El sol de las Seychelles broncea su piel y las flores tropicales, los hibiscos, las orquídeas y el franchipán, adornan ahora su larguísima melena. Sin embargo, hace tan solo una semana, Marta Sierra nos ofrecía una imagen bien distinta. Igual de natural, porque Marta mantiene siempre su esencia divertida y aparentemente despreocupada, pero siguiendo unos códigos que, por el contrario, implican una estética marcada y muy precisa. Casi rígida. Y es que si bien nuestra influencer más internacional disfruta hoy de las aguas turquesa y las blancas dunas como si fuera Brooke Shields en El lago azul, siete días atrás, se daba el “Sí, quiero” con Tom Peuteman convertida en una novia elegante y sofisticada, con regusto clásico, un toque sixties y, una excepción en su regla de looks y outfits: su cabello recogido. De repente, era algo así como Grace Kelly convertida en Gracia de Mónaco en la Catedral del Principado. Analizamos las claves del beauty look de la “reina de los reels” en su Gran Día. Y lo hacemos de la mano de las dos expertas a las que Marta confió su piel y su seña de identidad: su cabello. No en vano, ambas la conocen al milímetro. Ellas son Giner Muñoz y Elisa Serrano.
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“Marta quería sentirse ella misma”, nos cuenta Giner, autoridad nacional en Cejas y Belleza de Benefit quien, para crear el look ideal para su boda —respetando siempre su carisma—, echó mano de sus experiencias comunes, de su estilo y de sus imprescindibles, donde no podía faltar su eyeliner, por supuesto. “Marta tenía muy claro desde el principio lo que quería”, nos recalca. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con el cabello. Elisa, quien llevó a cabo su trabajo para Kerastase, nos cuenta una divertida iniciativa para resolver sus dudas. “La idea era hacer tres peinados: un recogido alto; uno, bajo; y otro, suelto. Grabarlos y preguntar después a sus seguidores cuál de ellos les gustaba más. Tanto ella como sus seguidores y su chico coincidimos en que, con el recogido bajo trenzado, era con el que se veía más linda. Cuqui, como es ella”.
Las estilistas nos señalan que llegar al (perfecto) resultado final con Marta fue una tarea fácil. Sin embargo, abordar un beauty look nupcial no lo es en absoluto. Al revés, exige, cuanto menos, un ejercicio de compensación. Porque obliga a conseguir un armonioso equilibrio entre tres parámetros que, según los casos, pueden ser incluso antagónicos: la personalidad de la novia, sus características físicas de ésta y los códigos estéticos de un evento de carácter tan marcado. Sobre todo, cuando Marta, con una imagen extrovertida, fashionista y arriesgada, optó por el contrario por ser una novia de marcado acento clásico tanto en las formas como con en el estilo y un vestido romántico.
Con Marta, las bases para empezar a trabajar están bien cimentadas. “Marta tiene un óvalo de cara equilibrado, lo que le da una estructura facial muy simétrica”, nos explica Giner. Además, su piel es “mixta y con cierta tendencia a brillos en la zona T, por lo que era muy importante preparar la piel y sellarla de forma que estos brillos se controlaran. Nos gusta siempre resaltar sus ojos y que estos sean el principal foco de atención”, nos adelanta. En cuanto al cabello, la estructura ósea del óvalo de la cara de Marta era ideal para un recogido. O “realmente, para cualquier peinado. Es la estructura perfecta y todo lo queda bien”. Y lo mismo, con su calidad de su pelo, “natural, sin coloración y liso”. La elección del recogido trenzado fue el resultado de la búsqueda de “la sencillez y la elegancia”.
¿Cuánto influye un vestido en el beauty look? Elisa nos contesta. “Si el vestido tiene mucha información y ofrece zonas muy descubiertas o cuellos altos eso influye en el peinado porque en casos así, tiendes a recogerlo. Si el concepto es más suave, el pelo puede ir suelto… El pelo nupcial tiene unas particularidades especiales y se definen por el vestido y el contexto”. En cuanto al make up, Giner sostiene que el elemento definitorio en estos casos es “la luz” y el código “día/noche” aunque “cada novia es distinta” y “todo es cuestión de balance”. “Marta quería que su maquillaje se viera natural pero con un brillo saludable: una glowing skin”.
Pero a eso vamos, al caso concreto de Marta. Al paso a paso de su hairstyle y de su make up. Giner nos cuenta que la preparación de la piel es clave, especialmente, cuando las altas temperaturas nos pueden jugar una mala pasada con sudores, brillos… Para evitarlo, hay que mantener la hidratación todo el rato y, al mismo tiempo, aplicar un matificador para que el maquillaje dure la mayor cantidad de tiempo posible.
Para lograrlo, nos dice Giner, “hay que comenzar con la crema Smooth Sip. Esta crema es muy hidratante pero no es demasiado pesada. Luego, aplicamos el primer The Professional Original para asegurarnos de tener una piel matificada y que los poros se noten al mínimo. El siguiente paso es el fijador de maquillaje The Professional Super Setter. Esto crea una prebase sticky que prolonga mucho más el maquillaje”.
“El siguiente paso -prosigue- es el maquillaje de ojos. Realizamos el icónico eyeliner de Marta y decidimos hacerlo difuminado. Utilizamos Eyeliner Bad Gal Bang en el tono negro. Para las sombras, las cajitas de polvo Hoola: Hoola Caramel y Hoola Toasted y, por último, marcamos todo con el Roller Liner en el tono marrón. Como máscara de pestañas, Bad Gal Bang Waterproof. Utilizamos muy poca cantidad de una base luminosa y de corrector Boiing Brigh on! Esto es clave para evitar que se cuartee y de esta forma también durará más tiempo. Fijamos con polvos matificantes”.
Giner nos confía que Marta quería “quería muy poco contorno, pero sí mucho colorete. Por lo que, usamos el bronceador Hoola para definir la estructura de su rostro y pasamos al colorete. Utilizamos las cajitas de polvos en los tonos Willa y Shelly. Y si hay algo que Marta adora es el iluminador por lo que aplicamos el iluminador Cookie”. Por último, para los labios, una de las nuevas tintas labiales, Plush Tint, en el tono French Toast. Y se fija todo con The Professional Super Setter.
Para el cabello, Elisa llevó a cabo este paso a paso. “Lo primero fue preparar el pelo para que tuviera una mayor durabilidad y sostenibilidad. Le puse al aceite de camelia salvaje Elixir Ultime, de Kerastase que tiene protección térmica anti frío y es súper hidratante. Aplicamos el producto y cepillamos el cabello. Con el pelo preparado, le hicimos un liso pulido, le volvimos a poner un poco más de sérum para que el pelo le brillara más y secamos. Después, hicimos una raya en medio de la cabeza, le sacamos dos triangulitos del frontal de la cara y le aplicamos más sérum para cogerle la coleta. Una vez hecha la coleta, volvimos a aplicar más sérum en la coleta para que la trenza quede definida. Con la trenza, después, se rodea la base de la coleta y una vez dada la vuelta, se esconde la mitad de la trenza para conseguir un moño fino y elegante”.
Con el look del baile, hubo un cambio de peinado. Marta se soltó la melena, que era lo que tocaba. Para conseguir su característica cabellera, Elisa deshizo el recogido y le aplicó otra vez elixir y cepillado. Para evitar el encrespado que se acentúa con el calor y la humedad, Elisa utilizó, además del elixir, K laque noire, una producto que protege el pelo, fija y da estabilidad.