La influencer Ana Moya y el futbolista Diego Conde se han dado este fin de semana el 'sí ,quiero' en una preciosa ceremonia celebrada en la emblemática Iglesia de Santa Bárbara a la que han acudido numerosos rostros conocidos, desde Anabel Pantoja hasta Dulceida y Alba Paul, Marta Riumbau o Mery Turiel. A las 11 de la mañana, la novia comenzaba a subir la famosa escalinata del brazo del padrino, desvelando así su secreto mejor guardado: su vestido de novia (o, mejor dicho, el primero de ellos, puesto que ha llevado tres diferentes).
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Como ya explicó Ana hace tiempo, poco después de anunciar su compromiso, Vicky Martín Berrocal contactó con ella para decirle que estaría encantada de vestirla en su gran día, y no se lo pensó porque es muy fan de Victoria, firma de la diseñadora. Siguiendo la tendencia estrella entre las influencers, optó por tres looks distintos, con estilos muy diferentes entre sí y apropiados a cada momento del gran día.
Para la ceremonia religiosa, eligió un modelo clásico y atemporal en triacetato de color blanco roto, un vestido con escote Bardot anudado en triple gazar de seda, cuerpo entallado, corte a la cintura y falda recta con maxicola que aportaba volumen y un aspecto digno de princesa de cuento. Completó con un velo clásico de tul que llevó colocado en la parte superior de la cabeza. En cuanto a los accesorios, añadió unos maxipendientes en tono marfil y se calzó unos salones personalizados de la casa española Just-Ene.
Escote Bardot y choker
Al llegar a la finca, el Castillo de Bartres, se cambió por un estilismo de tendencia al más puro estilo 'Bridgerton moderna'. Confeccionado en mikado, era un vestido con escote palabra de honor y manguitos abullonados, drapeado sutil bajo el pecho para potenciar la silueta y falda adornada con una gran abertura lateral. Tal y como explican desde la firma, estaba pensado para "resaltar la feminidad y elegancia que caracterizan a la novia". Además, también quiso modificar su look de belleza y recogió su melena en una coleta alta y ondulada que despejaba su rostro y nos permitía apreciar la nueva joya que incorporó al estilismo, un delicado choker de pedrería.
Flores XL para el baile
Por último, para el baile de novios y posterior fiesta, se decantó por un original minivestido confeccionado en tafetán de seda, un modelo de corte palabra de honor con cuerpo corsé y minifalda voluminosa realizada a base de numerosas rosas en relieve hechas a mano. De nuevo, soltó su cabello y remató con un velo -mucho más corto que el que llevó en la iglesia-.