La Universidad fue el lugar donde Maristela y Álvaro se conocieron mientras estudiaban Derecho, "fuimos amigos durante muchos años" nos cuenta nuestra protagonista. Pero la chispa del amor surgió tiempo después, y tras seis años de noviazgo, el pasado 8 de junio dieron el 'sí quiero' ante la atenta mirada de Dios y sus familias en un una capilla muy pequeña en Las Playetas, Benicassim. Allí apareció enfundada en un impresionante vestido de novia de Lorenzo Caprile inspirado en la maravillosa época de los años 20 (al igual que las joyas heredadas) que se ha hecho viral en las redes sociales.
Nos cuenta que, aunque suene a tópico, su inspiración para diseñar el traje nupcial fue el estilo de su madre (¡que se llama igual que ella!). "Ha heredado de mi abuela el buen gusto, la finura, la importancia de cuidar los detalles y de fijarse en cómo las diferentes épocas del siglo pasado han influido y siguen influyendo en las tendencias actuales. Una de las etapas que más nos gusta son los años 20. Era todo tan delicado, fino, elegante… Tanto mi vestido como el de mi hermana Berta estaban inspirados en esta época. Además, ¡somos muy fans de la serie Downton Abbey!
Cada novia es un mundo, pero cuando le preguntamos qué piensa que es lo más importante para elegir diseño, nos responde "que refleje tu personalidad. Escoger un patrón que te favorezca y siempre ir a las pruebas con las mismas personas. Si optas por un vestido a medida, el proceso puede durar varios meses, y llevar a una persona diferente a cada prueba puede resultar en una ensalada de opiniones que te confunda. Yo fui siempre con mi hermana Berta y mi madre, que me conocen muy bien y tienen mucho criterio".
Un vestido de película
La búsqueda puede ser uno de los preparativos más complicados, entre tantas marcas y diseñadores es normal que una novia esté dudando, pero en su caso, tan solo necesitó una conversación para saber quién confeccionaría el look blanco más importante de su vida, ¡Lorenzo Caprile! "Fui a varios modistas con una imagen impresa de un vestido de los años 20, de la película Érase una vez en América. Lorenzo identificó el traje sin que se lo dijera, me habló de la diseñadora del mismo (Gabriella Pescucci), del director de la película... Le encantó la idea de inspirarse y versionar un traje 'de película'" recuerda emocionada.
Hay quienes se dejan llevar por las modas punteras que triunfan sobre la pasarela, la mezcla de tejidos especiales, y la historia de Maristela que ya se ha viralizado en las redes sociales por su delicadeza y glamour, sorprendió a todo el mundo luciendo un vestuario con claros guiños al pasado. "Durante el proceso pudimos hablar con Lorenzo sobre la moda nupcial de los años 20 y 30, los velos que se ponían, las flores…. Sabe muchísimo de historia de la moda, fue muy interesante poder conversar con él".
La moda siempre ha sido una pasión en su familia, por eso vivir esta experiencia juntas, la de crear desde cero el vestido de novia a partir de las referencias de unas de las producciones más conocidas de Hollywood, fue una memoria que jamás olvidarán y que hoy siguen recordando. "En la confección del traje tanto mi madre, mi hermana y yo nos divertimos mucho. Ver a Paco trabajar, que fue quien me confeccionó el traje, fue un regalo, especialmente para mi madre que le encanta coser" dice.
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Pasión por lo 'vintage'
Es importante tener claro qué quieres y qué no quieres llevar en la boda, porque existe el peligro de dejarse llevar por lo que 'está de moda', pero nuestra novia fue fiel a sí misma. "Las tendencias son divertidas y todos caemos en ellas, pero deja de divertirme en el momento en que voy a una boda y veo que todas las invitadas van vestidas iguales o muy parecidas. Mi hermana y yo hemos ido a muchas bodas de invitadas con trajes de nuestra abuela de joven, ¡nos encanta rescatar cosas de ella!" relata.
Tal era el cariño que nuestra protagonista tenía hacia su vestido, una auténtica obra de arte que hoy ocupa nuestras líneas, que nunca tuvo en mente llevar otro look para cambiarse durante la fiesta. "No llevé un segundo look, pero me cambié los zapatos a unas bailarinas tipo ballet de la marca Repetto Paris. Para la cena, por si pasaba frío, mi madre me cosió una capa de terciopelo de seda color marfil espectacular. Luego hizo mucho calor y no me la pude poner, pero era preciosa".
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Las joyas también cobraron un papel principal, "mi anillo era de Ansorena, muy sencillo, me lo regaló Álvaro al pedirme matrimonio". Y una de las piezas que cobró más protagonismo fueron los pendientes colgantes de diamantes, "fueron el regalo de pedida de mis suegros, eran vintage, de los años 20. Los compraron en Pilar de la Vega Joyas; tiene cosas ideales y además es una persona amabilísima y muy atenta".
El casquete familiar
Nos cuenta que, en cuanto a la tradición de llevar algo prestado, no le importaba mucho cumplirla, aunque terminó haciéndolo con el complemento principal que marcó el look, un original casquete de pequeños cristales, "era familiar, de los años 20 también". ¡Y no todo queda aquí! Para seguir con la idea vintage, completó el traje con un cinturón que destaca por tener broche antiguo con el que marcó la figura, además de llevar en sus pies el calzado característico de la época, "eran unas Mary Jane en color blanco" cuenta.
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"El maquillaje era algo natural, similar a cómo me maquillo cuando tengo que arreglarme" explica, pero su recogido fue quizás uno de los aspectos más sorprendentes. "El peinado fue un poco más arriesgado; les pedí a mis peluqueras de toda la vida (Ana Lidon y Susana) que reprodujeran el moño con ondas típico de los años 20, tomando como referencia una foto de Downton Abbey. Ana estuvo practicando para que las ondas le salieran sutiles pero marcadas a la vez ¡lo hizo genial!".
Para el ramo, Maristela no dudó en seguir con la misma dinámica para englobar así todo el look. "Intenté respetar la estética del vestido y del casquete, y que también fuera tipo años 20. Blanca, de The Taller Valencia, hizo un ramo muy especial. La recomiendo mucho, sabe escuchar y tiene muy buen gusto" nos dice. Y como detalle especial, añadió un toque de lo más divertido "le pedí a una chica danesa (Signe Elisabeth Scharling) que reproduce flores en papel y que hace verdaderas obras de arte, que hiciera y pintara unas mariposas de papel. Mi madre y hermana me animaron a ponerlas entre el verde del ramo. ¡Quedó original".
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Un compromiso eterno
La pareja, ella valenciana y él madrileño, dieron el gran paso en una boda de tarde cerca del mar, "elegimos una capilla muy pequeña en Las Playetas (Benicassim) en honor a mis padres, que también se casaron allí. Para Álvaro y para mí, la ceremonia fue la parte más importante y especial, ambos tenemos mucha fe en Dios y entendemos el verdadero significado de nuestro compromiso".
Tras seis años de relación, "fue un noviazgo muy bonito y tranquilo" nos describe, le preguntamos cuándo surgió la idea de casarse. "Siempre he querido casarme porque en casa he visto a mis padres, que son un ejemplo para mí de entrega y generosidad el uno con el otro. Mi sueño era encontrar a alguien con quien construir algo como lo que han construido mis padres. No quiero ser cursi pero no puedo estar más feliz de haberme podido casar con él. Es la persona más buena y generosa que conozco" dice.
Como en toda celebración, siempre hay anécdotas para el recuerdo, en la suyo su familia fue clave para hacer de este día uno de los mejores de su vida. "Tuve a mi pobre tía abuela Nuria bordando los nombres de cada invitado en unos servilleteros durante meses. Yo los dibujaba y ella los bordaba. Me encantó porque fue la excusa para verla mucho durante el invierno. Y para el seating plan pusimos en cada mesa fotos de bodas de nuestros familiares reveladas en tela. Sol, de los Revelados de Sol, hizo unos revelados preciosos, tiene muchísimo gusto y a la gente le hizo mucha ilusión ver fotos de sus bodas como meseros" cuenta.
Maristela quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda:
- Vestido de novia: Lorenzo Caprile
- Masía y catering: Grupo Peñalén
- Flores: The Taller Valencia y Teresa Zaragoza
- Revelados en tela del seating: Revelados de Sol
- Peluquería: Ana Lidon y Susana
- Maquillaje: J. Arques
- Chaqué novio: Tom Black
- Chaqué padre: Galerías la Esperanza
- Coral: Pleiades
- Menaje: Evencias
- Dj y iluminación fiesta: Wateke Producciones
- Fotografía: Dos más en la mesa