notas que llegan clientas nuevas a raíz de esos post virales?
Soy consciente de que las redes sociales son y han sido un gran altavoz para nuestro trabajo, pero en ningún momento me siento a diseñar pensando en crear ruido o visibilidad, esto me haría que me bloqueara. Es muy complicado adelantarse y analizar qué será viral y que no, por eso siempre diseño con libertad sin pensar en ello.
Cada vez más firmas nupciales apuestan por la sostenibilidad a la hora de crear sus diseños. ¿Qué dificultades encuentras en este sentido?
Pienso que nuestra manera de trabajar, creando cada vestido a la medida de cada clienta, fabricando todo bajo pedido hace que nuestro trabajo sea sostenible de forma natural. En su momento no lo pensábamos, pero ahora, que somos más conscientes de ello, vemos la gran importancia e impacto que tiene crear moda lenta que se crea a conciencia una a una.