Este fin de semana la pequeña isla de Vulcano situada en Sicilia, congregaba en su entorno paradisíaco a algunos de los rostros más populares de la sociedad italiana. La modelo y presentadora de televisión Diletta Leotta (32) celebraba su enlace con el futbolista alemán Loris Karius (31), guardameta del Newcastle United. La pareja se prometía amor ante más de 160 invitados, tras casi dos años de relación y una hija en común que les acompañó en su gran día. Como es habitual, uno de los secretos mejor guardados de la velada fue el vestido de novia de la reportera, un diseño que, como ha explicado el propio atelier encargado de confeccionarlo, la italiana tenía claro desde el principio: quería que fuese una pieza transformable que fuese cambiando a lo largo de la jornada.
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La ceremonia tuvo lugar al atardecer y frente al mar, y como suele ser tradición en las bodas religiosas, Diletta se convertía en una novia velada de camino al altar, un recorrido que hizo del brazo de su padre. La periodista se decantaba por un vestido hecho a medida por la firma italiana Atelier Emé, una creación de Alta Costura repleta de encaje rebrodé con sofisticadas formas florales. Contaba con una amplia falda semitransparente, cuerpo encorsetado, cuello chimenea y manga larga.
"Diletta participó en la idea de este modelo, pues estaba muy segura de sus deseos como novia", explican desde la casa de modas. "Su principal petición era transformarse con diferentes looks, pero llevando un único vestido. Y así es exactamente como sorprendió tanto a su marido como a los invitados". Y es que aunque al principio el diseño contaba tanto con un kilométrico velo que la novia lucía con gracia junto a un clásico moño de bailarina, así como mangas largas, una vez finalizada la ceremonia, ambos elementos desaparecieron.
Un vestido de novia 'tres en uno'
La base del vestido era, en realidad, una silueta de sirena con escote palabra de honor: "La prenda estaba compuesta por tres elementos, pues a esta base se sumaba un bolero de manga larga y cuello alto, así como una sobrefalda", apuntan desde Atelier Emé. Para el banquete la novia se quitó simplemente el velo, pero para la fiesta nocturna, optó por desprenderse del resto para sentirse más cómoda.
Destacaba la espalda del vestido por su sensual escote y su forma de corpiño, ajustable mediante cordones. Un detalle que al final de la velada, su protagonista lució incluso con un pequeño cambio de look beauty, pues se desprendió del pulcro recogido para dejar suelta su larga melena peinada en ondas desenfadadas.
Y entre el más del centenar de invitados que no se quisieron perder la celebración, no pudieron faltar dos amigas muy especiales de la novia. Chiara Ferragni viajó desde Milán y Alice Campello desde España, donde reside junto a su marido el futbolista Álvaro Morata, para acompañar a Diletta en este día. Ambas apostaron por vestidos de invitada en tonos pastel, la primera con un diseño semitransparente de malla brillante, y la segunda, con un dos piezas de lentejuelas amarillo.