Mariana y Xisco se conocieron por casualidad en Madrid y, posteriormente, iniciaron una relación a distancia, algo que fue duro pero que mereció la pena. Seis años después, se prometieron amor eterno en una preciosa ceremonia celebrada en la Iglesia de San Dionisio, en Jerez de la Frontera, y lo celebraron junto a sus seres queridos en las Bodegas González Byass.
Para su gran día, esta novia lució un diseño de Teresa Baena que define como totalmente fiel a su estilo, un diseño desmontable de estética minimalista confeccionado en un precioso tono satinado.
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A la hora de idear el vestido para su gran día, esta novia tenía claro que lo fundamental era sentirse una misma y fiel a su estilo, sin dejarse llevar por las tendencias o por los gustos y opiniones de los demás. "Creo que súper importante no sentirse disfrazada y, sobre todo, ir cómoda en todos los sentidos" nos explica.
Hay novias que tienen claro cómo quieren que sea su vestido incluso antes de prometerse, y otras que dudan hasta el final. El caso de Mariana era algo intermedio, puesto que sabía el tipo de tejido y el estilo que buscaba, pero no el diseño en sí. "Quería que fuera convertible y de líneas sencillas. Al principio me gustaban muchas cosas diferentes que durante el proceso de creación fuimos definiendo. También tenía súper claro lo que no quería, y es que no me veía como una novia clásica, no quería cola, ni tampoco encajes y bordados. Y es que, aunque me gusta mucho verlo en otras novias, sentía que no era mi estilo".
Para diseñar el vestido de sus sueños, confió en la diseñadora Teresa Baena. "Visité solo un atelier antes y cuando salí del suyo tenía claro que quería que fuera ella. Fui a visitarla porque me gustó su estilo en general y los tejidos que utiliza en sus diseños. En la primera visita, tanto ella como Rocío supieron captar mi estilo y entendieron a la perfección lo que yo quería. Me enseñaron tejidos e incluso me probé alguna cosa que encajaba totalmente con mi idea. Me encantó hacerme el vestido con Teresa, su trato tan personal y el mimo y cuidado que ponen en cada detalle".
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Lo primero que hizo Mariana fue inspirarse en infinidad de novias que vio por redes y pensar qué detalles encajaban con su estilo. Junto con Teresa, fueron creándolo poco a poco en un proceso totalmente especial. "Después de haberme probado algún vestido de novia, me gustaba mucho la idea del cuerpo de tul. El vestido en sí no lo tenía muy claro, solo que me gustaba el corte a la cadera. Teresa me probó un vestido que tenían con ese corte y me gustó mucho. Y a partir de ahí definimos el vestido, sin mangas, escote de pico y la falda con vuelo. La camisa vino después. Me gustaba mucho el estilo camisero y sabía que quería añadirle botones joya. Teresa me dio la idea del diseño final y me encantó".
Sin embargo, cuando vieron el diseño final del vestido y la camisa, se complicó la idea de llevar el cuerpo de tul. Por eso, decidieron hacer un diseño convertible y tener un segundo look para la fiesta muy diferente al anterior. "Me quité la camisa que llevaba encima del vestido y añadí un cuerpo de tul por debajo. Muchos invitados se pensaron que me había cambiado el vestido también, y es que la verdad que la camisa tenía una largo perfecto y tapaba un poco el vestido, de manera que, al quitármela, parecía un cambio completo. También me cambié los pendientes, y me puse unos que me regaló mi hermano de Le Touquet".
Esta novia no considera importante seguir las tendencias de moda en tu gran día: " es imprescindible que la novia se sienta una misma y se ponga lo que le guste, independientemente de que esté de moda o no". Sin embargo, en cuanto a las tradiciones, sí le gustó seguirlas: "la verdad que no me parece algo imprescindible, pero yo quise cumplirlas. Días antes andaba un poco preocupada porque no tenía nada azul, y Teresa Baena le añadió un lacito azul a la etiqueta del vestido" concluye.
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Un ramo de colores
Mariana tenía claro desde el principio que quería que su ramo tuviera toques de color. "Me encantan los ramos coloridos, y al casarme en primavera consideraba que era la estación perfecta para llevarlo. Estuve buscando inspiración hasta que encontré un estilo que fue el que más me gustó. Le pasé una foto inspiración de lo que quería a Flor Enea, y ellos hicieron la magia. El resultado final me encantó. Quedaba ideal con el look y le daba el toque de color que yo buscaba".
Para completar, lo anudó con una cinta bordada con su inicial y la de su futuro marido, así como la fecha de la boda, que le regaló su mejor amigo.
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Mientras que lo habitual en toda novia es estrenar vestido -aunque cada vez son más las que reutilizan algunos diseños familares-, muchas veces las joyas suelen tener especial significado. En el caso de Mariana, lució unos pendientes de su tatarabuela que se han ido heredando de generaciín en generación. "Para mí era importante llevarlos y pegaban totalmente con el look y le daban el toque vintage perfecto. Hasta el último momento estuve dudando si añadir un collar de perlas, también de herencia familiar, pero finalmente no me vi muy yo y decidí no ponérmelo" nos cuenta.
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No hay duda de que, hoy en día, la tendencia de belleza preferida por las novias es el minimalismo, y Mariana también quiso apostar por ella. "Fue un look sencillo. Para el pelo sabía que quería un moño de bailarina. Me encantan los moños bajos, son elegantes y considero que me favorecen. En la prueba probamos tres y me decanté por la opción del trenzado. Me parece que quedó ideal".
En cuanto al maquillaje, confiesa que no suele pintarse mucho, por lo que quería continuar con esa estética discreta y natural. Ambos trabajos fueron obra de Antonia Ríos.
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La de Mariana y Xisco es una de esas historias que comienzan por casualidad y cambian vidas. Se conocieron en Madrid, donde ella vivía y él había viajado por trabajo. "Aquel día nos dimos nuestros números de teléfono y empezamos a hablar. Él vino más veces a Madrid y nos volvimos a ver, y al poco yo me fui a vivir a Barcelona y empezamos una relación a distancia Barcelona-Mallorca". La relación a distancia duró varios años, pero, por fin, han conseguido vencer los impedimentos y demostrar que el amor lo puede todo.
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Seis años después de comenzar su relación, él hizo la gran pregunta durante un viaje que hicieron a Budapest y, desde ahí, comenzaron a organizarlo todo. "Los dos siempre tuvimos claro que queríamos casarnos y formar una familia. Hace poco más de un año vimos que era el mejor momento y nos apetecía. Queríamos que fuera en meses en los que no hiciera mucho calor y no queríamos esperar mucho para casarnos, así que abril de 2024 fue la fecha elegida" explica ella.
Estos novios tuvieron claro desde el principio que se encargarían ellos de organizar su enlace, y se repartieron perfectamente las tareas. "Yo soy una persona muy organizada y detallista, y me apetecía mucho organizar mi boda. La verdad que disfruté mucho del proceso y de la búsqueda de proveedores. A Xisco se le da muy bien toda la parte de relaciones públicas, de llamar por teléfono y hablar con proveedores, así que cada uno nos encargamos de una cosa e hicimos el tandem perfecto".
Eso sí, el día de la boda delegaron y contaron con una persona de la bodega que se encargaba de toda la gestión y coordinación del catering y resto de proveedores y que hizo que todo saliera perfecto y que ellos pudieran estar tranquilos.
Nos casamos el 20 de abril de 2024 en Jerez de la Frontera. La ceremonia fue en la Iglesia de San Dionisio, y la celebración en las Bodegas González Byass. "Fue una boda andaluza con guiños a Mallorca que incluimos en la papelería: invitaciones, seating plan y meseros. De la papelería se encargó La Jaula Dibujada. En general fue una boda súper animada y divertida en la que no faltó la música y el baile, a los dos nos encanta bailar y cantar, y consideramos que esa parte era fundamental en nuestra boda. Amenizamos el aperitivo con un grupito cubano que le encantó a todo el mundo y el inicio de la barra libre con un grupo de flamenquito, que también nos gusta mucho a los dos. Nuestros invitados lo pasaron en grande" recuerda, emocionada, la novia.
Sus consejos para futuros novios
Al preguntarle por sus consejos para parejas que se encuentran preparando su boda, coincide con casi todas las novias con las que hablamos: "Que sean ellos mismos y que disfruten mucho, y que traten de pasar el máximo tiempo posible juntos, disfrutando la boda los dos. Porque a veces las parejas tienden a separarse para atender cada uno a sus invitados, y al final se olvidan de vivir la boda juntos, que considero que es de las cosas más importantes".
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Uno de los puntos graciosos que Mariana recuerda con ternura es el del baile. Confiesa que inicialmente no se decidían. "A mi los bailes lentos y románticos me dan un poco de vergüenza y, como no nos decidíamos, incluso le planteé a Xisco no hacer ningún baile. Pero a él le hacía mucha ilusión y la verdad es que yo sabía que si no lo hacía al final me iba a terminar arrepintiendo". Al final, se decidieron por hacer algo movido y divertido, y bailaron Let's twist again con una coreografía preparada por el hermano de Xisco, que es bailarín. "Empezamos con una canción lenta y al poco cambiamos al twist, nadie se lo esperaba y quedó chulísimo y divertido".
Sin duda, uno de los momentos más emocionantes del gran día es la entrada de la iglesia, que Mariana define como el instante más mágico de su boda: "Tanto la de Xisco que hizo junto a su padre, como la mía con mi padre y él emocionado esperándome en el altar. Además, toda la música que sonó en la Iglesia la tocó el hermano de Xisco con el piano, lo que lo hizo todavía más especial".
Mariana quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda:
- Traje de la novia: Teresa Baena
- Zapatos: Flor de Asoka
- Traje del novio: Silbon
- Peluquería y maquillaje: Antonia Ríos
- Fotos: El Objetivo de Sara
- Vídeo: Kirigami
- Papelería: La Jaula Dibujada
- Flores y ramo: Flor Enea
- Lugar de celebración: Bodegas González Byass
- Catering: Catering La Buganvilia
- Música: Reflejos del Sur, Aleixandre Llorente y DJ Evenson
- Recena: Ulivo Catering y La Térmika
- Animación: Aquí se lía