El viaje de novios es, sin duda alguna, el más especial de la vida de muchas parejas. Posteriormente podrás vivir aventuras junto a tu pareja, familia o amigos en otros lugares, descubrir destinos incluso más impresionantes y tener experiencias de ensueño, pero la realidad es que la luna de miel es única porque el momento en el que se produce -después del emotivo 'sí, quiero'- también lo es. Tras el estrés de los meses previos y de la absoluta bomba de sentimientos que es la boda, te encuentras con unos días en los que no hay nada que planificar, en los que lo único de lo que tienes que estar pendiente es de pasarlo bien junto a tu recién estrenado marido o mujer. Eso sí, antes de que llegue ese esperadísimo momento hay que decidir a dónde se quiere viajar y organizarlo con sumo detalle. Aunque pueda dar pereza y te veas tentado de dejar ciertos detalles al azar, mi consejo es que, especialmente si tu destino es en países en los que la burocracia y la cultura son diferentes a las nuestras, no improvises en las cuestiones importantes. Evidentemente, no es necesario llevar todo planificado minuto a minuto, pero sí contar con ciertas garantías y llevar los temas básicos gestionados desde el principio.
La seguridad de una cadena de referencia
Casi tan importante como el destino (o más) es elegir un hotel que reúna las características que necesitas para desconectar y limitarte únicamente a disfrutar, que inspire confianza y cuente con una dilatada experiencia en el sector. En cuanto a si apostar o no por el 'todo incluido', aunque se trata de un término que durante un tiempo ha generado cierto rechazo, -especialmente entre recién casados, por estar asociado a un tipo de alojamientos 'de batalla' en los que no se cuidaba la calidad de las instalaciones, la comida o la bebida-, nada más lejos de la realidad. Los hoteles más exclusivos del mundo cuentan también con este modelo de negocio, que es comodísimo para todo tipo de viajes pero más aún para lunas de miel. Imagínate llevar todo cerrado desde España y no tener que preocuparte ni de sacar la cartera en toda tu estancia. Esta es la idea bajo la que nace hace más de 70 años Club Med, la prestigiosa cadena hotelera precursora del todo incluido premium.
Su idea es que con una sola reserva y sin agencias de por medio cubras todo, desde los vuelos hasta el alojamiento, comidas, bebidas y actividades. Todo en clave luxury. Además de la comodidad, este concepto aporta una gran seguridad y tranquilidad al viajar, puesto que, en caso de que hubiera algún problema con cualquiera de estos factores, tienes una misma persona de referencia para solucionarlo.
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Oferta de actividades pero lejos de la masa de turistas
La clave de este tipo de hoteles es que, busques el tipo de viaje que busques, lo encontrarás, incluso si tu pareja y tú no os ponéis de acuerdo con vuestras preferencias. Si uno tiene en mente el relax absoluto tirado en la hamaca, ganas de meditar y de probar el yoga y otro prefiere bucear, hacer surf, jugar al tenis o ¡ir a clases de trapecio!, no hay problema. En alojamientos como el Club Med Miches Playa Esmeralda, perdido en una zona totalmente virgen de República Dominicana, lejos del bullicio de Punta Cana o Santo Domingo, cuentan con esta amplia oferta de actividades durante todo el día para que elijáis vuestras preferidas.
Opción de habitaciones especiales
Eso sí, mi consejo es que, si deseas una experiencia más exclusiva, te informes de si el hotel cuenta con zonas específicas enfocadas a este tipo de viajes, como habitaciones aisladas o villas de lujo, puesto que la experiencia cambia por completo ¡no vas a querer salir de ella! Además, no sabes cuándo vas a poder darte el capricho de volver a disfrutar de una suite de este tipo, y el viaje de novios se convierte en la excusa perfecta para hacerlo y olvidaros del mundo exterior. Lo ideal, queráis apostar primero por un destino de aventuras o no, es finalizar esta inolvidable experiencia con un plan más relajado que os haga recargar pilas para volver a enfrentaros a la realidad.
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Variedad de restaurantes (sin pagar de más)
Otro punto importante a tener en cuenta es la oferta gastronómica. En este tipo de hoteles paradisiacos que están aislados es importante, especialmente si vais a estar bastantes días, que existan distintos restaurantes de especialidades en los que puedas asegurarte tu sitio y no haga falta pagar ningún extra, sino que esté absolutamente todo incluido. En Club Med, según llegas te ponen una pulsera identificativa -muy mona, lejos de los brazaletes de discotecas adolescentes- que hace que puedas olvidarte de la cartera y despreocuparte de los gastos, puesto que ya vas con todo incluido desde el principio. ¿Puede ser más cómodo?