Alberto y Charlene de Mónaco en su boda© Getty Images

Recordamos el vestido de novia de Charlene de Mónaco, un look bordado con 40.000 cristales de Swarovski

Un delicado diseño minimalista que podría llevarse a día de hoy


Actualizado 2 de julio de 2024 - 11:56 CEST

Este 2 de julio se celebra el decimotercer aniversario del enlace entre el príncipe Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock. Este enlace tuvo lugar, como ocurre en todos los enlaces de los royals monegascos, un día después de su unión civil, en la que lució un sorprendente traje azul celeste de dos piezas firmado por Akris, la misma que escogió para anunciar su compromiso matrimonial y que sigue siendo una de sus preferidas hoy en día. Sin embargo, en su boda religiosa quiso optar por una imagen más tradicional y atemporal con un precioso diseño obra de Giorgio Armani que hoy recordamos. 

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

19
© Getty Images

La nueva princesa de Mónaco eligió para su gran día un diseño de corte minimalista con escote Bardot, el mismo que años después utilizaría Meghan Markle en su boda con el príncipe Harry. Este se trata de un corte muy favorecedor puesto que marca la clavícula y estiliza la figura. El vestido contaba, además, con cuerpo entallado y falda recta hasta los pies finalizada en una gran cola que aportaba una dosis extra de teatralidad cuando se movía.

29
© Getty Images

Bordados brillantes para un look inolvidable

Esta delicada creación estaba confeccionada en un tejido de seda duquesa en tono blanco roto de acabado ligeramente satinado y estaba embellecida mediante un precioso bordado floral frontal bordado con cerca de 40.000 cristales bordados de Swarovski. 

39
© Getty Images

Sin duda, Charlene supo conseguir, junto al icónico diseñador italiano, el objetivo de toda novia, especialmente una perteneciente a la realeza: crear un modelo favorecedor, que potencie su figura y trascienda a la historia más allá de modas y tendencias.

49
© Getty Images

Charlene no renunció al complemento preferido de las novias más clásicas y atemporales, ese que marca la diferencia por completo: el velo. En su casó, llevó un diseño en un de seda que cubría su rostro a su llegada al templo y caía por la espalda más allá de la larga cola del vestido.

59
© Getty Images

Los detalles del ramo

Giorgio Armani no solo creó el vestido de novia de Charlene de Mónaco, también su ramo, aunque fueron los jardineros del príncipe Alberto quienes le dieron forma. Estaba realizado en tonos blancos y predominaban las orquídeas y los lirios del valle. Estaba diseñado con una pequeña cascada para encajara con la silueta esbelta de la novia. 

69
© Getty Images

La Princesa, que, a día de hoy, es una de las royals que más arriesga en cuanto a su cabello, optó por un recogido muy clásico para su gran día. Lució su melena rubia en un moño bajo con raya lateral y volumen en la coronilla. En lugar de lucir tiara, coronó con un tocado bajo de estilo floral en tonos plateados con detalles brillantes.

79
 
© Getty Images

Su segundo estilismo

Hoy en día, prácticamente todas las influencers deciden cambiarse y lucir un segundo vestido de novia tras la ceremonia, pero las primeras en popularizar esta tendencia fueron las royals, y Charlene no fue menos. Tras su aplaudido diseño de Giorgio Armani que lució en la ceremonia religiosa, Charlene de Mónaco cambió de look para acudir a la cena de gala celebrada en la Opera Garnier.

89
© Getty Images

Llevó un diseño de Alta Costura del diseñador italiano, es decir, de su línea Giorgio Armani Privé. Se caracterizaba por mostrar cuello a la caja, detalles de transparencias y falda de volantes en capas con detalles de pedrería bordados. Igualmente, prescindió de joyas.

99
© Getty Images

También cambió el tocado, dejado a un lado la pieza floral del primer look por una diadema rígida que emulaba una lluvia de estrellas en tono plateado. Además, sorprendió al completar con un bolsito de mano rígido y pequeñito y sustituyó sus salones por unos zapatos de tacón estilo peeptoe.