Sofía define el inicio de su historia con Héctor como un auténtico flechazo. Ambos son abogados y se habían conocido anteriormente, pero muy de pasada, y cuando volvieron a coincidir, nunca se separaron. Cuatro años después, se dieron el 'sí, quiero' en una preciosa ceremonia celebrada en Valencia. Para su gran día, la novia llevó dos preciosos diseños obra de Alejandro de Miguel, de quien solo habla maravillas y junto al que vivió un proceso creativo mágico. El primero, un modelo desmontable inspirado en Audrey Hepburn. El segundo, una creación más festiva con detalles brillantes que, sin duda, consiguió atrapar todas las miradas.
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Todos los diseñadores coinciden en que lo más importante a la hora de elegir look para el gran día es no verte disfrazada y sentirte tú misma, y Sofía tenía claro que ese era su objetivo. "Para mí lo más importante, sin duda, es ser completamente fiel a tu estilo, es la forma de disfrutar y estar cómoda ese día tanto con el vestido como con los accesorios, el pelo y el maquillaje" nos cuenta.
Esta novia tenía varias ideas en mente desde el principio y, poco a poco, se fueron materializando. "Siempre había soñado con llevar un vestido de novia elegante pero moderno, con toques personales. Mi inspiración para el primer vestido vino de un diseño icónico de Givenchy que Audrey Hepburn llevó en la película Funny Face". Sin embargo, para hacer realidad estos sueños, era necesario un diseñador a la altura: "fue Alejandro De Miguel quien me ayudó a poner todas esas ideas en dos diseños increíbles" explica.
"Elegí a Alejandro De Miguel y lo tuve claro desde el principio. Le conozco desde hace unos años y, sin duda, es el mejor. Desde el principio escuchó y captó todas mis ideas y supo darles forma y potenciarlas, haciendo dos diseños increíbles para mí y también para mi madre y mi hermana. Nos hizo brillar" recuerda Sofía, emocionada.
El proceso de creación de todo vestido de novia es algo que todas recordamos con especial cariño, y Sofía lo vivió con sus mejores acompañantes, su madre y su hermana: "fue increíble, Alejandro y su equipo lo hicieron muy especial. La primera vez que fuimos al atelier le expuse todas mis ideas. Quería el escote palabra de honor redondeado, pero también algo que me cubriese en la iglesia, una seda con flores para el primer vestido, una cola larga pero que fuera cómodo para sentarme en la ceremonia, un velo clásico pero con algún detalle especial, un segundo vestido midi festivo y divertido…". Dicho y hecho, a la siguiente visita, ya tenía los bocetos hechos, y la enamoraron por completo.
Posteriormente, llegó el momento de elegir las telas, algo que fue más fácil de lo que pensaban porque tuvo un auténtico flechazo: "Para el primero elegimos un brocado de seda natural y para el segundo tiras de fleco de vinilo. Creo que Alejandro además destaca no sólo por sus diseños únicos sino por la calidad de las telas y los productos que utiliza, sin duda el resultado es perfecto".
Como nos contaba, esta novia quiso llevar dos diseños diferentes. El primero era una pieza desmontable con escote Bardot que pasaba a un corte palabra de honor redondeado, mientras que el segundo era totalmente diferente y más festivo, con corte midi, escote halter y repleto de flecos de vinilo: "Me cambié para la cena porque la entrada que preparamos para el convite fue muy especial y quería mucho movimiento para ese momento. Entramos con la canción de The Bongo Song de Safri Duo tocada en directo por los chicos de Drums on Live. Fue increíble".
Para Sofía, una apasionada de la moda, era importante adaptar las tendencias a su estilo personal, así como seguir las tradiciones que existen en torno a las bodas. "Mi algo nuevo fueron varias cosas: vestidos, zapatos, pendientes… el algo viejo fueron las arras, las mismas que usaron mi tía y mi hermana en su boda, algo muy especial para mí. Por último, mi algo prestado y algo azul fue la pulsera de diamantes y zafiros que mi hermana me dejó para ese día y que ella había llevado en su boda".
Además de la citada pulsera de diamantes y zafiros, completó su look con su anillo de pedida, un solitario con banda de diamantes, y una alianza catalana que le regalaron sus padres antes de la boda. Asimismo, lució unos pendientes muy especiales obsequio de sus suegros el día de la pedida, diseños con tres esferas en tura de tamaños distintos con brillantes montados al aire.
En cuanto al ramo, tuvo claro desde el principio que quería algo especial y distinto, y apostó por la elegancia atemporal de las calas: "Siempre me han dado esa sensación de elegancia y sencillez y es justo lo que buscaba. Flores Feliu me hizo el ramo que yo siempre había querido". Para completar, lo ató con una cinta de terciopelo verde.
"Como zapatos, elegí un modelo muy distinto para cada vestido, para el primero un zapato más estilo salón de Jimmy Choo en raso blanco con cristales en el tacón y la cadena del tobillo y para el segundo vestido, algo más sencillo y cómodo, una sandalia plateada de Amina Muaddi con el final del tacón más ancho que iban genial con las tiras de vinilo" nos explica. Sin duda, dos preciosos pares que sirven de inspiración a futuras novias.
Para el beauty look, Sofía quiso contar con su peluquera y su maquillador de confianza desde hace años. "No acostumbro a llevar el pelo completamente recogido, por lo que lo descarté para ese día. Sin embargo, sí quería llevar un peinado que me sujetara el velo. Marta Montón captó enseguida mi idea y me hizo un semi recogido que terminó con un lazo blanco que le daba un toque especial. Para el maquillaje, no dudé en contar con Raúl Castaño. Siempre ha sabido captar mi esencia y hacer que un maquillaje natural sea especial".
Sofía y Héctor se conocieron una noche de verano en 2018, aunque, como ella misma explica, no hablaron mucho. Un par de meses después, coincidieron en el máster de abogacía que empezaban ambos, y, en sus propias palabras, "todo fue distinto y único, un flechazo". Cuatro años después, él se arrodilló y llego la gran pregunta. "A pesar de que habíamos hablado de boda en alguna ocasión, no me lo esperaba cuando me lo pidió. Lo tenía todo planificado casi un año antes de pedírmelo, incluso había hablado con mis padres y había reservado la masía en la que yo siempre quise casarme, la Vallesa de Mandor, para que tuviéremos fecha para julio del 2024. Allí fue donde celebré mi Primera Comunión y, desde entonces, he sabido que quería casarme ahí en verano".
Finalmente, se dieron el 'sí, quiero' el 13 de julio de 2024 en Valencia, y Sofía recuerda el camino hasta llegar al gran día como algo muy especial. "Mi madre y mi hermana me ayudaron mucho con el proceso. Además, contamos con Ricardo, de Bodas de Azul, y su equipazo que nos ayudaron y acompañaron en toda la organización e hicieron que ese día fuera único y especial. Ellos consiguen que ese día, tanto los novios como sus familiares, solo disfruten y se despreocupen de cualquier posible imprevisto. También contamos con la ayuda de María de Vallesa que desde el principio estuvo pendiente de todo y se compenetró con Ricardo y su equipo para que todo saliera perfecto".
La iglesia elegida fue la Basílica de San Vicente Ferrer, un templo que decoraron con un mar de flores verde y blanco. Tras la ceremonia, se desplazaron hasta la Vallesa de Mandor. "Para el convite queríamos incluir detalles personales y que fuera distinto y decidimos hacer la cena única e íntima. Por ello, decidimos contar con el equipo de Tents&Events para que nos instalaran una carpa beduina espectacular que, junto con la iluminación de Audioprobe y la decoración floral, quedó un espacio increíble para la cena".
Para esta pareja era muy importante la música, por lo que recurrieron a artistas en directo en varias ocasiones: "Contamos con el equipo de Dacapo music para toda la música en directo, en la ceremonia contamos con un septeto de cuerda y un piano, para el cóctel elegimos el grupo cubano que ánimo a los invitados con su repertorio y durante la cena un piano y un chelo tocaban covers".
"Me gustaría contar la razón por la cual escogí la canción de Tennessee de Pearl Habor para mi entrada a la Iglesia, mi yayo. Siempre ha sido un referente para mí, mi compañero de aventuras y mi narrador de historias favorito, mi confidente. Cuando era pequeña disfrutaba sentándome a su lado en el saloncito donde siempre ve sus series policiacas. Un día, pusieron la película de Pearl Habor y recuerdo que me contó la historia entre lágrimas de emoción, porque era su película favorita, así que cuando tuve que elegir una canción para mi entrada, no dudé, quise hacerle ese pequeño regalo que me recuerda cada día".
Fue un día tan increíble para Sofía y Héctor que a ella le cuesta elegir un solo momento. "La verdad que todo lo que ocurrió ese día fue especial, el simple hecho de saber que toda nuestra familia y amigos estarían allí disfrutando y celebrando un día tan increíble para nosotros, nos llenaba de ilusión. Pero, si tenemos que elegir un momento concreto, para los dos fue la ceremonia, sentimos ese momento como algo tan nuestro, tan especial, tan único, tan íntimo… estuvimos súper relajados y disfrutando cada momento de complicidad. Además al terminar la misa, nuestras hermanas mayores hicieron un acción de gracias precioso, nos emocionaron a todos con sus palabras. Fue especialmente bonito y emotivo para nosotros porque ellas dos son para ambos nuestro ejemplo desde pequeños, siempre hemos estado muy unidos a nuestras hermanas y que nos hicieran ese regalo fue algo inolvidable" explica. "Además personalmente para mí junto con mi familia fueron momentos muy especiales tanto los ratos de peluquería y maquillaje, como el trayecto en coche hacia la iglesia con mi padre y mi cuñado (que es como mi hermano) que nos llevó a la Iglesia y que nuestra sobrinita llevara las arras".
"Que disfruten del proceso, de la preparación, de la ilusión de elegir cada detalle, que sean fieles a la idea que ellos llevan en la cabeza, a pesar de que es muy importante ser flexibles ya que puede haber imprevistos y es muy importante saber amoldarse a las circunstancias" responde Sofía cuando le preguntamos qué les diría a parejas que están actualmente preparando su enlace. "Pero, especialmente, me gustaría decirles que disfruten al máximo ese día, que estén relajados y felices porque esa tranquilidad se transmite a los invitados y hace que todo el mundo disfrute con ellos" concluye.
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