Sibi Montes y Mateo Ibáñez contrajeron matrimonio ayer en una ceremonia íntima celebrada en el Puerto de Santa María, Cádiz. El enlace, que se llevó a cabo bajo la atenta mirada de los seres queridos de la pareja, estuvo protagonizado, por supuesto, por la psicóloga de profesión y hermana de Lourdes Montes, que atrajo toda mirada presente con look nupcial: un traje confeccionado en manos del diseñador sevillano Antonio García. En la que fue su segunda boda se perfiló como la fuente de inspiración perfecta para las futuras novias más clásicas. ¿Las razones? ¡Las analizamos!
La recién casada decidió que era la mejor ocasión para destilar elegancia y sofisticación por doquier con un vestido liderado por líneas minimalistas. Un diseño con el que llevó la simplicidad por bandera. De cuello a la caja, tirantes gruesos y espalda al descubierto con abertura en forma de lágrima. Una delicada obra adornada con la suma de mangas cortas y anudado en la zona del abdomen formando pequeños plisados en gasa.
Sin duda alguna, uno de los elementos que más dieron de qué hablar acerca del estilismo fueron sus sandalias. Sibi Montes logró ese toque distintivo al elegir un modelo bicolor que combina el metalizado del dorado y el negro, una tonalidad de la que habitualmente acostumbran quienes verbalizan el “sí, quiero”. Tampoco faltó el velo transparente elaborado en tul, que nacía del moño bajo por el que optó.
El mágico peinado, además, fue elevado al máximo nivel, en primer lugar, con una fina (aunque espectacular) diadema con pedrería y, en segundo lugar, con flores similares al ramo blanco con ramilletes silvestres que prefirió. En términos de maquillaje, abanderó la naturalidad con un rostro potenciado mediante ojos ahumados, pómulos marcados a base de iluminador y labios nude. Y en lo que a joyería se refiere, unos pendientes de botón con reminiscencias florales fueron suficientes para dar con un resultado de diez.