Lucía y Guillermo son médicos y trabajan en el mismo hospital de Alicante, pero no se conocieron en él, sino que el destino quiso que se conocieran en otro contexto, en una noche de verano que ambos recordarán para siempre. Tres años después, y a pesar de que ninguno de los dos había soñado con una gran boda hasta que se conocieron, él hizo la gran pregunta. El 16 de septiembre de 2023 se dieron el 'sí, quiero' en Cuenca, ciudad natal de la novia, quien llevó un elegante vestido desmontable obra de From Lista With Love.
Más allá de tendencias, gustos o estilos, Lucía tenía claro qué era lo más importante para ella a la hora de elegir su vestido de novia: la conexión con el atelier. "Vivo en Alicante, y tenía claro que el vestido quería hacérmelo en Madrid, ya que estudié allí y siempre busco la excusa para volver". Por eso, decidió visitar a los diseñadores de From Lista With Love y se enamoró por completo, sintiendo ese feeling que tan fundamental le parece. "Fue la mejor decisión que pude tomar. Llegas a ese sótano precioso, que huele a Jo Malone, conoces a ese matrimonio en el que encuentras lo que necesitas para hacer tu vestido de novia: Estilazo, amabilidad y naturalidad" nos cuenta.
Esta novia considera importante estar al tanto de las tendencias, pero tenía claro que, en su caso, quería mirar las fotos de su boda en 30 años y no sentirse "fuera de moda". "Quería algo sencillo, atemporal pero estiloso a la vez. La verdad que más bien tenía claro lo que jamás me pondría. Quería sentirme cómoda, segura y yo misma. Pensé en el corte de los vestidos que me ponía cuando acudía a sitios formales, se lo comenté, Javier me hizo un boceto arquitectónico, que hizo que confiara a ciegas en su criterio. From Lista, me inspiró, y yo a ellos, fue mutuo".
Lucía recuerda con especial cariño el proceso de creación de su vestido, que tuvo cuatro pruebas en las que estuvo acompañada por su madre y su hermana, además de dos de sus mejores amigas algunos de los días. "Fue emocionante, me sentía cómoda y feliz. Pasábamos horas diseñando el vestido, probando cosas, y también charlando con Maca y Javi. En ocasiones yo sufría, porque la siguiente novia esperaba más de media hora porque nos entreteníamos hablando de coches, de vino, y de medicina".
Un look desmontable
Cada vez son más las novias que, frente a la tendencia que triunfó hace unos años de llevar varios vestidos para su gran día, prefieren lucir un único diseño, pero que se vaya transformando a lo largo del día. "Llevé durante toda la boda el mismo vestido, pero según avanzaba la boda iba modulando con diferentes complementos. Para la ceremonia llevé un vestido con capa crepe maravilloso, más tarde para la comida me lo quité y añadí un medio lazo. En la última prueba, no me convencía la zona de la espalda, diseñamos este adorno maravilloso, ni siquiera lo había visto hasta el día de la boda, les dije lo que se le había ocurrido a mi madre en el último momento, ellos lo hicieron, y a pesar de no haberlo visto antes, me encantó, creo que fue el puntazo del vestido".
Lucía se confiesa una eterna enamorada de las joyas vintage "creo que si fuera millonaria tendría miles de ellas" bromea. "En mi caso, soy una afortunada, tenía unos pendientes de mi abuela que me encantaban, los mismos que llevó ella el día de su boda, y también mi hermana. Además, en las mangas llevaba unos botones joya ideales, que después de varias pruebas decidimos que esos serían los elegidos. Actualmente los he arreglado, y los uso como pendientes. Por otra parte, llevaba unos zapatos Jimmy Choo, que me regaló Leyre, mi mejor amiga. A día de hoy los he utilizado un montón para planes festivos".
En cuanto al ramo, lo único que pidió es que fuera silvestre y con mucho color, pero ni siquiera lo vio hasta ese día. "Mi florista lo definió como 'deconstruido en aparente desorden', y así era. Iba con la dinámica de la boda. Mi padre es un apasionado del campo y quería algo en consonancia al resto de la boda".
Aunque a muchas novias les cuesta mucho encontrar a la persona en la que confiar su look de belleza, en el caso de Lucía fue muy fácil, puesto que su hermana se había casado un año antes y no tuvo dudas de que quería contar con el mismo equipo. "Pato y Goretti son maravillosas, saben sacar lo mejor de ti, pero siempre con muchísima naturalidad. Yo tenía claro que el pelo lo quería recogido, ellas supieron captarlo a la perfección, y el resultado me pareció increíble el día de la boda".
El inicio de su historia de amor
Lucía y Guillermo son médicos y trabajan en el mismo hospital de Alicante, pero el destino quiso que se conocieran fuera de la medicina en una noche de verano. Hubo conexión y se nos hicieron las 6 de la mañana en el mar, casualmente enfrente de nuestra casa actual. Nos encontramos en el momento adecuado y de la manera adecuada, y desde ese momento ya no nos separamos" recuerda ella.
Ninguno de los dos soñaba con una boda por todo lo alto antes de conocerse, pero luego, la cosa cambió. "Todo lo que había dicho anteriormente de que no necesitaba una boda grande para casarme cambió. Los dos queríamos hacer un bodón, queríamos que fuera el mejor día de nuestra vida, pero sobre todo que fuera un día inolvidable para nuestros invitados, y muchos de ellos nos lo recuerdan, que había sido la mejor boda a la que habían ido en su vida".
Al final, después de tres años juntos, Guillermo hizo la gran pregunta. "La verdad que mi padre vacilaba mucho a mi marido con este tema, y yo ese verano examinaba cada viaje especial porque pensaba que en cualquiera momento llegaría. Nos fuimos de viaje a Colombia, a Asturias, y no hubo anillo. Una noche que habíamos quedado con unos amigos para verlos antes de cenar, nos dijeron que nos quedáramos a cenar con ellos de manera espontánea, el respondió con un NO rotundo. Lo vi raro, pero salimos a cenar, pagamos la cuenta, y pensé que habían sido alucinaciones mías. Me llevó a tomar algo a la playa, nuestra playa, y cuando más relajada y menos lo esperaba, me volvió a llevar a la orilla del mar, se arrodilló y me pidió matrimonio con un anillo precioso" recuerda emocionada.
Finalmente, se casaron el 16 de septiembre de 2023 en Cuenca, donde nació la novia y donde viven sus padres. "En nuestro caso, no contamos con wedding planner, mucha experiencia con bodas de amigas y de mi hermana, y muchas amigas ya casadas que nos ayudaron. Siempre he sido una persona tranquila, así que nunca nos agobiamos. Teníamos claros varios proovedores, porque habíamos asistido a 10 bodas en ese año, y fuimos eligiendo lo que sin duda tenía que estar en nuestra".
Para la ceremonia, se decantaron por la iglesia Virgen de Luz, un lugar con significado familiar para Lucía, y el sacerdote era amigo de su padre. "Tras terminar, Guillermo y yo nos fuimos en Land Rover a la finca, fue un momento muy especial, recién casados, descapotados y a lo loco". En cuanto a la celebración, Lucía tenía dudas de si conseguiría encontrar la finca de sus sueños en su ciudad natal. "Solo fuimos a la Finca Marlo Embid, y nosotros, que somos así, decidimos en ese mismo momento que ese sitio, que llevaba poco abierto, nos gustaba. Llevamos a los padres de mi marido, se quedaron impresionados con Cuenca y el lugar donde habíamos decidido celebrarlo. La verdad que tuvimos mucha suerte, yo sufría mucho porque las previsiones eran de lluvia, y a mí me encantaba la zona exterior. Al final, aunque en la preboda llovió, ese día hizo un día maravilloso".
Después de vivir un día tan especial, resulta prácticamente imposible elegir un solo momento, pero Lucía confiesa que hubo uno muy especial. "Hay millones de cosas en mi retina de ese día. Pero quizás para mi lo más especial fue ver a mi abuela llorando cuando entré a la iglesia. Tiene 93 años, me regalo el vestido de novia, pero no lo había visto hasta el día de la boda. Al entrar, no sabéis como lloraba en la iglesia cuando me vio entrar, además luego bailó sin parar, no quería irse a casa".
Al preguntarle por su consejo para futuros novios, Lucía coincide con otras novias a las que hemos preguntado y nos dice que lo mejor que pueden hacer es ser naturales y estar mucho juntos. "A mi me lo recomendó una amiga, que al final te dispersas saludando a gente, y que hay que tener en mente, que es vuestro día, y que desgraciadamente solo es una vez en la vida. También, que aunque no todo sea perfecto, nadie lo va a notar" finaliza.
Lucía quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda:
- Flores: Rafa taller de flores
- Fotografía: Instantánea y Toma primera
- Maquillaje y peluquería: Bajobe estudio
- Finca: Finca Marlo Embid
- Vestido de novia: From Lista with Love
- Zapatos: Jimmy Choo
- DJ: Sonort
- Carpas: Tipichic
- Cantante cóctel: El buscador de la regente