Marina García Calderín lleva más de diez años dedicada al mundo de la moda, un trabajo (y pasión) que le ha llevado a desfilar para numerosas firmas de nuestro país, incluidas las más destacadas de la famosa Barcelona Bridal Fashion Week. Por lo tanto, se había visto de novia más de una y de dos veces pero, como nos explica, no tiene nada que ver a verte con tu propio look nupcial. El pasado 29 de junio le dio el 'sí, quiero' a Carlos, su pareja desde hace una década. Hablamos con ella para conocer todos los detalles de su gran día, que tuvo lugar en su Canarias natal, concretamente en Las Palmas de Gran Canaria.
"Hay tres cosas que me parecen fundamentales a la hora de elegir un vestido de novia" nos cuenta Marina cuando le preguntamos sobre la búsqueda de su look nupcial. "La primera, el diseñador, debes sentirte identificada y tener cierta conexión ya que será con quien compartas mucho tiempo a lo largo de la etapa prometida y quién se encargue de hacer una pieza única que protagonizará el día más especial de tu vida. Luego, me parece fundamental el estilo y la forma del mismo y por último, y no menos importante los tejidos. Todo esto definirá tu personalidad en el mejor día de tu vida".
Al ser modelo, Marina conoce a numerosos diseñadores. "Me he probado infinidad de vestidos, pero jamás me había imaginado el mío" explica. Sin embargo, sí que tenía claro quién quería que se lo diseñara: Aurelia Gil. "Llevo desfilando sus colecciones y posando para ella desde que tengo 15 años. Desde pequeña, imaginábamos juntas el día de mi boda, incluso en algún desfile de novia he entrado al backstage emocionada imaginándome mientras desfilaba que estaba entrando al altar".
En su caso, vivió el inicio de diseño de su vestido con una gran dualidad: "En mi día a día, me encanta seguir las tendencias, llevar cosas diferentes, me gusta adelantarme a las modas y soy bastante atrevida a la hora de vestir. Por ello en una primera lluvia de ideas sonaban detalles como: novia con pantalón, flecos, bordados, plumas, piedras... pero también quería algo atemporal". En resumen, como le decía su propia diseñadora, lo quería todo, pero eso no se puede.
Al final, decidió apostar por el minimalismo, por su 'yo' sencillo. El vestido principal lo enfocaron a una novia más sencilla y tradicional, pero siempre con un toque diferente que define a ambas. "Era entallado de crep stretch blanco natural con corte corpiño, mangas con hombreras y espalda en cinta con cruceta. Encima llevaba una capa doble de organza en seda con aplicaciones bordadas alrededor y dos tiras largas de gasa georgette en seda a los lados de la cola" nos cuenta.
Los detalles de las joyas
Completó con unos pendientes diseñados para ella por Oliver del Pino que define como "un sueño hecho realidad". "Estuve una tarde hablando con él, que es diseñador y orfebre, compartiendo diferentes momentos de la vida, conociéndonos más a fondo, explicando un poco lo que buscaba y su primera propuesta ya me enamoró. Largos, de brillantes y con una piedra de aguamarina, como mi nombre. A día de hoy sigo sin poder dejar de pensar en ellos. El colgante del cuello, las alianzas y el reloj de Carlos también eran suyos".
Los zapatos también fueron totalmente personalizados, pertenecientes a la casa Just-Ene. "Fue toda una experiencia y la tarde diseñándolos fue súper divertida. Primero elegí el modelo, y luego el material, el tipo y tamaño del tacón, los accesorios y el acabado final y por último me midieron el pie para hacerlo exactamente a mí".
Un ramo con mensaje
El ramo que eligió fue un homenaje a las personas más importantes de su vida. "Es época de peonías, y además es de mis flores favoritas así que las junté con orquídeas, ya que a Carlos y a mí nos encantan, pero además el ramo de mi madre fue de orquídeas ya que es la flor favorita de mi padre. Hesperia fue quien me lo hizo, y pensamos en un ramo versátil, que pudiese llevar dentro del velo al entrar en la iglesia y caído cuando saliese". Completó con una medalla de la Virgen Milagrosa, un rosario de dedo y una medallita grabada que le regalaron sus amigas Carla y Sonsoles esa misma mañana.
El maquillaje fue obra de Siria Ahmed para NARS, firma que acompaña a Marina en su día a día. "Sabía que quería un maquillaje sencillo, natural y con mucha luminosidad. Me conoce a la perfección, quería ser yo y no muy diferente a como voy normalmente" nos explica.
En cuanto al pelo, confiesa que se identifica mucho con la melenita corta, pero Carlos siempre le había dicho que se la dejara larga para la boda. "Luego cambió de opinión, pero yo me quedé con aquella frase. Durante este año y medio, me lo he dejado crecer, y LU by Leydi ha conseguido llevar a cabo mi gran petición: un peinado natural, semirecogido para poder enganchar bien el velo, un modelo clásico y largo en tul ilusión. Desde el principio eso sí que lo tuve claro, me hacía ilusión entrar velada". Eso sí, posteriormente Marina sorprendió a los invitados con un cambio de look radical, como puedes ver más abajo.
El inicio de su historia de amor
Carlos y Marina se conocieron hace más de 15 años, en 2009, durante un campamento de verano en León, pero casualmente también eran vecinos en Gran Canaria y se hicieron mejores amigos. "Aunque si le preguntáis a él, os diría que se enamoró de mí desde que me vio" bromea ella. Siete años más tarde, cuando Marina se fue a trabajar como modelo a Madrid y a la universidad, se dio cuenta de que para ella era más que un amigo.
"Hemos vivido etapas de muchos cambios, hemos crecido y madurado juntos. De los 8 años y medio como novios, 4 han sido a distancia, viviendo por trabajo entre Dubai, Sudáfrica, Milán, Estambul, Madrid, y Carlos en Canarias. Cuando ya los dos terminamos la carrera, Carlos se mudó a Madrid y ahora llevamos casi 5 viviendo juntos. Cada día lo vivimos como una aventura, seguimos conociéndonos y me parece algo precioso" explica esta novia, emocionada.
La gran pregunta llegó en uno de los días más mágicos del año. "El 25 de diciembre de 2022, día de Navidad, Carlos venía a comer a casa de mis padres pero llegóantes de tiempo y yo seguía en pijama navideño. Me pidió que bajase a la puerta principal, así que me puse zapatillas y fui a abrirle. Estaba guapísimo, me dio un beso y se arrodilló. Me pidió matrimonio en el mismo lugar en el que había sido nuestro primer beso ocho años antes".
En cuanto a la organización de su gran día, Marina nos cuenta "Quise hablar personalmente con todos los proveedores ya que quería que no fuera una boda más para ellos si no crear un vínculo y una conexión diferente y especial". Sin embargo, también contó con la ayuda de las wedding planners The Federicas, quienes le daban ideas y le presentaban a estos proveedores. "Sobre todo, facilitan mucho la organización y vas a tiro hecho y te permiten disfrutar más. Soy partidaria de delegar el trabajo en los profesionales de cada sector, y sin duda, no hay ninguna mejor que ellas. Cuidan hasta el más mínimo detalle y están súper actualizadas con las tendencias. Además, cada idea loca que teníamos nos respondían que sí, y de repente nos vimos continuamente creando momentazos" recuerda.
Al final, Marina y Carlos se dieron el 'sí, quiero' el pasado 29 de junio en la ermita de San Antoio Abad, en Las Palmas de Gran Canaria. "Queríamos una ceremonia íntima y más de la mitad de los invitados nos esperaron fuera. Como dato curioso, allí oró Cristobal Colón antes de partir a América. Nos casó Luis Laborda, el mismo cura que me bautizó y quien casó a mis padres. Fue preciosa".
Durante toda la boda, apostaron por la música en directo: "Jose Luis Montesdeoca al violín junto con un pianista tocaron las piezas de la Iglesia. Para mi entrada, elegimos el himno de la Fórmula 1, ya que era uno de los sueños de Carlos. Luego, vino al lugar de celebración y continuó amenizando el cóctel. Al terminar la ceremonia, pusimos una bañera con cervezas a la salida para todos, y nos fuimos a los Jardines de la Marquesa de Arucas, unos jardines muy bonitos donde hay cientos de pavos reales sueltos y muchísima vegetación".
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Un segundo look ¡con corte de pelo!
Para la fiesta tras la cena, Marina quiso cambiarse y eligió un dos piezas que define como loco y 'muy ella'. "Elegimos la tela joya, de la cual me enamoré desde la primera cita y Aurelia me diseñó un corpiño halter y una mini falda con aquel tejido bordado con piedras. Estaba convencida que quería algo corto para estar más cómoda y con botas cowboy, que las añadimos al look mi madre y yo tomándonos el aperitivo desde que Aurelia dibujó la propuesta". Además, impactó con un corte de pelo de lo más llamativo, puesto que se deshizo de su larga melena en favor de un estilo bob por los hombros: "Lo cortamos en medio de la boda. Llamé a unasamigas para que estuvieran conmigo en ese momentazo y fue lo más" explica.
El principal consejo que le da a las parejas que están preparando su gran día es el de confiar en los proveedores, así como el de disfrutar del tiempo prometidos y de toda la organización. Además, añade que, si se lo pueden permitir, que no se vayan de viaje hasta 3 días después del enlace: "La resaca emocional es real y después de tantos días organizando y todas las emociones vividas, necesitas tiempo de asimilar todo. Con el lío de la boda, mejor no poner más tareas a los días previos como hacer maletas". También señala la importancia que le da a tener siempre un plan B en caso de lluvia para "que nada pueda pintar de gris un día tan maravilloso. Novia mojada, novia afortunada".
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Marina quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ella el día de la boda:
- Fotografía: Noelia Ortiz
- Vídeo: Sonorite
- Looks de la novia: Aurelia Gil
- Zapatos: Just Ene
- Joyas: Oliver del Pino
- Wedding Planner: The Federicas
- Peluquería y maquillaje: Lu by Leydi y Siria Ahmed
- Bata y camisón: Diseño2Lencería
- Hotel: Suites 1478
- Flores: Hesperia
- Músico: Electric Violin Canarias.
- Papelería: Resma Estudio.
- Regalos para invitados: llaveros de macramé hechos a manos por Puntomayor y minilagunas de NARS.
- Catering: José Rojano.
- Iluminación y sonido: Audiovisuales Canarias
- DJ: Aaron Gopar
- Fiesta: Deodar Estructuras, Canary Photo, DBitorage